Poemas De Renata Durán
Enviado por Normanp • 13 de Enero de 2013 • 1.714 Palabras (7 Páginas) • 546 Visitas
Aquí en mi cuerpo...
Aquí pasa el silencio vagabundo...
Aquí sentado así...
Creo que por fin te he despedido...
Después del amor...
Echo raíces en ti...
Enredados los cuerpos...
Estoy enferma de ti...
Fui luz, fui roca...
Huella dejada...
Me levanto del agua de la noche...
Me ocupo inútilmente de mi vida...
Mitad pez, mitad viento...
No es verdad...
No podría obligarte...
No te gustó encontrarme...
No viniste de lejos
Óyeme así, como al descuido...
Por primera vez...
Qué extraña manera de quererte...
Regreso a mi cuerpo...
Te esperaré
Tela raída del amor...
Todavía tu sombra llega...
Tu cuerpo
Tú eras el desierto...
Vincent Van Gogh bendice tu locura...
Aquí en mi cuerpo...
Aquí en mi cuerpo
acabó de pasar el mediodía
y por mi piel respira un agua
atardecida.
Los labios están secos,
guardo en la lengua
los aromas.
Si acaso pusieras
tu mano
entre mis muslos,
sabrías que estás vivo.
Saborearías mi sal.
Haríamos un pozo
en el tiempo,
y dejaríamos que el sol
nos madurara.
Aquí pasa el silencio vagabundo...
Aquí pasa el silencio vagabundo.
Aquí cae la lluvia de la tarde,
y humedece los ojos de cristal.
Es la ciudad mi cárcel.
Y eres tú mi verdugo.
En tus brazos de fieltro
me someto al suplicio
de tus besos de hielo.
Repites los gestos conocidos
y penetras mi cuerpo somnoliento.
No tengo alma que vuele, cante
o gima.
Para el amor he muerto.
Aquí sentada así...
Aquí sentada así
compartiendo tu mesa.
Bebemos vino frío
y pelamos nuestras pieles
como frutas
aturdidas de sol.
Salgamos a la calle.
Digámosle a la gente
que tú y yo
habitamos el limpio
territorio del amor.
Cantemos esa suave
canción de la ternura
mientras enciendes
el motor de la rutina.
Creo que por fin te he despedido
Creo que por fin
te he despedido.
Porque logré
que dé lo mismo
que estés aquí
o allá.
De todos modos
estás lejos.
Después del amor...
Después del amor
vino el silencio
grité toda mi voz.
Morimos juntos
muchas noches.
Incendiamos
recuerdos - voces.
Arañamos las
caricias ajenas.
Nos desnudamos
de otros.
Quedamos
frente a frente
en silencio
para siempre.
Echo raíces en ti...
Echo raíces en ti,
vegetalmente hambrienta
de tu tierra húmeda
y negra.
Enredados los cuerpos...
Enredados los cuerpos
en
...