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Poesia Y Obras De Teatro Para Navidad


Enviado por   •  7 de Junio de 2013  •  3.395 Palabras (14 Páginas)  •  1.539 Visitas

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Arbolito de Navidad

Arbolito de navidad.

Lleno de luces.

Lleno de guirnaldas.

Moños rojos.

Arbolito de navidad.

Me gusta verte encendido.

Con tus lucecitas

que titilan.

Me gustan.

Arbolito de navidad.

Me gusta armarte

Cada año,

Con mamá,

Con papá,

Y mis hermanitos.

Arbolito de navidad

Alégrame siempre.

En un rancho del chaquito

ha nacido el niño Dios

pelo chuzo morenito

ojitos puro fulgor.

La laguna San José

canta una canción de cuna

María la lavandera

lava pañales de espuma.

Anoche cayó una estrella

sobre el río Paraná

donde están los Reyes Magos

que no la han visto brillar.

Los ángeles se acercaron

entonando un chamamé

pero nadie se ha enterado

porque nadie supo ver.

En un rancho del chaquito

el milagro de Belén.

ela el Ángel de la noche

por OLIMPIA COLÓN APONTE

¿Saben ustedes porqué los ángeles tienen alas? ¿A que no adivinan? Pues para poder llegar a todos los rincones de la tierra. El ángel va de casa en casa, el ángel va de un árbol a un río, el ángel va como un pájaro de flor en flor, pero Gisela el ángel de la noche, en vez de recoger flores recogía estrellas.

Ahora se preguntaran, - ¿Como podía recoger las estrellas si solo salen de noche? ¡Ah pero Gisela! Así como era graciosa, así era traviesa, por que déjame decirles los ángeles también son traviesos. ¿Pero como? - se dirán todos. Los ángeles no deben hacer travesuras y que se lo aprueben. ¡Eso no es correcto! Pues fácil las travesuras de Gisela eran para hacer reír a todos, eran para alegrar a todos, en cada aldea, en cada jardín, en cada hogar hay un ángel, y ese ángel solo esta para atraer bendiciones. Si es una niña de ocho años que se le puede ocurrir que no sea una carcajada, un juego, o una travesura.

Gisela era toda risa, tan era así que de tanto reírse rodaba, rodaba y rodaba. Cuando no, brincaba encima de los techos de las granjas, saltaba y hacia reír de una manera u otra a todos con quien se encontraba. Si una persona tenía una pena, Gisela sacaba su carita de un arbusto a otro y al verla la persona se reía. Gisela de cabellos rojizo y con rizos tenía como misión en su vida hacer reír.

En la época que nació el niñito Jesús, a todos los ángeles se les encargo que anunciaran el nacimiento del niño Rey. Gisela estuvo pensando, y pensando como lo haría. Todos los ángeles estuvieron corriendo y volando de un lado a otro anunciando el nacimiento del niñito Jesús, pero Gisela quería hacerlo de una manera diferente, para ella era más difícil por ser un ángel tan pequeña.

De momento salto de la alegría porque su idea traería alegría a muchos niños. Gisela esa noche recogió todas las estrellas que pudo en su falda y no en una canasta como otros recogen flores. Voló de casa en casa buscando un niño o niña que durante el día había hecho bien a alguien. Un joven que hubiese ayudado a otra persona, o cumplido con gusto la tarea asignada en su hogar, por que su deber era ayudar a los mayores con las tareas. Gisela se reía complacida por que eran muchos los niños que ella encontró y a cada uno con mucho gozo le entrego una estrella y les anuncio cantando y riendo el nacimiento del niñito Jesús. Eran muchas las estrellas en el cielo, una brillaba más que las otras, era la estrella que los guiaría hacia Belén, las otras eran para repartirlas.

Una noche mientras repartía sus estrellas Gisela oyó el llanto de un niño en una casa, habían tres niños en esa casa ya dormidos, Anita una niña de nueve años trato de calmar a su hermanito. Gisela se acerco a ella por la ventana y le pregunto si estaba enfermo y le dijo que no, -es que un perrito la despertó y no he podido tranquilizarla. Gisela le dio una estrella a Anita y le dijo, - dale esta estrella y cántale y veras como se calmara. Anita noto que la estrella en la mano de su hermanito brillaba más que antes. Comenzó a cantar,

- estrellita no abandones a mi hermanito,

- estrellita, estrellita cuida a mi hermanito,

- estrellita, estrellita brilla hoy, brilla mañana, brilla por siempre

sobre nosotros.

- estrellita, estrellita que nos trae la paz,

- estrellita, estrellita, que nos trae amor,

- estrellita, estrellita, que linda eres,

- estrellita, estrellita duerme a mi hermanito.

Poco a poco Anita vio como su hermanito se dormía y la estrella se fue apagando. Después de esa noche cuantas veces volvió a llorar el niñito, Anita le cantaba estrellita, estrellita, estrellita, estrellita, y el niñito se dormía.

Gisela seguía con sus travesuras, una noche vio sentado bajo un árbol grande, un joven llamado David comiéndose una manzana. Este joven siempre estaba de mal humor. Casi nunca se podía decir que David estuviera de buen humor. Se lamentaba de esto, se quejaba de lo otro, todo tenia falta. Varias veces al pasar por este prado Gisela lo había notado y pensó, - que pena, este joven que canta tan lindo y toca la flauta con tanto amor podría ayudar aliviar las penas de tanta gente que necesitan un minuto de alegría, como seria el regalo de su música. Pero con su mal humor apenas se le acercaba la gente.

Cada noche al pasar Gisela le tiraba una estrella para inquietarlo. Él no sabia de donde venia la estrella y por un rato se quedaba mirando el cielo. Noto como brillaba una más que los demás.

Esa noche que estaba anunciando la llegada del niño Rey, decidió hablarle, tal vez hace mucho tiempo debió de haberlo hecho. Al hablarle Gisela se dio cuenta que su expresión de mal humor solo era muestra de que era un joven serio, que tenia muchas preocupaciones y le preocupaba más que a otros los problemas de la aldea y de su familia, como las personas no mostraban interés por los problemas sus quejas parecían lamentos.

Al ver a Gisela con la falda llena de estrellas, se dio cuenta de donde habían llegado las estrellas todas las noches, y le pregunto.

- ¿Tú pasas por aquí a menudo?

- Si-, le contesto Gisela.

- ¿Me tirabas con las estrellas?

- Si-, le contesto Gisela, y empezó a reírse, y a saltar de árbol

a árbol, cayó sobre David y reboto rodando sobre la grama,

- pero espero no haberte molestado, no duelen, y solo quería

Que te animaras a cantar y tocar tu flauta, y lo lograbas.

- Ahora vengo a decirte que ha nacido un niñito en Belén,

vez esa estrella tan brillosa, te llevara donde el niñito Jesús.

Tus canciones lo harían muy feliz, fueron muchas las noches que te

he oído, y lo haces muy bien.

- Gracias-, le dijo David, - allí estaré, me has traído un momento

de paz y tranquilidad, déjame regalarte una canción.

Entonando su flauta y animándose David le canto a Gisela y a las estrellas.

Ángel de la noche, Ángel de las estrellas

Tu risa alegra, y traéis la paz.

Ángel de la noche, no olvides a los niños

Como yo, que queremos hablar de cosas serias como la paz,

como el amor a los demás, como los problemas de los enfermos.

Nuestros padres creen que los niños no deben opinar.

Ángel de la noche con tu risa y tus estrellas me has dado

la tranquilidad que necesitan las personas mayores de esta aldea.

Ángel de la noche, recuerda en tu recogido de la noche

a mis padres, mis tíos, y mis abuelos necesitan reír más.

Gisela no esperaba tan lindo mensaje en una canción dedicado a ella,

ahora le toco a ella darle las gracias a David y le recordó el viaje a Belén. David y Gisela hablarían más a menudo ya que Gisela se dio cuenta que con su risa y travesuras hacia a David un joven más alerta, activo, y bondadoso. Tanto los jóvenes como los adultos necesitan a alguien con quien compartir sus preocupaciones y quien mejor que una persona tan interesada en ver al mundo entero alegre.

A la siguiente noche, David consiguió quien le cuidara las ovejas y siguiendo la estrella llego a Belén un niño pastor, que llevaba en su mano una de las estrellas de Gisela el ángel de la noche. Allí vio a Gisela sobre el portal y mirando al niñito Jesús que parecía asombrarse de alegría, David le ofreció con su voz este hermoso regalo desde su corazón:

¡ESTRELLITA, ESTRELLITA TRÁENOS LA PAZ!

Pesebre gauchesco

Cercanos a la Navidad, presentamos este “Pesebre Gauchesco” que se basa en el texto de “El Evangelio criollo”, del P. Amado Anzi S. J. Con las adaptaciones que se crean oportunas, puede ser fácilmente llevado a la escena.

Bien realizado, el pesebre viviente es un instrumento catequístico de primer orden para la comunidad cristiana.

Un escenario completo e ideal constaría de:

1. un pesebre en el centro, tipo rancho de paja, cuyas luces se encenderán a su debido tiempo;

2. a la izquierda del escenario, uno o dos ranchos feos para los gauchos matreros, con un árbol seco, símbolo de esterilidad;

3. a la derecha del escenario, uno o dos ranchos que sirvan para la anunciación y la visita a Santa Isabel.

Un escenario más simple puede ser con un rancho en el centro para el pesebre, y todas las demás escenas se desarrollan ya sea delante, ya sea a izquierda y derecha del mismo, dejando que el público se imagine lo demás Si la representación se hace de noche, juegan un papel muy importante los reflectores que iluminan las distintas escenas.

(Primera escena: en primer plano, iluminados por un reflector mientras el resto del escenario permanece a oscuras, hay tres arrieros rodeando el típico fogón. Uno de ellos, el más viejo, pulsa la guitarra. Simulan estar mateando. Se escucha un rasgueo de guitarra.)

UNO DE LOS GAUCHOS: Mañana, si Dios quiere, completaremos el arreo, compadre. Pensar que estamos en el tiempo de las Navidades. Estas estreyas que hoy nos alumbran, alumbraron también, hace mucho tiempo ya, el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Oiga Don Zoilo, Usté que es más

leido, mientras seguimos tomando unos amargos, ¿por qué no nos cuenta la historia del nacimiento del Hijo ´e Dios?

DON ZOILO: ¡Ta güeno! (la guitarra puede interpretar ESTILO PAMPEANO, de Fleury).

1. Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Porque me ha querido tanto yo le pido Tata Dios,

que no me falte la voz, pa’ comenzar este canto.

(Don Zoilo continúa recitando de memoria, o bien va leyendo, alternándose con otros dos lectores,

para cambiar la monotonía de la voz).

2. Pa’ que el hombre juera Dios, el mesmito Dios se hizo hombre,

y pa’ subir con renombre hasta el cielo nuestro ser,

bajó al mundo pa’ tener nuestra carne y nuestro nombre.

3. Por aquel tiempo de Dios viendo al hombre tan bagual

le envió el Patrón Celestial a Jesús nuestro Señor

pa’ atarlo con ese pial al palenque de su amor.

(Se enciende la luz del rancho de María, y comienza la música del disco “Navidad nuestra”, el dorso de MISA CRIOLLA, de Ariel Ramírez, grabada por los Fronterizos, en “LA ANUNCIACIÓN” hasta donde dice “Capullo que se hace flor”. Del rancho sale María, vestida de paisana, quien se pone a barrer. Aparece el Angel escondido detrás del rancho y los gestos de los actores siguen el relato de Don Zoilo).

LA ANUNCIACIÓN

(La guitarra interpreta CANCIÓN CRIOLLA, de Fleury)

4. Al pago de Palestina, con un mensaje de amor,

se apió el chasque del Señor pa’ preguntarle a María,

si en nombre de Dios quería ser Madre del Redentor.

5. Y “Dios te salve María” le dijo el ángel Gabriel,

pa’ salvar al hombre infiel serás madre de Jesús,

que brillará cómo luz en la noche de Israel.

6. Vendrá el Espíritu Santo, su sombra te cubrirá

y en adelante serás la Madre del Dios Visible

porque nada es imposible a su Eterna Majestad.

7. Hágase su voluntad, le dijo entonces María,

y desde aquel santo día, tuvo el hombre la esperanza

que en la divina balanza, siempre el amor ganaría.

(Vuelve a escucharse LA ANUNCIACIÓN desde donde dice: “El Ángel Gabriel ya vuelve”. En la escena el ángel lentamente comienza el regreso. Cuando sale el ángel, se apaga la luz del rancho de María y se enciende la luz del rancho de Isabel. María aprovecha para entrar en el rancho. Isabel está a la puerta del suyo trabajando en un telar. María sale con una manta e inicia lentamente el camino. A todo esto terminó el disco de la anunciación, y nuevamente la guitarra acompaña el recitado. Isabel al ver a María, se levanta y sale a su encuentro).

VISITA A ISABEL

8. Y mientras corría el tiempo, conforme al divino plan,

jué la Virgen con afán a visitar a Isabel,

que, según dijo Gabriel sería la madre de Juan.

9. Al saludarla su prima le dijo

“Bendita tú eres entre todas las mujeres”

y ella dijo en alta voz: “Bendito más bien mi Dios

que amó nuestros padeceres”.

(Sigue la guitarra, se apagan las luces de Isabel. Queda iluminado solamente el fogón. Es el momento aprovechado para sacar los ranchos de María e Isabel, como así las sillas y el telar).

GAUCHO: Cha que había sido leido Don Zoilo. ¡Siga, siga, que va linda la cosa!

10. Llegó así el tiempo sagrado en que Dios debía venir.

El Rey, pa´ saber su influir, mandó a empadronarse a todos

y así a Belén de ese modo José y María se han de ir.

NACIMIENTO

(Del disco “NAVIDAD NUESTRA”, “La Huella”. Aparecen José y María. María puede ir montada en un burro. José, con una bolsa de arpillera al hombro, vestido de gaucho. En María se advierte el embarazo. Recorren la escena hasta llegar a los ranchos de los gauchos matreros. José deja la bolsa frente al primero, golpea las manos y sale un gaucho rotoso y borracho con una botella en la mano, hace mímica explicándole la situación, el gaucho se ríe estúpidamente y los echa, riéndose; mientras José recoge la bolsa y se va, empina la botella. En el segundo rancho, sale otro gaucho con aperos más ricos, los recibe con aire de soberbia, cruzado de brazos. Los escucha y luego patea la bolsa que está en el suelo, y con la mano le indica que se vayan. Humildemente la pareja se va hasta la gruta que preside la escena. Allí José acomoda a María y se pone a encender el fuego. Se va con el burro y lo ata a un palenque. Sobre estas últimas escenas termina LA HUELLA y sigue la guitarra. Puede ser interpretado GATO de Casinello.)

11. Llegaron a la ciudad con los últimos destellos,

pa’ tomar algún resuello golpearon puertas y hogares,

pero en todos los lugares no tenían lugar pa’ ellos.

12. Y sus hermanos los hombres les negaron sus umbrales.

Él vino a curar sus males, y tuvo como un mendigo

que limosnear un abrigo a una cueva de animales.

(Se apagan las luces del escenario, y quedan alumbrados solamente los arrieros. La guitarra sigue sonando en la noche. Esta penumbra es utilizada para que le alcancen el Niño a María, el cual debe estar escondido detrás del pesebre. Asimismo se acomodan los ángeles y entran los pastores para ubicarse frente a los reflectores que iluminaron los ranchos de María e Isabel. Lo hacen lentamente y se acomodan como si estuvieran durmiendo a campo raso. Pueden traer algunas ovejas.)

GAUCHO: La pucha con esos gauchos matreros, ¡canejo! Porque según acolijo no es de gaucho negarle albergue a quienes lo necesitan. ¿Y cómo sigue la historia, Don Zoilo?

13. Y llegó el tiempo sagrado pa’ salud de los mortales;

como un pimpollo que sale floreció el Divino Niño

y la Virgen con cariño, lo envolvió con los pañales.

(Música del NACIMIENTO de “Navidad Nuestra”. Se enciende una luz adentro del pesebre. La escena muestra a la Sagrada Familia. El Ángel Gabriel a un costado de la gruta. En otro momento se enciende la luz que ilumina los angelitos del pesebre. Terminada la música del NACIMIENTO, la guitarra empieza un aire de malambo.)

14. Era una noche de invierno, todo el mundo estaba en paz

y amando Dios por demás al hombre triste y siniestro

tomó un cuerpo como el nuestro pa´ no dejarnos jamás.

15. Y ansí nomás Jesucristo, desde su padre estanciero

agarró nuestro sendero y jué un hombre como todos

sin dejar por ese modo de ser el Dios verdadero.

16. Nació en un hueco de olvido, pudiendo nacer con fama:

jué recostado en la grama, porque ni apero tenía;

pudo ser Reina su Mama, pero fue Mama María.

17. Pecó el hombre contra Dios y se vino todo el mal.

Hoy, sin embargo, el mortal puede rezar con amor:

¡Feliz culpa terrenal, que valió tal Redentor!

LOS PASTORES

(El ángel, desde la gruta, avanza hacia los pastores. Se enciende el reflector y lo ilumina. Los pastores se levantan atemorizados y retroceden. Luego, y de acuerdo al relato, se invitan y se animan a seguirlo al ángel para ir a adorar al Niño.)

18. Velando algunos pastores la majada en derredor

los envolvió el resplandor de un ángel que les decía:

“No teman, hoy es el día que ha nacido el Salvador”.

19. Mientras iban los pastores pa’ ver si esto era veraz

un ejército fugaz de ángeles canta y murmura:

“Gloria a Dios en las alturas, y al hombre güeno la paz”.

(Se escucha “Los Pastores”, chaya riojana, de “NAVIDAD NUESTRA”. Se van encendiendo todas las luces. Terminada la adoración de los pastores, aparecen parejas representando paisanos de distintos lugares de la Patria, del Sur, del Norte, del altiplano. Y bailan delante del Niño. Terminada cada danza van por parejas, adoran al niño y se acomodan a los costados junto a los pastores.)

LOS REYES MAGOS

(Vuelve el acompañamiento de guitarra.)

20. Después que le presentaron al Templo según las leyes

de lejos vinieron Reyes, de una estreya conducidos

pa’ adorar al Dios nacido en un pesebre de güeyes.

(Comienza a caminar la estrella.)

21. Cuando se paró la estrella en la casa del Señor

dentraron al interior pa’ darle de sus petacas

el perfume de la albahaca, con el oro de su amor.

(De NAVIDAD NUESTRA: “Los Reyes Magos”. Éstos aparecen por entre el público. Pero en vez de ropas orientales, simulan señores de la ciudad. Los gauchos no podían concebirlos de otra manera. Los Reyes adoran al Niño y se ubican junto a los pastores. Terminada la música del disco, vuelve la guitarra con TRÉMULO de Falú.)

22. A Tata Dios cara a cara, el hombre jamás lo ha visto

y Dios, habiendo previsto que el hombre lo iba a buscar,

mandó al Hijo en su lugar: nuestro Señor Jesucristo.

(Los gauchos matreros salen de adentro del rancho y van también hacia el pesebre.)

23. Como de noche el charquito parece un ojal de acero

ande se priende el lucero como luciente botón,

ansina su corazón se prendió al Hombre Matrero.

(Los gauchos malos humildemente adoran al Niño, y se acomodan entre los pastores.)

24. Todo su amor se propuso unir al hombre presente

con Dios dado por ausente, como el arroyo serrano

une el charquito lejano a la raíz de su vertiente.

25. De este modo Dios Eterno, vivió la vida mortal

pa’ que el hombre terrenal pudiera imitar a Dios

y ansí vivieran los dos la mesma vida eternal.

(El Angel se encamina lentamente hacia los arrieros.)

26. Si el mesmo Dios bajó al mundo pa’ enseñarnos sus misterios

el hombre de buen criterio y de buena voluntad

debe buscar la verdad y tomar a Dios en serio.

27. Ansina Dios viene a ser nuestro hermano y redentor.

Si bajó tanto el Señor, pa’ subir al ser humano,

no hallo otra razón a mano sino que Dios es amor.

(Sigue el rasgueo de la guitarra. Los gauchos, menos el cantor, advierten al ángel y se levantan asustados. El cantor gira la cabeza y ve al ángel a sus espaldas. El Ángel les hace señas que lo sigan, y los guía hasta el pesebre. Van lentamente. El Cantor, con la guitarra en la mano. Al llegar frente al niño se saca el chambergo y dice:)

28. He venido, Dios eterno, seducido por su luz,

pa’ armar su cuna, Jesús, en estos pagos humanos

con mi poncho de paisano y unas plumas de avestruz.

(Se arrodillan los tres. El cantor adelante de los otros dos y pone su guitarra como ofrenda al Niño.)

29. Yo le dejo mi guitarra, rebalsando de sonidos

y mientras queda dormido con las notas de mi canto,

deje que me acerque un tanto pa’ escucharle los latidos.

(Luego de adorar al Niño, el cantor se levanta. Los otros permanecen de rodillas. El cantor camina hacia el público, se para frente a él, de espaldas al pesebre, mirando al cielo):

30. Nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo

porque me ha querido tanto,

le doy gracias, Tata Dios,

que hasta el fin me dio la voz,

pa’ terminar este canto.

(A todo volumen, el GLORIA de la MISA CRIOLLA. Todo el elenco se pone de pie.)+

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