Proyecto De Evaluación
Lululululu25 de Abril de 2013
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Índice
0. Introducción…………………………………………………………………..1
1. Marco teórico…………………………………………………………………2
2. Fase A: Propuesta de evaluación…………………………………….3
2.1 Finalidad y su de la evaluación……………………………………3
2.2 Papel de los evaluadores…………………………………………….4
2.3 Análisis del programa………………………………………………….6
2.4 Estrategias de evaluación……………………………………………10
3. Fase B: Características de la evaluación….………………………12
3.1 Características de la evaluación……………………………….12
3.2 Estrategias de evaluación………………………………………….13
4. Fase C: Diseño de la evaluación………………………………………..13
4.1 Medios y recursos……………………………………………………….14
4.2 Dimensiones indicadores y preguntas de evaluación…..15
4.3 Estructura de recolección de datos……………………………..27
4.4 Técnicas……………………………………………………………………….28
4.5 Agenda…………………………………………………………………………31
4.6 Difusión y elementos a posteriori…………………………………32
4.7 Estrategias de evaluación……………………………………………..33
5. Bibliografía………………………………………………………………………34
0. Introducción
Nos disponemos a presentar en este proyecto la propuesta de evaluación sobre el programa de la Asociación Coliseo, encargada de la gestión residencial y educativa de menores en desamparo. Dicha asociación, situada en Santa Cruz de Tenerife, se encarga de la gestión de diferentes centros de acogida, siendo el objeto de esta evaluación el Centro de Acogida Inmediata de Ofra. Por tanto, partimos de este programa para realizar nuestra propuesta de evaluación, que como tiene como finalidad fundamental crear mecanismos de mejora sobre el mismo. Para tal fin señalamos que no vamos a centrarnos en lo extenso del programa, por lo que no atenderemos a cuestiones como los recursos disponibles y su gestión dentro de la asociación. En vez de ello incidiremos en dimensiones como la atención e intervención con las familias, el contexto, dimensiones relacionales del menor y demás que iremos detallando en adelante.
Disponemos a introducirnos en nuestra propuesta de evaluación, siguiendo las tres fases fundamentales que aparecen en el esquema para la elaboración de proyectos propuesto desde la asignatura: primera fase en la que definimos las finalidades de la evaluación y el programa de modo apriorístico; una segunda fase, en la que enmarcamos teóricamente nuestra propuesta; y por último, la tercera en la que realizamos todo el diseño de la evaluación detallando medios, recursos, técnicas de recogida de datos y cómo vamos a sintetizar todo ello y qué medidas vamos a poner en marcha para la difusión de la evaluación.
1. Marco teórico
Antes de comenzar con nuestra propuesta de evaluación, es interesante que hagamos a modo introductorio un pequeño estudio teórico del campo, situando las perspectivas e intereses, y las formas de evaluación que éstos definen para así ubicar al lector en la evaluación. Existen tres perspectivas fundamentales que además presentamos por orden cronológico.
En primer lugar podemos definir una perspectiva técnica, centrada en un “tipo de saber generado por la ciencia empírico-analítica que se basa en la experiencia y la observación, propiciada a menudo por la experimentación” . Es pues que busca generar un conocimiento objetivo y establecer leyes generalizables, en el que el evaluador es un técnico que toma las decisiones y establece un diseño de la evaluación cerrado, analizando los resultados de los programa, entendiendo la educación como un proceso tecnológico. La evaluación se encarga entonces de comprobar a través de los resultados el grado de consecución de los objetivos. El producto de la misma es un informe final técnico destinado a los expertos.
La segunda perspectiva que presentamos es la práctica, enfoque que deja atrás la obsesión por la objetividad del anterior. Busca comprender las situaciones complejas fruto de la interacción y del contexto, por lo que genera un conocimiento subjetivo. Ahora el diseño de la evaluación no es cerrado sino más bien adaptado y flexible, y los frutos de la misma propician un informe apropiado no tanto de forma exclusiva para los técnicos sino para satisfacer a las diferentes audiencias, siendo claro el interés de difundir los resultados. Es por tanto una evaluación de carácter cualitativo frente al carácter cuantitativo del enfoque anterior.
Por último presentamos el enfoque crítico que tiene “un interés fundamental por la emancipación y la potenciación para comprometerse en una acción autónoma que surge de intuiciones auténticas, críticas, de la construcción de la sociedad humana” . Es pues que este enfoque tiene un interés que trasciende un paso más del enfoque práctico, apostando por la transformación y la puesta en marcha de procesos de empoderamiento. La evaluación tiene estos principios por objeto, planteando decisiones, valoraciones y juicios críticos que surgen de los propios implicados.
2. FASE A: Propuesta de evaluación
En esta primera fase, como ya comentábamos con anterioridad, realizamos un análisis acerca del para qué de nuestra evaluación, los usos que va a tener ésta, así como nuestro rol como evaluadores de la misma, y un breve análisis del programa que vamos a evaluar. Por último añadimos un apartado que va a parecer al final de todas las fases que presentamos en el que se incluyen las estrategias de evaluación, esto es, acciones concretas detalladas en espacio, tiempo e implicados que vamos a realizar en la inmanencia de la fase.
2.1 Finalidad y uso de la evaluación
El proyecto de evaluación que aquí presentamos se refiere al programa de la Asociación Coliseo, encargada de la gestión residencial y educativa de menores en desamparo y en cuyas funciones y objetivos profundizaremos en adelante (ver documento J. Santana, cita detallada en la bibliografía). La propuesta que aquí presentamos tiene como principales finalidades la mejora y dar pie a un debate crítico sobre las acciones de la asociación. Esto significa que nuestra labor va a ser la de aportar evidencias para vislumbrar posibles mejoras en las acciones del programa, así como implicar a los diferentes agentes en un debate crítico sobre las propias prácticas de la asociación, permitiendo una reflexión acerca de la práctica para la mejora de éstas.
2.2 Papel de los evaluadores
Los evaluadores, por ser agentes externos a la asociación Coliseo desempeñan un papel externo, tomando la figura de expertos técnicos sobre evaluación, sirviendo de apoyo para las personas de la entidad así como promoviendo y apostando por la mejora. En este sentido entonces definimos que la evaluación va a ser realizada de forma externa. Aun esto, nos parece interesante crear un equipo o consejo de evaluación interna, formado por miembros de la propia asociación, con el fin de tener contacto directo con los interesados en la evaluación, así como para discutir, consensuar y tomar decisiones acerca de los diferentes momentos de la evaluación y las informaciones recogidas. Recordamos que la propuesta de evaluación que aquí presentamos tiene como fin primordial la mejora y con este equipo de evaluación interna asesorado por los evaluadores externos pretendemos que en todo momento de la evaluación los propios implicados participen y vayan definiendo los pasos a seguir y problemas relevantes, algo más propio de un diseño emergente e integrador, que de una perspectiva técnica en la que los implicados quedan al margen como meros informantes y es el evaluador el que tiene toda la potestad en la elección de temas y en el manejo de la información. Observamos en el programa de la entidad y en la reunión previa al diseño que estamos presentando que la institución no tiene organismos formales para la evaluación o la coordinación al respecto, por lo que proponemos la creación de este espacio de forma permanente.
El equipo estará formado por los tres evaluadores externos, el director del centro, el coordinador, los tres educadores coordinadores, tres educadores y un empleado de servicios. El equipo estará formado entonces por 12 personas, pues nos parece relevante introducir un empleado de servicios pues en la reunión previa el coordinador del centro señalaba el gran conocimiento de estos empleados acerca de las relaciones y la vida en el centro debido al contacto continuo y distendido que tienen con los menores acogidos. Proponemos además que hayan dos reuniones de coordinación a la semana, una situada el lunes y otra el viernes, a fin de organizar las actividades de evaluación que se llevarán a cabo durante la semana, y el viernes para observar la marcha de ese plan semanal y estimar si la recogida de información y las actividades de evaluación han sido suficientes para lo propuesto
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