QUÉ ES LA ECOÉTICA?

¿QUÉ ES LA ECOÉTICA?

La ecoética, también conocida como Ética Ambiental, es una propuesta moral basada en la sensibilización ecológica del individuo, la cual trata de aplicar principios morales a la acción del hombre respecto a la naturaleza.

La ecoética es parte de la Filosofía, y de la Ética aplicada, también ejerce influencia en una larga lista de disciplinas como Derecho, Sociología, Economía, Ecología, Geografía, etc.

En esta disciplina se estudian los principios, las normas, los valores, los fines, las interacciones y las decisiones que permiten tener una relación adecuada, armónica y ordenada entre la persona y la naturaleza.

La ecoética afecta al ámbito personal, social e individual, tanto en los intereses, necesidades y preferencias, como en los deseos con respecto al medio ambiente. Fomentar una ética ambiental y desarrollar el aspecto axiológico (conjunto de valores) son algunos de los objetivos de la educación ambiental.

Por lo tanto, es una ética de la naturaleza (que incluye ríos, animales, plantas, océanos, desierto, etc.) donde el ser humano es contemplado como un sujeto natural que es corresponsable del estado ambiental, por lo que no se le puede considerar al margen del todo natural. No sólo somos un producto de la naturaleza, sino un factor que la determina y la transforma a partir de las acciones emprendidas.

La ecoética da importancia a los recursos naturales, que son limitados y deben ponerse a salvo de la explotación. Otro punto es la defensa de la biodiversidad de especies animales y vegetales, que constituyen el verdadero sentido de la vida en la Tierra.

Es importante considerar la ecoética como una parte integral del ser humano, de las empresas y de otras organizaciones. Que en cada decisión que se tome se tenga en cuenta el impacto que puede tener en el medio ambiente.

La Ecoética descansa en dos principios fundamentales:

• El biocentrismo: subraya la inserción del ser humano en el orden natural: el hombre es un animal de tantos y sus diferencias con el resto de especies son cuantitativas, en modo alguno cualitativas.

• La ecodependencia: afirma que todo ser viviente debe ser puesto en valor por sí mismo, con lo que se da algo así como una dignidad natural aparejada a toda expresión de vida.

Leyes de la Ecoética

• Primera ley de la ecoética

Establece que todos los seres vivos son interdependientes. En este proceso todos dependen unos de otro, por ejemplo los humanos al cazar y al pescar tienen que controlar qué cantidades cogen porque tienen que dejar un margen para respetar esa especie y no extinguirla y para que se pueda seguir aprovechando de esas especies moderadamente.

• Segunda ley de la ecoética

Afirma que la estabilidad (unidad, seguridad, armonía) de los ecosistemas depende su diversidad (complejidad). Un ecosistema que contenga cien especies distintas será más estable que otra que solo tenga tres.

• Tercera ley de la ecoética

Establece que todas las materias primas son limitadas (alimentos, agua, aire, minerales, energías) y que existen límites en el crecimiento de todos los sistemas vivos. Estos límites se hallan determinados por el tamaño de la tierra y por la limitada cantidad de energías que nos llegan del sol.

Historia del pensamiento occidental en relación con la naturaleza.

En la antigüedad, los filósofos se ocuparon de la acción de los factores ambientales sobre el crecimiento, la multiplicación y la difusión de los seres vivos.

Platón formuló el llamado principio ecológico PPP que dice: “el que contamina debe pagar”. Al mismo tiempo, las civilizaciones antiguas tenían reservas de caza y parques naturales.

Demócrito y Leucipo consideran al universo material, incluidas las plantas los animales y el cuerpo humano como una pura y simple máquina en oposición al espíritu humano.

De esta forma, aparece en Roma una mentalidad que considera la naturaleza prácticamente como materia prima para el hombre y sus fines. La falta de escrúpulos de los romanos ante la naturaleza se basa en su convicción sobre el poder del hombre y en la consideración de la naturaleza como mera fuente de recursos.

De este modo, se va delineando una comprensión de la relación del hombre con la naturaleza. Sus tres características son las siguientes:

• Todo gira en torno al hombre y sirve para fines y utilidades.

• La historia humana tiene su significado en un progreso continuo.

• Sólo tienen en el hombre un verdadero carácter “humano” las fuerzas racionales que tienen un fin, mientras que sus sentimientos y si inconsciente son o algo patológico o que no existe de ninguna manera.

Con el Renacimiento, el hombre se hace consciente de su ser libre e independiente.

• Descartes pone las bases doctrinales de la separación entre el hombre y la naturaleza, la cual se convierte en puro objeto de experimentación, y se concibe la relación hombre-naturaleza como la de sujeto-objeto, dominio-sometimiento.

• F. Bacon afirma que saber es poder, al concebir la ciencia como un saber que convierte al hombre en “señor y propietario de la naturaleza”.

• A. Schopenhauer enseña una moral de compasión y de la igualdad de todos los seres vivos, tanto por su nacimiento como por su muerte y afirma que “quien es cruel con los animales no puede ser un buen hombre”. El hombre no muestra su humanidad en explotar a los animales para sus fines, sino al recordar su comunidad con todos ellos.

El existencialismo considera a los objetos de la naturaleza como lugares de una contingencia ilimitada y trata a los animales, árboles y las estrellas como algo existente de lo que puede servirse el hombre.

Actitudes intelectuales históricas ante la naturaleza

A) Actitud naturalista

Clásica, procedente de la cultura griega: la naturaleza es el orden y criterio de la bondad; lo natural es bueno y la alteración es mala.

B) Actitud emotivista

Mundo moderno. Los juicios morales sobre lo bueno y lo malo dependen de la creencia, expresada por los sentimientos o emociones que experimentamos.

C)

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