RELATO: DECIDÍ SER EXCELENTE

Soy una pieza importante en la universidad privada más grande de México, yo formo parte de Universidad de Valle de México, específicamente, del Campus Hispano. Soy integrante del área dedicada a lograr que la universidad crezca cada vez más. Mi función principal es traer la materia prima para poder concretar inscritos, yo soy Martín Ballesteros, yo traigo al área comercial la base de datos, es decir, los contactos de aquellos que están en busca de una opción educativa para continuar sus estudios en el siguiente nivel. Yo, conecto a los prospectos con UVM. Yo soy vinculador.

“Tú función no es tan complicada”, decían. Mi único trabajo cuando ingrese hace ya algunos años, era traer números telefónicos y los nombres de las personas a las que pertenecían. No había nada más que hacer. Todo era permitido. Todo era “válido”. No importaba si los compraba, si los obtenía con mentiras, si eran copiados de otras bases de datos. Mi trabajo era traer números y nombres y las formas que antes mencione, eran las formas en las que siempre se había hecho las cosas.

Los resultados con respecto a las metas siempre eran deficientes, nunca se alcanzaban los estándares que corporativo o la región planteaban. Inscribir costaba mucho para mis compañeras asesoras, a fin de cuentas, es difícil vender un servicio o producto desconocido para el prospecto y más cuando este no tiene ni idea de cómo es que UVM lo contacto. Los posibles inscritos, desconfiaban de UVM, no sabían que era UVM, que les ofrecía esta escuela, porque interesarse en una opción que `me dice poco pero me exige que confíe y me quede ahí’.

Estábamos haciendo las cosas mal. Esa no era la forma de lograr las metas.  Si bien somos una empresa que tiene como finalidad obtener ganancia del servicio que presta y metas comerciales que alcanzar; somos, antes que nada, una institución que está comprometida con la formación de seres humanos a los que, nuestro deber ser, dicta que debemos desarrollar para que aporten de manera positiva a la sociedad.

Cuando un asesor inscribe a un alumno o alumna, anota un punto a la meta comercial de UVM pero también está ayudando a una persona a tomar una de las decisiones más importantes de su vida.

Conocí a UVM en pocos meses, me dedique a saber más de lo que conforma a esta gran universidad y descubrí que había mucha propuesta de valor y diferenciadores importantes con respecto al resto de las universidades que podían ser opción para nuestros futuros y posibles alumnos. Decidí que las cosas se estaban haciendo mal. Decidí romper con el paradigma “así siempre se han hecho las cosas”. Decidí mostrarles a los chicos que buscaban una opción para continuar preparándose que, UVM era la mejor opción, decidí ser parte influyente y positiva en una de las decisiones más importantes de su vida.

Comunique el valor de la universidad y me acerque a los prospectos de una manera honesta, ofreciéndoles un beneficio real y por mucho, mejor al que encontrarían en otro lugar. Los datos que ahora obtenía UVM eran datos de personas ya informadas, realmente interesadas y en algunos casos ya enamoradas de la universidad. Las metas de pronto se veían más alcanzables y menos complicadas de lograr. Le di un sentido profesional a mi trabajo. Crecí el perfil del puesto para el que fui contratado, demostré que había una manera ética y profesional de contribuir y lograr no solo mis objetivos, sino los del área, del campus y en definitiva los de la universidad.

...