SIN LUGAR A DUDA Y SIN LUGAR A LA OPRECION

SIN LUGAR A DUDA Y SIN LUGAR A LA OPRECION

De todos los mundos tenía que ser éste. De todas las vidas tenía que ser en la que te conocí.

Por hechos, verdades o maldiciones estoy en esta mesa redactando una rara sensación de alegría, ansiedad, desvelo y muchas sensaciones más que hoy a mi han llegado.

Esperando que esta tienta no me falle y desde la manera más grandiosa que no he podido oprimir por temor a equivocarme, es la de poder agradecer tu amistad como uno de los hechos de la vida más dulces de los cuales admiras y no esperas respuesta.

¿Cómo poder hacer sonar algo grandiosamente moral que no suene a palabra ocasional ni a literal di vagante? Solo guardando en el rincón más atesorado de mí ser el atrevimiento del deseo de tan grandiosa sensación que se ha figurado de aquella persona que con esa manía y grata presencia logra que ponga mi más grato y sincero respetar.

Escribo hoy, que solo a los oídos de tus emociones lleguen estas notas en las que solo puedo expresar de un grandioso latido, de un profundo sentimiento la dicha de poder ver tu mirar.

Anhelando lo mejor en todos los días que te acompañan, encontrando en ellos las metas realizadas de las cuales tienes convicción, ese es mi deseo.

Vida tan irónica y volátil, porque bajo la lluvia y un autobús con rumbo conocido solo podía figurar tu mirar en mi ventana que miraba a lo infinito.

Me gustas sin más palabras o sonetos que expresen a un chico desvalido.

Me gustas con la mayor gracia que un hombre pudiera expresar.

Me gustas por que en la dicha que te encontré pude sentir la confortabilidad de tu presencia.

Me gustas por la verdad de seguir pensando en ti.

Me gustas porque en ti pude encontrar la cálida sensación que creí haber olvidado.

Me gustas porque en mi ser están todas aquellas palabras guardadas que han deseado salir para contar a los cuatro vientos que me gustas.

Me gustas de la forma más maravillosa que se puede expresar. Pura y sincera.

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