SUBJETIVISMO Y RELATIVISMO

Colegio Seminario Redentorista

San Clemente María Hofbauer

I Foro de Filosofía, Literatura y Política "El hombre como eje fundante de las ciencias sociales y humanas"

“La historia, la memoria y el olvido.”

Estudiante: Andres M. Cardona Parra.

Docente: Lucy M. Hernández.

Grado: 11º1

Manizales (Caldas)

Mayo de 2014

El objetivo de este escrito es establecer la relación entre la memoria política colombiana y los colapsos estatales vistos como fenómenos sociológicamente inaceptables, pese a esto hacen parte de la constitución simbólica de los sujetos y aun materializan una identidad colectiva sumida en gran nivel por la coerción.

La memoria política particularmente, es refrescada por millares de imágenes que rodean el medio de desarrollo del ciudadano, de imágenes que parecen interminables, que seden su papel a una hija casi idéntica a la madre, como ejemplo claro de esto, tenemos uno de los mayores acontecimientos no solo de Colombia sino de Latinoamérica, como lo fue el genocidio político de la unión patriótica vivido en Colombia en las últimas décadas del siglo XX, Resulta inexorable la evocación de imágenes como el baile rojo, para caracterizar una patria que las nuevas generaciones no identifican, para sensibilizar y reconstruir una memoria ya perdida en el trasegar de una afanada vida política como la de Colombia. Para investigadores como Gonzalo Sánchez, la memoria política colombiana representa un fenómeno ambiguo debido a que puede cumplir una función liberadora, pero también cumplir efectos paralizantes sobre el presente, para mí, la memoria política de Colombia no es más que una burla, concreta y descarada, no es más que el olvido de luchas que estremecieron una y otra vez al continente. Lastimosamente nuestra memoria no es estrictamente de celebración, no está siquiera familiarizada con una conmemoración, o con el orgullo patrio, sino con el deber del hombre por empezar a forjar un nuevo estado, por conmover una nación embriagada de sangre, no tiene nada que ver con la exaltación del pasado, pues este resulta sombrío, sino con evitar que esta sombra nos alcance que ese sueño efímero en el que perecemos cada noche deje de ser la causa de la fractura política de nuestro país y empiece a congraciarse con quienes lo desangran día a día.

Colombia se constituye en una coyuntura que evidencia una conglomeración de guerras irresueltas con las guerrillas, los paramilitares, los narcotraficantes y los mismos políticos que cumplen un papel protagónico en la irrupción de la violencia urbana que da inicio a la más reciente degradación colombiana. La no resolución de nuestro conflicto armado ha incidido de manera directa en la fragmentación

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