Se Necesita Una Vida

Últimamente no tengo tiempo de escribir. Ni tiempo, ni a penas inspiración. Normalmente lo que me inspira a escribir es que siento algo intensamente y necesito convertirlo en tinta. En realidad creo que solo tengo dos sentimientos intensos. Siempre lo he pensado . Uno me causa euforia y bienestar. Otro me hace sentirme derrumbada, con los nervios a flor de piel, me hace temblar. No se si es que soy un poco masoquista pero me he acostumbrado a ese sentimiento que desencadena un río de lágrimas y respiraciones aceleradas. Es triste tener que sentir eso para sentirme completa. Es como mi mal necesario. Me hace daño, no siempre, pero lo hace. Y duele, pero soy capaz soportarlo porque hay algo que me ata, que me impide dejar de estar junto a ello. Es como un tarro lleno de cosas desconocidas. Imagina ese tarro. En él puedes meter la mano para coger lo que quieras, pero no puedes ver lo que hay en el interior. Puedes alargar la mano cuantas veces quieras para coger de su interior. Hay veces que del tarro sacas la mano llena de heridas, porque te has pinchado con algo que hace daño. Pero hay veces que sacas cosas que te gustan, que te agradan y te hacen sentir placer, como dulces. Tu quieres saber lo que hay en el interior, intentas mirar por el agujero del tarro por el que metes la mano, pero siempre que miras está vacío. Así es mi mal necesario.

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