Sentimientos

SENTIMIENTOS.

Definición de Sentimientos.

La génesis del sentir radica en la capacidad que tiene el organismo para recibir los estímulos exteriores que a su vez, originan unas respuestas adecuadas a ese mundo de donde procede el estimulo. En consecuencia sin un organismo que se adapta para reflejar los hechos materiales del mundo exterior, no tendríamos sensibilidad.

El sentimiento nace de una comunicación objetiva de la reciproca dependencia humana e implica que sintiendo a los otros, a la vez me siento.

El objeto provocador del sentimiento lo obtenemos por una de estas tres vías: 1) por los órganos de los sentidos, es decir, sensopercepciones; 2) por la evocación de la situación originaria; 3) por la representación del objeto.

Los sentimientos son realidades interiores, subjetivas, espirituales, son sentidos experimentados, sensibles que solo podemos sentir con el cuerpo.

El sentimiento es el estado del sujeto caracterizado por la impresión afectiva que le causa determinada persona, animal, cosa, recuerdo o situación en general. El sentimiento, al ser de menos intensidad que la emoción, es experimentado por el sujeto como algo que le acontece exclusivamente en el plano de el mismo como sujeto, mas concretamente en el nivel anímico.

Los sentimientos son objetos mentales del que los experimenta, y desde el punto de vista semiótico, son connotaciones que al sujeto le provoca un objeto.

Los sentimientos son instrumentos de que dispone el sujeto para la relación (emocional, afectiva), tanto con personas, animales y cosas, cuanto consigo mismo, es decir, con sus pensamientos, fantasías, deseos, impulsos… a todos ellos denominados genéricamente “objetos”…

El sentimiento es el reflejo interior de los sentidos, la conciencia de mis estados corporales. La emoción aparece como la expresión exterior, estado leve y pasajero del sentimiento, pero este no es posible sin ella.

Los sentimientos son emociones materializadas por que sentimos siempre por algo o por alguien; son nuestros sentidos espirituales, dirigiéndose hacia un mundo real o posible. Pero, para llegar a experimentar sentimientos reales, hay que conocer previamente las emociones que vivimos, un largo y penoso trecho a recorrer.

Función de los Sentimientos.

Los sentimientos sirven 1) para vinculación eficaz, interesada, con tales objetos para atarse a ellos mediante un lazo precisamente afectivo; y 2) para la organización jerarquizada de los valores, una organización singular, exclusiva de cada sujeto, por lo tanto egocéntrica.

El sentimiento nos guía en la preservación y extensión de nuestro organismo social (nuestro Ego). Nuestros sentimientos se expresan: dan la información fundamental sobre lo que realmente somos. Un hombre sin sentimiento es inimaginable.

La Clasificación de los Sentimientos.

Los sentimientos en la antigüedad eran conocidos como las pasiones del alma existía una clasificación que fue la tabla escolástica.

La tabla escolástica de las pasiones divide estas en concupiscibles e irascibles. Las primeras son el amor y el odio, la concupiscencia o deseo y el horror o fuga, el gaudium o delectatio y la tristia o dolor. Las irascibles son la esperanza y la desesperación, audacia y el temor y la ira.

El gaudium indudablemente puede serlo cuando consiste en alegría vital, confianza y tranquilidad seguridad de la existencia. Pero del gaudium al menos en cuanto delectatio, ya hemos hablado en conexión con la frutio. Hay sin duda otros modos de enfrentarse emocionalmente con el mundo, la calma o el sosiego, por ejemplo, el temple inquisitivamente teorético (theria, y otium), apatheia y la ataraxia o aequanimitas, que por presentar características opuestas a la conmicion o subitaneidad de las pasiones quedaron fuera del cuadro de estas. Dentro de él vamos a considerar por vía de muestra provisional y casi sin valor de lo que habría de ser una teoría de los modos del talante en su función ética, el temor y la tristia en sus diversas variedades, la esperanza y la desesperación y finalmente el amor.

La tristia es una clase de dolor, el dolor causado por aprensión interior. El dolor serviría como purificación o decantación de los sentimientos de nuestro ethos, por el que nos desprenderíamos de cuanto no pertenece a nuestro ser personal.

La misericordia es el sentimiento enteramente natural y primario de simpatía, o mejor de lastima, compasión.

La compasión como todos los sentimientos es una cosa distinta a la virtud y constituye un movimiento de autoprotección de la sensibilidad.

La acidia es el hastió profundo, es la falsa humildad que rechaza lo que constituye exigencia, es la embotada indiferencia, la desgana o la sequedad espiritual.

En conexión a la acidia deben mencionar el aburrimiento y la melancolía. Uno y otra son ambivalentes por el tedio y la nostalgia puede el hombre remontarse a lo eterno o puede sumirse i enviscarse en el pecado.

La melancolía hace suavemente lo que al angustia descubre la insuficiencia de las cosas y del mundo. Vacío que a diferencia del aburrimiento no se espera poder colmar.

La angustia se diferencia del temor por que no tiene objeto determinado, pero ya esta ahí es decir, no es un ente, no es nada, es la nada.

La esperanza debemos hacer una distinción de tres realidades: en primer lugar la espera o pre-tensión de un ser futuro, que es un ato entitativo algo por tanto que en rigor somos, en segundo lugar la esperanza habito afectivo o sentimiento al que la naturaleza tiende la espera y en tercer lugar el aguardo acto que implica siempre espera y aun esperanza por tenue y desesperada que esta sea. La esperanza es un modo afectivo de ser es también un cambiante estado de animo.

El amor, el amor autentico es tendencia a la felicidad y búsqueda de la perfección: es amor a lo mejor de si mismo y consiguientemente incluye en si el amor a Dios y a los hombres (Aristóteles).

El amor es apetito sensible es claro que puede ser un sentimiento espiritual (racional), pero no virtud, porque siempre es tendencia a un bien que no se posee enteramente ya que por su posesión no satisface el apetito. ( la concupiscencia lo es siempre de bienes infinitos. El amor conforme a la estructura entitativa de que es manifestación afectiva,

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