Sobre la critica y el arte contemporaneo

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Sobre la crítica y el arte contemporáneo

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Hace algunos meses tuve que entrevistar al pintor chileno Hugo Cárdenas, durante la conversación él dijo algo que desde ese momento  quedó haciendo demasiado eco en mi conciencia, “(…) No veo buenos músicos, buena pintura, buena televisión, estamos en un apagón cultural desde hace muchos años, 30, 40 años más o menos”, cerrándonos más bien en el ámbito de las artes visuales, afirmo que el mundo entero está pasando por un período en el que las líneas de lo que es arte y no es arte son demasiado difusas, gracias a eso vivimos un tiempo en donde la sensación de insuficiencia artística es más que clara. Se trata, por estas mismas condiciones actuales que me parece de vital importancia que la crítica del arte favorezca desde ya mismo (porque ya es tarde) el cambio definitivo para que el sistema-arte, basado en el intercambio mercantil de las prácticas artísticas y prácticas vacías y banales, acabase. Para eso es necesario rescatar la instancia mediadora de la crítica, la cual ha sido olvidada por muchos y solo es posible de salvar mediante un intercambio de ideas del crítico, artista y público.

Sí, hoy en día es difícil establecer un límite al arte,  ya que incluso, (por ejemplo) un teléfono dentro de una vitrina en un muso ya es considerado un obra artística. “El arte ha muerto. Sus movimientos actuales no reflejan la menor vitalidad; ni siquiera muestran las agónicas convulsiones que preceden a la muerte; no son más que las mecánicas acciones reflejas de un cadáver sometido a una fuerza galvánica” (Arthur Danto, "El final del arte", en El Paseante, 1995) Basándose en textos de Hegel,  Danto, en su texto “El final del arte” explica como todo en el mundo del arte está inventando y no hay nada novedoso.  Es muy importante para poder entender el arte hoy en día y quizás sacarlo de su estancamiento,  saber que el arte contemporáneo está otro nivel de conciencia y que es millones de veces diferente al arte que teníamos hace 6 décadas, no se trata de quien ponga el objeto más extraño dentro de una vitrina para que se vea más “novedoso” , si no de quien tiene la capacidad de elevarse a nivel de pensamiento para poder crear algo ,que quizá sea imposible, que despierte las mentes dormidas de este milenio. Para llegar a ese paso tan revolucionario, es necesario extender dentro de las escuelas de arte el desarrollo de la crítica artística y el arte teórico, porque esa es la única manera de hacer que florezca esta idea chiflada de transformar  todo este campo.

Una de las cosas más importantes y de por qué debería perfeccionarse mucho más la crítica, es que influye directamente en el público. Tiene la capacidad de responsabilizarse acerca de qué difunde y cómo se difunde un mensaje artístico, tiene la capacidad de explicar, tiene , además, la capacidad de manipular en la toma de decisiones, gusto y comprensión del espectador  y en gran consecuencia, educar a la gente sobre el arte, interesar a la gente, y concientizar a la gente.

Hemos recorrido una parte minúscula de lo que la crítica del arte realmente engloba  dentro del arte contemporáneo y falta de inserción en el mundo, comprobando que  este proceso aún debe encargarse de ciertas variables que mejoren y enriquezcan su propio campo. Muchos críticos de arte son escritores, filósofos, comentaristas, entre otros, que poco tienen que ver en el campo del arte, por eso, yo quiero dedicarme a la crítica, pero además, al arte, con el objetivo de poder tener ambas visiones y que el fruto de a lo que me dedique definitivamente tenge un enfoque mucho más completo y complejo.  Quiero hacer lo posible para que el mundo sepa que estamos luchando por salir de este estancamiento que nos ha oscurecido desde hace más de 30 años.

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