TEOLOGADO PP. DOMINICOS EN MADRID: ELEMENTOS INVARIANTES Y TIPOLOGÍA: ENLAZAMIENTO SECUENCIAL DE LOS MISMOS

ANÁLISIS COMPOSITIVO.

TEOLOGADO PP. DOMINICOS EN MADRID: ELEMENTOS INVARIANTES Y TIPOLOGÍA: ENLAZAMIENTO SECUENCIAL DE LOS MISMOS.

El patio no es tan sólo un elemento totalmente principal en la historia de la arquitectura, desde la antigüedad hasta la edad moderna, como todos sabemos; es también la base de un verdadero sistema de composición, el soporte de un modo de proyectar tan universal como variado. Y tan importante que puede decirse que para muchos de los usos y para numerosas culturas humanas no ha habido otro en realidad, de modo que el sistema de patios o claustral -corno me ha parecido útil llamarlo también- se ha identificado en algunas etapas y civilizaciones con la arquitectura misma.  (Capitel, 2005, pág. 6)^[1]

Miguel Fisac en su conjunto Teologado PP dominicos entendió la importancia del patio como punto generador y distribuidor, el cual toma un protagonismo central en la composición; reuniendo y reinterpretando los elementos invariantes de esta tipología (iglesia con respectivas capillas y sacristía; refectorios y sectores habitacionales para padres) con ojos modernos y afines a un programa de necesidades especifico.  De manera casi centrifuga se organizan los instintos espacios, encadenados secuencialmente por las distintas galerías y pasillos ordenadas alrededor del patio.

El patio como modo de habitar, como sistema, puede definirse como un tipo, si se quiere, aun cuando es algo más que eso: es un arquetipo sistemático y versátil, capaz de cobijar una gran cantidad de usos, formas, tamaños, estilos y características diferentes. (Capitel, 2005, pág. 6)2

ANÁLISIS COMPARATIVO.

COLEGIO APOSTÓLICO DE ARCAS REALES (COLEGIO PP. DOMINICOS) EN VALLADOLID: ELEMENTOS INVARIANTES Y TIPOLOGÍA: ENLAZAMIENTO SECUENCIAL DE LOS MISMOS.

Antes de comenzar la comparativa compositiva de las dos obras ya mencionados, debemos tener en cuenta ciertos mecanismos proyectuales empleados por el artífice de estos. En ellos, Miguel Fisac diseña cada una de las piezas de forma independiente, atendiendo a sus necesidades programáticas y que cada una de ellas tuviese una orientación adecuada para luego buscar interconectarlas entre sí por medio de una forma fluida logrando conformar un todo integral y eficaz desde el punto de vista funcional.

En el colegio dominicos de Valladolid, Fisac aplica este mecanismo, donde las conexiones son establecidas por medio de galerías abiertas en el claustro, complejizándose dado que se desarrollan en forma de “L”, poniendo en relación todas las partes del conjunto. Asimismo, se accede al conjunto a través de los laterales, entrando directamente al patio del claustro.

La primera diferencia que encontramos con el Teologado PP. Dominicos es la posición de la iglesia con respecto al conjunto. En el colegio, funciona como elemento central, como el protagonista de la composición, donde todo se estructura a través de su eje, de forma simétrica, generando las dos partes principales del programa. La simetría se ve rota en la aparición del alero de ingreso del bloque norte, proporcionando una tensión oblicua y equilibrada.

En el Teologado de Dominicos de Madrid, la iglesia no se posiciona centralmente, probablemente para jerarquizarla en un lugar relevante como cabeza visible de todo el conjunto.

A su vez, responde de manera muy clara a los mismos principios compositivos mencionados anteriormente, donde vemos la relación dialéctica de tres grupos programáticos a materializar; los cuales son conectados entre sí mediante galerías abiertas y cerradas (permeables a la vista) definiendo de forma clara los espacios exteriores con los que se relacionan. Asimismo, recupera el elemento de galería lineal, que une las dos zonas de hermanos y padres jóvenes, e introduce también de nuevo la galería en ‘L’, que da acceso a la Iglesia.

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