Valentía Del Suicida

La mayoría de las personas piensan que suicidarse no tiene sentido, que es un acto de cobardía, que un suicida es aquel que no tiene la fortaleza para enfrentar sus problemas y decide irse por el camino más fácil, la muerte. Para mí, éste es un acto de valentía, el ser que lo comete posee una admirable fortaleza, cualquiera no se arriesgaría a sufrir.

Tiempo atrás, el suicidio era considerado un acto horroroso, un pecado para creyentes. La iglesia decretó que a la persona que cometiera suicidio no se le aplicarían los rituales tradicionales después de su muerte, también eran confiscadas todas las propiedades del suicida y su cuerpo llegaba a recibir fuertes humillaciones. La iglesia católica lo igualaba al homicidio porque atentaba contra la vida y por este motivo el cuerpo no podía ser enterrado en suelo sagrado. Para los islámicos el suicidio es un camino para llegar a la vida eterna con Alá, pero ellos no solo dan su vida sino la de muchos inocentes.

Cada año se suicida casi un millón de personas, una muerte cada 40 segundos de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, ante esta creciente estadística se debería alertar sobre la tendencia y buscar prevenirla sin olvidar el derecho de cada quien para decidir cuándo y cómo morir, en tanto no dañe a otros. Al fin y al cabo es su vida y toda persona es responsable de sus actos. Pero hay actos individuales como el suicidio que es responsabilidad de todos, si por egoísmo o indiferencia no ayudamos a quien es incapaz de continuar luchando a solas. Es obvio que el suicida no contó con un apoyo externo suficiente ni con una esperanza de cambio que le prometiese un mejor futuro, y por eso renunció a este.

No tiene sentido calificar a alguien de cobarde por haberse suicidado. Si alguien elige suicidarse es porque dejó de sentir motivación vital, porque pensó que la vida era tan dolorosa que solo la muerte le proporcionaría alivio, porque no pudo resistir una situación intolerable, porque al intentar escapar de ella perdió o creyó perder y opto por el suicidio. Si una persona agobiada solo ve una vía de escape ante sí, no es culpable por seguirla y nadie tiene autoridad para juzgarla.

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