Zarathustra O La Rupturade Lo Establecido

Zarathustra o la ruptura de lo establecido

Angélica Mancilla Amador

Introducción

La tradición judeocristiana ha invadido las culturas, a la humanidad entera; quizás no todos los pueblos pero de alguna u otra manera la ideología de un mundo mejor, más allá de la vida o después de la muerte, se encuentra creciendo como musgo. Una ideología que se ha servido de la necesidad de las grandes mayorías de personas que saben inalcanzables las delicias de una vida de creatividad, de júbilo, de reposo, de convivencia con el prójimo; de tal manera que sus anhelos de encontrar la dicha la postergan para una gloria prometida, a la cual apuestan toda su esperanza, porque su vida cotidiana es miserable y quizás para poderla soportar es mejor una vida después de la vida.

Aquellos humanos, aquellos pueblos que han decidido creer y atesorar sueños para otra vida, se han dado por derrotados; aunque no lo expresen de viva voz.

El fracaso de antemano, antes de luchar está la derrota, no han necesitado entrar en una guerra, no han necesitado perder sus riquezas, no han necesitado perder nada; nacieron con pérdida y por tal motivo, deciden sin proponérselo asumirse como derrotados y perdedores. Eso es lo que ha hecho la ideología judeocristiana; enmarcada en un monoteísmo, erigiéndose como superior en concepto porque toda cultura que se aprecie de ser evolucionada ha pasado del politeísmo al monoteísmo. Y no hay alguien acaso que se pregunte:¿por qué Dios es masculino?

Esta ideología ha sido tan poderosa porque lleva consigo las estrategias del desprecio a los propios seres humanos; para evitar que se cuestionen sobre las enseñanzas que están contempladas en la creación divina, en laBiblia, dictada por un ser supremo que no es hombre, tampoco es un hombre supremo, es un ser con imagen de hombre pero no lo es, es un todo poderoso, que debe ser incuestionable. Significa que se debe creer en él sin mayor cuestionamiento, si es que acaso alguien, después de ser adoctrinado puede cuestionarse.

Una vez que se inicia la era cristiana, han existido personajes que se han preguntado sobre la existencia de ese dios judío, sobre la divinidad y existencia de un Dios hijo y sobre la Santa Trinidad, pero han sido tan pocos que no han podido despertar la curiosidad en la inmensa mayoría para cuestionar sobre esta poderosa ideología.

Han existido personajes en la historia, algunos muy anteriores a la era judeocristiana como Zaratustra, que se centran en la posibilidad de vivir en el ahora, negando la eternidad porque es considerada como una ideología de dominación, de menosprecio y mediocridad para el ser humano, así como los conceptos de bien y mal.

Objetivo

El presente trabajo trata de mostrar las grandes diferencias entre la ideología Judeo Cristiana con la ideologíade Zarathustra desde Nietzsche.

Las principales ideas judeocristianas

Las principales ideas judeocristianas inicialmente son: en primer lugar creer en un ser supremo creador de todo, vigilante de todo, que castiga al desobediente, un único Dios (Génesis 20: 2-5). La siguiente idea fuerte es que al ser creador del hombre lo hizo a imagen y semejanza de él (Génesis 1-26, 27). El concepto de bien y mal como entidades divergentes, naturales, siendo una elección del sujeto. El mundo terrenal es un mundo de espinas, dolor y sacrificio, en esto radica el bien y el mal; el hombre bueno con resignación y sacrificio aceptará el sufrimiento, las hambrunas, las penurias, las carencias (Génesis 20-17) y así ganará el reino de los cielos. El hombre malo es aquel que tiene para derrochar de esto sale la frase “Los últimos serán los primeros” (Mateo 20:1-16), refiriéndose a la entrada a los cielos y esta sería su idea magistral El reino de los Cielos; dando con esto la promesa de la vida eterna después de la muerte y un lugar donde serán recompensados de los sufrimientos de la vida terrenal. Los que tienen y dan al pobre serán recompensados (Lucas cap. 13-14) este dar del que tiene es visto como dádiva no como equidad.

Análisis de las principales ideas judeocristianas:

Es muy difícil rastrear y encontrar una respuesta satisfactoria de por qué el ser humano requiere de asumir la existencia de un concepto que involucre a un Dios: porque la historia no existe, lo que existe es una versión de la historia que se hace en el momento, el mito de lo que fue, y entre la historia y mito hay una diferencia insalvable.Por tal motivo sería motivo de otro trabajo encontrar en que momento el humano involucró a un ser creador, fuera de este mundo pero considero que no hay cultura que no haya tenido la necesidad de encontrar en un constructo imaginario alguien a quien darle la angustia de su existencia, el miedo a lo que no puede manipular, heredando su ansiedad a otro que tiene que ser invariablemente más poderoso que él mismo ser humano y su anhelo de saber sobre su origen y que le beneficie en una tranquilidad de dormir y despertar eliminando la angustia que puede significar el dormir, perderse en la mismidad de su inconsciencia en el descanso, para poder transformar el miedo en gozo que en otra hora le permitió el desarrollo del lenguaje y que le significó el hacerse humano.

Para depositar en un ser supremo aquello que le producía ansiedad, el ser humano tuvo que realizarse, hacerse sujeto. Para emerger como tal dio un salto que, según Peskin , es el producto de la articulación de tres registros el imaginario, el simbólico y el real y esto determina la posibilidad de la emergencia del sujeto; plenamente simbolizado y por tanto real. Significa que toda vez que un alguien, digamos que un niño se imagina lo que es, se toca, se acaricia y aún más poderoso, es tocado y acariciado por otro entra en el terreno de la realidad, tiene la posibilidad de conceptualizarse, de ser un real, un sujeto (consciencia de sí mismo)

Este salto trae serios problemas, ya que saberse sujeto, es saberse limitado y delimitado, sentirse único pero a la vez solo y por tanto vulnerable; dando origen a la primacía del miedo, de la finitud. Al ser encontrada la finitud, también se sabe impotente para dominar este miedo a la inexistencia.

De tal manera que el sentimiento de unicidad (narcisismo primario) generador del miedo a la finitud (he dejado de ser todo poderoso), la muerte es psíquicamente intolerable y ontológicamente inaceptable por tanto existe una ecuación psíquica llamada forclusión, que es un significante fundamental, el cual es expulsado del universo simbólico del sujeto y que retorna en forma alucinatoria, lo forcluido retorna en lo real.

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