ANÁLISIS COYUNTURAL DEL ECUADOR

ACADEMIA DE GUERRA DEL EJÉRCITO

CURSO DE ESTADO MAYOR No. 70[pic 3]

[pic 4]

TEMA:

ANÁLISIS COYUNTURAL EN EL PAÍS.

GRUPO No. 1

MAYO. DE E                 ANGEL NAVAS CRUZ

MAYO. DE A                 HUGO IZURIETA CABRERA.

MAYO. DE A                 JORGE VILLACRES CAICHO

MAYO. DE A.                 JEFERSON PASTRANO LUJE

MAYO. DE COM         EDWIN CADENA MENDOZA

DOCENTE:

CRNL. DE E.M.C (S.P) MIGUEL A. ARELLANO C.

FEBRERO – 2019

Tabla de contenido

A.        Introducción.        3

B.        Análisis del tema        4

1.        Análisis coyuntural en el campo político        4

2.        Análisis coyuntural en el campo económico.        12

3.        Análisis coyuntural en el campo social.        16

4.        Análisis coyuntural en el campo militar.        21

C.        Conclusiones        24

D.        Bibliografía        27

ANEXOS        28

ANEXO “A” COYUNTURA POLÍTICA        28

ANEXO “B” COYUNTURA ECONÓMICA        29

ANÁLISIS COYUNTURAL DEL ECUADOR

1. Introducción.

Cuando hablamos de coyuntura, la forma más inmediata de darle contenido es asociarla con relación o vinculación, de manera que identifica siempre algo que esta unido o articulado con otra cosa; por lo tanto, es necesario entender que la realidad social ecuatoriana es un conjunto que se relaciona con fenómenos, prácticas y acciones en los campos político, económico, social y militar que influyen en el desarrollo de la sociedad en un momento determinado.

La coyuntura^[1] actual en el Ecuador tiene un escenario bastante complejo, el gobierno intenta dejar atrás una corriente ideológica que causó mucho daño a nivel regional y nacional, consecuencia de ello el país se encuentra sumido en una profunda crisis política y económica; los partidos políticos no gozan de una estructura sólida y confiable, con lo cual la democracia se ve debilitada, se apuesta por el valor o lo que representa una persona más que por una organización política, lo que revierte a buscar caudillos y no líderes para la conducción del estado. La afectación social se cuantifica en las tasas de desempleo, subempleo, informalidad, a esto se agrega un ingrediente determinante en las manifestaciones ciudadanas y es la percepción de inseguridad. El Frente Militar esta cohesionado y lentamente FF.AA va recuperando el prestigio y protagonismo en el ámbito de su competencia.

El presente trabajo de análisis coyuntural, pretende posicionar la situación actual que vive el país y la relación de fuerzas de los distintos actores en los campos político, económico, social y militar, tomando como punto de partida el aparente alejamiento del actual gobierno de una línea ideológica que cada vez va perdiendo fuerza a nivel regional, considerando este momento político gravitante en la historia del Ecuador.

El trabajo está dividido en dos partes: en la primera se realiza el análisis coyuntural en el ámbito político, económico, social y militar; en la segunda parte terminamos con unas conclusiones de la situación actual y cual será el escenario que enfrente la sociedad ecuatoriana.

1. Análisis del tema

1. Análisis coyuntural en el campo político

En el país, las encuestas establecen el orden de las demandas ciudadanas, las dos primeras es la falta de trabajo y la inseguridad, eso refleja de alguna forma la situación del país. En los primeros meses del 2019, los pasos que el gobierno ha dado, las decisiones tomadas y las medidas adoptadas, es el trazo de una línea que va acercando al país a la asfixia, por los evidentes problemas económicos y los saldos rojos en las cuentas estatales, pero también por la intencionalidad de los actores políticos, de sus viejas y nuevas prácticas, y por supuesto por la acción de los llamados grupos intocables, que emplean su poderío económico a través de nuevos actores políticos, que ejercen autoridad y presionan en las decisiones del gobierno, cuando estas no son favorables a sus intereses, fomentando así una constante en la política ecuatoriana, la  ingobernabilidad^[2]. 

La popularidad y credibilidad del presidente baja sin freno en las encuestas,  luego de casi dos años de afrontar un difícil escenario político y económico dejado por su antiguo coideario, con problemas que llegaron a su punto máximo en  la frontera norte, producto de un intencional descuido en desmedro de la seguridad nacional y en favor de los socios revolucionarios del régimen correista; tachado de traidor por sus antiguos compañeros y amigos, con un ex vicepresidente preso (Jorge Glass) por evidentes actos de corrupción, otra, destituida por la Asamblea Nacional,  por cobrar diezmos durante su período ejercido como Asambleísta y que por cierto para esa época, se constituyó en una práctica normal, por así decirlo; finalmente aparece un nuevo actor político que ocupa la vicepresidencia, Otto Sonnenholzner, joven periodista auspiciado por los grupos de la derecha guayaquileña, pero ante la opinión pública, un total desconocido, carente de experiencia y trayectoria política, sin ninguna otra cualidad que ser un  notable comunicador radial, un alfil que ocupará una posición privilegiada en el difícil tablero político ecuatoriano.

Cuan venido a menos está la política nacional, que el único requisito que se puso para la selección de vicepresidente fue la honradez; analistas de todas las tendencias coincidieron en señalar que cualquier persona que tuviera ese atributo podría ser incluida en la terna que debía conformar el presidente. Se daba por hecho que se trata de un bien escaso, especialísimo y difícil de encontrar en nuestro medio. En el fondo del lodazal que nos dejó la banda de saqueadores, una condición básica del ser humano se convierte en una rareza, en motivo de admiración y en distinción que puede otorgar privilegios. (Panchana, 2018).

Como elemento indispensable para la convivencia social, la honradez es una condición necesaria para acceder al cargo vicepresidencial, como lo es para cualquier otro. Por consiguiente, es necesaria, pero no suficiente. Se puede entender que, en este caso particular, después de la historia traumática protagonizada por quienes han ocupado ese cargo, se tratará de evitar por todos los medios que se escogiera nuevamente a un (o a una) pillastre^[3].

La improvisación en las funciones gubernamentales ha sido una constante en la conducción del país, producto de ello el escenario económico es complejo que viene cargado con un grado de componenda política, cuando es imprescindible que lo público recupere el prestigio que fue perdiendo a lo largo de los últimos veinte años. La transición de la que tanto se habla consiste no solamente en sepultar y castigar las prácticas corruptas establecidas como marca de fábrica por el anterior gobierno. Eso es de vital importancia, pero de poco servirá si no se apunta a eliminar los componentes autoritarios de las normas e instituciones, así como las prácticas excluyentes generalizadas en la sociedad y claramente visibles en grupos que ponen su poder por delante de las premisas básicas de un régimen democrático e integrador.

La reorganización ministerial es un paso importante en tanto tiende a fortalecer los niveles de operación política, pero necesita un apuntalamiento desde una instancia dotada de mayor fuerza. El cambio en la vicepresidencia era excelente oportunidad para alcanzar ese objetivo. Pero la composición de la terna demuestra que el presidente no la vio o, si es que la vio, no la consideró. Seguramente llevado por el rechazo generalizado hacia todo lo que huela a política, optó por buscar soluciones no políticas para la política. Escogió la anti política^[4] se decantó por la vía menos apropiada para la renovación de la política.

A este escenario hay que agregar la reciente aprobación de la proforma presupuestaria que no parece ajustarse a la realidad que vive el país, con un déficit bastante alto respecto a los ingresos que la alimentan, en la cual no se visualiza la reducción del tamaño del estado, política tan auspiciada por Moreno, y que a decir de los analistas económicos se lleva casi un tercio del presupuesto general; también está la eliminación de los subsidios a la gasolina y algunas medidas de ajuste que no acaban de esclarecerse hasta la actualidad, como la concesión de la administración de algunas empresas de los sectores estratégicos del estado, aduciendo que son ineficientes y poco competitivas en sus manos, sin duda alguna tras esta movida política – económica habrán muchos interese cuantificados en dólares.

...