Acto 25 De Mayo

Palabras Alusivas.

Todo ser humano necesita ser libre para poder trazar su propio destino y así desplegar sus fuerzas hacia la consecución de sus sueños, objetivos o metas. De igual manera una Nación, entendida como el conjunto de personas que tienen un mismo origen y tradición común, necesita de ese elemento, “la libertad”, para forjar su propio destino. Y así es como debemos entender el movimiento de la Revolución de Mayo: como un acontecimiento en el cual los integrantes de una nación se dieron cuenta que era necesario que el país fuera independiente para que su futuro fuese el resultado de sus propias decisiones.

En esos días del mes de mayo de 1810, se puso en marcha el proceso que culminaría, el 9 de julio de 1816, con la transformación en una nación independiente de lo que había sido hasta entonces una pertenencia de España.

En este camino hacia la Independencia la Asamblea General Constituyente, más comúnmente conocida como Asamblea del año XIII, de la cual ya han transcurrido doscientos años, no fue un hecho menor. En ella pudieron concretarse algunas obras legislativas de gran importancia, tales como: la acuñación de moneda nacional, el establecimiento del escudo e himno, la abolición de la Inquisición y las torturas, la supresión de los títulos de nobleza y la libertad de vientres. Se derogó la mita, la encomienda, el yanaconazgo y el servicio personal de los pueblos originarios, bajo todo concepto y sin exceptuar el que prestaban a las iglesias o a sus párrocos.

En efecto, el 25 de Mayo fue un antes y un después en nuestra historia, el Primer Gobierno Patrio marcó el nacimiento de una Nación, que empezaba a tomar sus propias decisiones y comenzaba a trazar su rumbo.

El virrey no había sido derrocado por la fuerza, se había debatido con tranquilidad lo que estaba ocurriendo en España y lo que ello podía incidir en el Virreinato del Río de la Plata; tanto el pueblo como las fuerzas militares habían coincidido en separar del mando al representante de la corona española, corona que no se sabía dónde estaba ni quién la detentaba. Y se lo había reemplazado por un cuerpo colegiado, que si bien fue elegido por el Cabildo, su autoridad provenía del pueblo.

Los tiempos que abría la Revolución de Mayo eran inciertos. Las ideas que se planteaban eran nuevas y llenas de consecuencias imprevisibles. Si bien no todos eran conscientes que esos tiempos llevarían a la Independencia, nadie dudaba que se abría una época totalmente nueva. Y esto se veía, por ejemplo, en el hecho de que quienes se hacían ahora cargo del poder eran en su mayoría personas nacidas en estas tierras; casi todos eran jóvenes y no contaban con antecedentes en cargos públicos. La historia muestra que esos días dieron origen a una transformación profunda

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