Anteproyecto Colombiano

EL TERRORISMO EN COLOMBIA

Terrorismo: Es la acción de afectar las decisiones de la gente a través de la intimidación, violenta y el impedimento injustificado a nuestras acciones y comportamientos. El terrorismo puede ser familiar, privado, subversivo o estatal.

El terrorismo es usado en Colombia y gran parte del mundo como lo son los países no civilizados en la educación de los hijos concebida como el producto de la obediencia a los padres. Para obligar a que sus niños se tomen la sopa se le intimida con amenazas como la de, se lo va a llevar loco, el duende el coco, la pata sola, la bruja, etc, cuando son muy pequeños o del rejo, fuete, quemarles las manos o herirlos de cualquier forma física cuando adolecentes, que todavía tienen vigencia, son muy ilustrativos del concepto de intimidación, principal componente del terrorismo.

Como el terrorismo busca afectar las decisiones y comportamientos, es eminentemente político. La razón u objetivo del padre violento es obligar e imponer que sus hijo se tome la sopa a golpes o correazos. Con su terrorismo el padre está ejerciendo la autoridad o liderazgo y el poder, lo que lo hace político. La violencia es su manera terrorista de imponerle a los niños sus decisiones y ordenes, de obligarlo a hacer lo que les hace bien a los niños, como sería tomarse la sopa. El niño se toma la sopa contra su voluntad, de mala gana jamás entendiendo ni queriendo entender cuanto bien le pueda hacer bienestar y sadudablemente, y con la única motivación y el temor de no ser violentado.

La violencia es la principal arma básica y letal del terrorismo y es parte normal y tradicional de la educación familiar colombiana. La violencia se practica en especial contra los varones a quienes se la inculcan desde su infancia y parte de la adolescencia para que aprendan a ser “machos. No se ponen límites ni barreras a los comportamientos inadecuados de los varones. Es así como al hombre, en este caso al padre no se le impone ningún límite a su comportamiento permitiéndole la violencia física contra sus hijos o su mujer.

Como Colombia es una sociedad machista que cree en la superioridad del hombre y considera a la violencia como la más alta expresión de su machismo, cualquier intento de que un padre escuche a sus hijos, los persuada de los beneficios de la sopa y negocie con ellos tomarse la sopa es visto como signo de debilidad, falta de hombría ‘falta de machismo’, falta de autoridad, estupidez, y se lo califica como un padre débil que se deja mandar de los hijos.

En sociedades avanzadas la educación consiste primordialmente en escuchar a los hijos, persuadirlos y negociar con ellos, porque eso es lo que les enseña: a lograr lo que quieren practicando principios básicos de educación civilizada y usando su inteligencia en las relaciones sociales. Estas herramientas que remplazan el uso de la fuerza física en las relaciones, garantizan que los niños desde temprana edad desarrollen cualidades de liderazgo, facilidad para la negociación y buena convivencia.

Atacar o incluso interrumpir, el liderazgo del estado en la búsqueda de la paz argumentando el aumento de acciones de las FARC no es un caso aislado en la expresión del arcaico machismo colombiano.

Esta idea arraigada en la familia colombiana de que “la letra con sangre entra” o aplicando la ley Hammurabi de que con la violencia se educa, se “endereza” y se le hace bien a los niños, la vemos replicada en todas las esferas de la sociedad.

En el caso de pasadas administraciones presidenciales, el conflicto armado se justifica el uso de criminales de carrera, como los sanguinarios paramilitares, para exterminar e incluso erradicación de las poblaciones civiles y grupos étnicos de un gran valor cultural para nuestra cultura y sociedad, con la excusa de que ésta apoya a las guerrillas. En la lógica colombiana el apoyo a cualquier grupo insurgente o al margen de la ley, es lo peor, hay que exterminarlo usando la violencia, y mucho mejor si esa violencia es la máxima posible equivalente a la que ejercen los criminales, para enseñarle a la sociedad que no pueden ayudar a grupos insurgentes o al margen de la ley. Esta es la expresión máxima del terrorismo privado que incluye civiles de la banca, el comercio, la industria, la ganadería, la agricultura que, cuando es apoyado por el gobierno y la fuerza pública se convierte en terrorismo de Estado.

En Colombia, la costumbre es lograr cosas por la fuerza.

Una de las causas de que la cultura o sociedad colombiana sea tan violenta y vengativa es porque la educación infantil está basada en el terrorismo de la autoridad familiar y estastal. Lo más probable es que el niño, o bien se identifique con el victimario, el padre, o con la víctima, la madre y los hijos, en un modelo en el que el victimario y la víctima son dos partes de la misma estructura enferma de relación. Esta estructura se replica en toda la sociedad colombiana, está tan arraigada y se da tan temprano en la vida del niño que se forma antes de que el niño tenga la capacidad de reflexión. Y es desde ese momento que el deseo de venganza remplaza la reflexión. De esta manera se vuelve natural reproducir el terrorismo en todos los aspectos de la vida, en las relaciones personales, en el trabajo y con mayor razón en los cargos de poder. este proyecto se realiza con el fin de dar a conocer a los coombianod de la divercidad en la parte juridica y social en la que podemos incurrir para ser participes y promover el desarrollo de nuestra region.

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