Análisis Comparativo Sobre El Concepto Recordar

Tzvetan Todorov afirma que se pueden establecer dos formas de usar el acontecimiento: por un lado en su versión literal, que implica una suerte de singularidad del hecho y una causalidad entre pasado y presente, donde el primero es determinante del segundo; o también puede verse de manera ejemplar, lo que para Todorov implica una doble operación: opera una singularidad en el momento de neutralización del dolor, pero también ese sentimiento es expresado hacia la generalización y donde se puede proyectar algo. Por eso Todorov distingue entre la relación pasado-presente en que el acontecimiento puede ser leído: por contigüidad en la versión literal, en cambio por semejanza de manera ejemplar, implica una acción de compartir, de liberar, mientras la primera convierte al pasado en una carga el uso ejemplar puede producir creación.

El uso del acontecimiento que hace Eduardo Galeano en “Las venas abiertas de América Latina” probablemente pertenezca al ejemplar, porque reconoce el fin de su obra como un aporte personal tendiente a encontrar respuestas generales a una situación dada, aunque la operación que realiza es diferente: desde el presente (la situación socioeconómica de América Latina) convoca al pasado (ver cuales son las causas). La crítica que hace a la veneración del pasado tiene más que ver con un uso museológico de la memoria propia de nuestro país que por ejemplo puede verse en los nombres de las calles.

Inés Izaguirre y Zulema Aristizábal afirman que recordar sirve para dar cuenta que el proceso de genocidio, en este estudio sobre los grupos de asalariados, no puede ser considerado un triunfo completo, dado que existen huellas del pasado que se cuelan en el presente y tienen un objetivo concreto: desmitificar un relato que quiere justificar. Es decir recordar sería un proceso de lucha, de construcción de un sentido contrahegemónico.

En el caso del Prólogo de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas de 1984 el recuerdo no tuvo, según se manifiesta, el objetivo inicial de juzgar sino el de esclarecer, mediante análisis de relatos se reconstruye el mecanismo de secuestro de personas. Sin embargo, luego de este procedimiento se arriba a la conclusión que la dictadura militar produjo la tragedia más grande y salvaje de la historia argentina. Coincide con el mecanismo ejemplar de Todorov en cuanto a que recordar significa una puesta en común y una acción liberadora, es decir, tiene una finalidad que es la de evitar que estos hechos se repitan. Para entender esto último hay que analizar el contexto de 1984, con una democracia recién restablecida y sin saber el grado de fortaleza que esta forma de gobierno podía tener (desde el golpe de Estado en 1930 solamente la 1ª presidencia de Juan Domingo Perón fue el único caso de un gobierno democrático que pudo concluir su mandato). Entonces el Prólogo de 1984 apunta a la construcción de una democracia.

El Prólogo de la edición 2006 tiene una intención de reafirmar el recuerdo, pero con una finalidad mucho más específica y política: la exigencia de justicia para los familiares desaparecidos y castigo “a las bestias de aquel infierno” como canta León Gieco en un contexto de lucha frente a las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Además introduce la dimensión económico-política, la critica a un modelo económico instaurado a partir de allí, con lo que reafirma la idea de un genocidio planificado, por ejemplo al mencionar que el terror instaurado tuvo una metodología “necesaria”, eliminar toda resistencia que haga peligrar el funcionamiento del neoliberalismo. También están presentes las acciones por lograr una reparación a nivel simbólica, con el Acuerdo para el Espacio de la Memoria. Es la construcción de una concepción de democracia en una visión cultural, que implica otros aspectos: salud, educación, trabajo además del respeto por los derechos humanos.

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