Autodefensas Y Linchamientos

Autodefensas y linchamientos empiezan a ser términos cada vez más frecuentes en nuestros días.

Hay un denominador común: el profundo distanciamiento que existe entre ciertos sectores de la sociedad y las autoridades.

Siglos XVII y XVIII reconoció como funciones fundamentales del estado la protección de la libertad, la propiedad y la seguridad de los individuos.

La legítima defensa opera, en su sentido típico, en forma reactiva. Es decir, recibo una agresión, me defiendo.

El modelo básico de legítima defensa.

La primera es el derecho a portar armas, característico de la tradición jurídica de estados unidos, y la segunda es una serie de acciones que, en entornos comunitarios que viven fenómenos de violencia o inseguridad, obligan a las personas a organizarse para, en colaboración con el estado, buscar soluciones al problema.

A menudo el primer contacto con la justicia es el derecho penal.

Desde el punto de vista del estado el panorama no es mejor. Los funcionarios públicos desconfían de sí mismos lo que refleja en problemas de coordinación entre policías municipales, estatales y federales y desconfían de los ciudadanos, quienes a su vez menosprecian a los policías.

Resultado: todos desconfían de todos, nadie se responsabiliza de nada.

¿Cómo salir del entuerto? por principio debe documentarse con toda seriedad el divorcio que se presenta entre la sociedad y sus autoridades. También es indispensable reconstruir esa relación, y eso no se logra con medidas globales sino con la paulatina y constante construcción de certezas.

El artículo 17 de la constitución establece que nadie puede hacerse justicia por propia mano. A cambio de ello, garantiza la existencia de tribunales.

La mayoría está de acuerdo en que el fracaso del gobierno mexicano a la hora de administrar e impartir justicia en ciertas comunidades es el origen de las autodefensas.

Para bien o para mal, las autodefensas son uno de los movimientos más importantes que han surgido en México a lo largo de la última década. Ahora hay docenas de milicias que dirigen a miles de civiles armados en Michoacán y guerrero, y hay indicios de grupos en al menos otros ocho estados.

Los autodefensas añaden una tercera fuerza a este conflicto; milicias de vigilantes que ahora luchan junto a las fuerzas de seguridad del gobierno y los escuadrones de la muerte de los cárteles.

Se extienden desde la tierra caliente de Michoacán a la costa chica de guerrero.

Pero hay mucha confusión torno a lo que en realidad son las autodefensas.

Las autodefensas atraviesan la política de menara extraña y atraen (o asustan), a los políticos de izquierda y derecha.

Por otro lado, también atraen a sectores más conservadores, comprensivos con los granjeros y hombres de negocios.

También son creíbles las acusaciones de que el cártel de Jalisco nueva generación, una organización rival de los templarios, apoya a algunos elementos de las autodefensas.

Uno de los críticos más severos es human rights watch, cuyo director para las américas, José miguel Vivanco, dice que las milicias no son cáncer que ha padecido Colombia durante varias décadas.

Los grupos mexicanos combaten contra cárteles del narco que no tienen una verdadera ideología.

Cuando le pregunto al diputado Carlos reyes, portavoz del PRD en el congreso, cual es la posesión de su partido con respecto a las autodefensas, señala que “no hay una postura”.

En enero Alfredo castillo fue nombrado comisionado para la seguridad y el desarrollo integral en el estado de Michoacán, los soldados y la policía federal actuaron de forma coordinada con las autodefensas.

Pero es peligrosa a largo plazo. Si el gobierno no forja una política clara con respecto a los grupos ciudadanos contra el crimen, los vigilantes podrían ser cada vez más inmanejables.

Cualquier política sobre milicias ciudadanas debe tener en cuenta la diversidad de grupos, tácticas y perspectivas.

La expresión policías comunitarias designa a milicias ciudadanas en pueblos indígenas, que responden a asambleas y basan su legitimidad en leyes de autodeterminación.

Las autodefensas son prevalentes en poblaciones y ciudades no indígenas, tienen armas de alto poder y actúan de forma ofensiva para tomar nuevas áreas.

Esta solución radical a los cárteles se forjó por primera vez en comunidades indígenas pobres.

La moderna oleada de vigilantes indígenas ganó fuerza en guerrero cuando la coordinadora regional de autoridades comunitarias (crac) se fundó en 1995, tras el levantamiento zapatista.

La crac está formada

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