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CALIDAD DEBIDA O CALIDAD DE VIDA...


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2012  •  1.323 Palabras (6 Páginas)  •  479 Visitas

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Dice Lázaro González profesor de la Universidad de la Habana en una ponencia presentada en la III Conferencia Internacional de la obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI en Marzo de 2006, que “el trabajo es la fuente esencial de calidad de vida y a la vez un elemento intrínsecamente relevante dentro de esta. No hay calidad de vida sin trabajo”. Pero ¿podemos hablar de trabajo sin calidad de vida?

CAPITALISMO ORGANIZACIONAL

La globalización como proceso económico no podía quedarse en la mera relación de mercados sino que al ser la economía un factor transversal para la vida de los seres humanos que toca todos los ámbitos de ella necesariamente los traspasó.

Fue así como casi sin darnos cuenta el mundo que se creía infinito, sin límites empezó a caber en una pantalla de computador. La curiosidad por saber qué pasaba en otras latitudes entorno a realidades no sólo económicas sino tecnológicas, sociales y culturales hizo que poco a poco empezáramos a adoptar indiscriminadamente algunos, otros con su objetivo muy claro, formas de actuar, de vivir y en últimas de pensar.

La educación y la salud no podían ser la excepción, la llamada sociedad del conocimiento, hija de la globalización nace en 1969 como un concepto amarrado a las dinámicas empresariales con su creador austriaco Peter Drucker, un pensador del mundo de la empresa, que comprendía muy bien el poder de la información y el conocimiento en la dirección empresarial.

Precisamente con la apertura de la mente a explorar estilos de vida hasta ahora desconocidas de forma muy sutil empiezan a configurarse, por obra de lo que Jurgen Habermas llamaría acciones comunicativas, a través del lenguaje, una idea de la educación y la salud como productos comprados por clientes antes llamados estudiantes y pacientes en consultorios y salones de clase que se convirtieron ahora en oficinas.

Naturalmente la vida de los nuevos “asesores de ventas” de los productos educación y salud debía cambiar. Ha sido parte del proceso de cambio la movilidad del pensamiento, los cambios que se han dado al sentido del trabajo hacen parte de las relaciones del hombre en el mundo del trabajo, de hecho la consigna moderna es adaptarse, quien no se adapta es excluido porque en el mercado laboral hay muchos “productos” para escoger. No obstante la misma acción de pensar en las dinámicas propias diarias se ha perdido con la naturalización de los fenómenos de deshumanización que en últimas han sido el producto de la entrada a las lógicas del capitalismo de la educación y la salud.

Este adaptarse al cambio implica aceptar y naturalizar las condiciones de flexibilidad y de injusticia en aras de lograr objetivos organizacionales y conservar el empleo , un estudio venezolano denominado El pensamiento socialista y el desarrollo organizacional: hacia la construcción de nuevas alternativas válidas para nuestra región (Petit, 2009) hace un análisis claro sobre cómo el capitalismo ha operado en las personas “El capitalismo ha perfeccionado enormemente la manera de lograr que los trabajadores cooperen entre sí para entregar sus habilidades a la empresa, y casi todas las tendencias gerenciales modernas apuntan en lo esencial a lograr el compromiso psicológico y afectivo de los empleados, entre ellos y con la empresa, a sabiendas de que ello es más eficiente para extraer su fuerza y empeño, que cualquier otra gama de incentivos o presiones. Pero está claro que para el capitalismo es suicida reconocer esa situación, aunque solo sea porque amenazaría su principal característica: la ideología que legitima la apropiación privada individual de los beneficios generados por ese esfuerzo colectivo”.

En el campo educativo el capitalismo ha alcanzado limites inimaginables así lo podemos inferir del texto: Capitalismo “De excelencia” universidades al servicio del mundo de los negocios (Lawrence, 1997) en el que describe la estrategia del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para alentar a los profesores a participar en el PEI: “Mediante un programa de incentivos, que persigue el esquema de cupones que aparecen en las cajas de ciertas marcas de harina para pasteles. Se pueden canjear los “puntos” acumulados por compromisos con miembros de corporaciones, viajes a conferencias, equipo de computo, mobiliario de oficina

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