Callismo

EL CALLISMO.

Después del triunfo del gobierno de Obregón en contra de la rebelión de Adolfo huerta, se reorganizo nuevamente el proceso político que se había venido dando.

Así calles llego a la presidencia en 1924, considerado por diferentes sectores como un hombre progresista.

Sus relaciones con las masas populares, tanto con obreros como campesinos, fueron de atención y estudio de sus demandas, intento también, “restablecer la armonía entre el grupo gobernante y los obreros organizados especialmente por lo que se refiere a la confederación regional obrera mexicana (CROM) que Obregón había descuidado.

Cuando Calles asumió el poder como presidente en 1924 se autodefinió obrerista. Así fueron las relaciones del gobierno con la CROM y como parte de esas relaciones se le otorgó a Luis N. Morones, presidente de la organización, el cargo más importante del gobierno.

Con la alianza de clases y poner en marcha la economía nacional los obreros perdieron las posibilidades de luchar por mejores condiciones de vida y de trabajo, en cambio, los líderes como Morones, en poco tiempo se enriquecieron.

Se crearon las siguientes instituciones: el Banco de México, las Comisiones Nacionales de Irrigación y de Caminos, así como el Banco Nacional de Crédito Agrícola y Ganadero.

El Banco Nacional de Crédito Agrícola se abrió al público el 1 de marzo de 1926 e inició sus operaciones con un capital superior a los 20 millones de pesos.

La mayor parte de los créditos, la técnica y la atención se dirigían a las tierras con cultivos comerciales del Norte y el noroeste orientados a la exportación.

El crecimiento económico estaba más encauzado a beneficiar a dos sectores sociales minoritarios: el terrateniente y el industrial, mismos que se beneficiaban con las obras que el gobierno estaba impulsando.

Calles inició su gobierno buscando las buenas relaciones con diferentes sectores.

Varios acontecimientos entre la Iglesia y el Estado desembocaron en una revuelta armada; a esta rebelión de los católicos se les conoce como el Movimiento cristero o rebelión cristera. Fue promovido por las altas jerarquías religiosas en oposición a los Artículos 3°, 5°, 27 y 130 constitucionales.

Las relaciones que hubo entre el gobierno de Calles y la Iglesia fueron de antagonismo, no existió una relación llevadera sino de enfrentamiento. Entre las causas del Movimiento Cristero se podrían citar los intereses de carácter político y económico.

Durante la administración callista las relaciones internacionales se pueden considerar tensas y de creciente rivalidad sobre todo con los Estados Unidos.

Para 1925 Calles trató de llevar a cabo la Reforma Agraria, pero con ella afectaba compañías y propietarios particulares norteamericanos, por lo que la respuesta de los grupos reaccionarios de Estados Unidos no se dejó esperar.

La postura del gobierno norteamericano llegó a rebasar la terquedad de las compañías petroleras, ya que en momentos en que las compañías trataban de desistir de la lucha, el gobierno se abocaba a no ceder y llevar a las últimas consecuencias.

En 1927 las cosas empeoraron, México no cedía y los Estados Unidos mantenían su oposición, la ofensiva norteamericana era abierta contra la práctica del Artículo 27 Constitucional.

Después de haber llegado a ese triunfo para su país, Morrow continuó haciendo su política y la amenaza sobre México quedó atrás. En 1928 se cerró el conflicto con nuestro país oficialmente.

Los intentos nacionalistas de Calles quedaron en lo mismo que los de Carranza y Obregón, sólo en intenciones.

Cuando se aproximaba el momento de la sucesión presidencial de 1928 se estipulaba la No Reelección. Pero Obregón presiono a Calles para que maniobrara y pudiera entrar nuevamente en el juego.

Obregón

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