CAUDILLISMO Y CALLISMO

La existencia del caudillismo y cacicazgos regionales en la etapa posrevolucionaria se iniciaba. Esto trajo consecuencias negativas para el grupo que ostentaba el poder; una de ellas era que estos caudillos-caciques regionales, mantenían al país en una constante inestabilidad política y económica impidiendo la organización del propio Estado, dificultando en ocasiones la posibilidad de que fueran aplicadas algunas reformas tanto políticas como económicas. Otra consecuencia fue que la existencia de esos caudillos restaba fuerza al grupo que estaba en el poder y se abrían coyunturas para que viejos sectores que fueron fuertes durante el Porfiriato empezaran a retomar influencia política, haciendo más difícil la tarea de gobernar. Zapata encabezó esta etapa caudillista. Obregón, lo mismo que Carranza, trató de nacionalizar el petróleo, pero Carranza murió sin lograrlo y Obregón se percató de que no era sencillo hacerlo íntegramente, debido a que tenía que respetar los acuerdos o contratos firmados antes de la promulgación de la Constitución de 1917. Obregón y Calles reforzaron al ejército como un medio de protección al poder que ahora tenían. Obregón creó nuevas zonas militares con el fin de disinuir el peso político del ejercito reduciendo el control individual de los caudillos.

Después del triunfo del gobierno de Obregón en contra de la rebelión de Adolfo de la Huerta, se reorganizó nuevamente el proceso político que se había venido dando. Así Calles llegó a la presidencia en 1924, considerando en los diferentes sectores como un hombre progresista. La realidad fue que en los primeros momentos de su administración, efectuó algunas acciones que le hacían verse más progresista que Obregón. Cuando Calles asumió el poder como presidente en 1924, se se autodefinió ‘’obrerista’’. Así fueron las relaciones del gobierno con la CROM, y como parte de esas relaciones se le otorgó a Luis N. Morones, presidente de la organización, el cargo más importante en el gobierno desde el punto de vista laboral, Secretario de la Industria, Comercio y Trabajo. Iniciando así un gobierno en el que las organizaciones laborales tendrían un papel dominante. El término de la gestión de Calles estaba en puerta y, tras una auscultación no poco problemática, el presidente fundó el Partido Nacional Revolucionario (PNR). El 1° de diciembre de 1928 anunció la creación del Comité Organizador, y el 3 de enero de 1929 se publicó la Convocatoria para la Convención que se llevaría a cabo los primeros días de marzo.

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