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Carlos Requena


Enviado por   •  28 de Abril de 2013  •  Tesis  •  4.732 Palabras (19 Páginas)  •  300 Visitas

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Carlos Requena

Monopolios en la mira? A 10 días de que el Presidente de la República enviara al Congreso de la Unión la iniciativa de reforma constitucional en materia de competencia económica, el dictamen fue aprobado la semana pasada tras arduas discusiones, una entrega de iPads a los legisladores e intensos cabildeos.

No obstante, especialistas ven probable otro intenso debate -ahora en el Senado- con miras a modificar esta minuta, por medio de la ruptura de equilibrios o entrampándola en discusiones fútiles.

Cambia la constitución

Llama la atención la excesiva extensión del texto propuesto del Artículo 28 constitucional en esta reforma respecto de la competencia económica, incluso de sus transitorios, a sabiendas de que tales detalles de su redacción deberían haber sido materia de una ley ordinaria.

La Constitución -hipotéticamente- es la ley suprema donde se establecen los postulados: claros, concisos y comprensibles para cualquier persona. Sin embargo, con esta iniciativa de reforma al Artículo 28 se desnaturaliza su esencia, al imprimir extensas disposiciones reglamentarias para regular los monopolios.

De fondo, se advierte que la clase política desconfía de los legisladores futuros y prefiere detallar preceptos en la misma Constitución, para evitar hacerlo en una ley ordinaria susceptible de ser modificada posteriormente.

La iniciativa envía también un mensaje de desconfianza frente a las instituciones y funcionarios de la Comisión Federal de Competencia (CFC): adviértase que se sancionarán los casos donde los comisionados de la CFC establezcan “contacto”, para tratar asuntos oficiales, con personas que representen los intereses de los agentes económicos, salvo en audiencia pública, con la presencia de otros comisionados y como parte de los procedimientos legales establecidos. Esta prohibición de los comisionados para “reunirse” con los agentes económicos, únicamente en audiencia pública, es un postulado inadecuado en la Constitución. Si bien el mandato es correcto, esta ley suprema no es el lugar para regularlo. Igualmente es un mensaje inapropiado frente a los comisionados salientes. Por congruencia, tal prohibición debería hacerse extensiva a todo aquel servidor u órgano público que desempeñe actividades jurisdiccionales en materia de competencia económica.

Adiós a la suspensión

Los actos u omisiones de la CFC podrán ser impugnados únicamente mediante el juicio de amparo, pero no serán objeto de suspensión alguna. El abogado Omar Guerrero Rodríguez afirma que el Poder Judicial de la Federación (PJF) venía ya interpretando que muchos de los actos reclamados a la CFC, mediante amparo, no podían ser suspendidos por el afectado.

Al consagrarse de forma tajante en la Constitución que no cabe la suspensión del acto reclamado en un juicio de amparo que se interponga ni exista recurso impugnatorio ordinario o constitucional contra actos dictados en un procedimiento de competencia económica, en realidad se merma la confianza en el PJF para determinar violaciones a derechos fundamentales, vía la suspensión. Ojalá los futuros juicios de amparo sean expeditos.

Veremos si México es un país donde predominan las leyes o los jueces. Frente al poder, toda ley es perfectible y cambiante al ser hechura humana, ajustable a conveniencia del momento social, económico y político

LOS MONOPOLIOS Y EL IMPERIALISMO

Las empresas transnacionales según Francés Granell, “son aquellas que bajo una unidad mundial de gestión tienen intereses y actúan en una pluralidad de países acomodándose a las condiciones económicas, sociales y legales de cada uno de ellos con el fin de conseguir la maximización de sus beneficios y la mejor defensa de sus potencialidades a nivel mundial”1

Al respecto Esther Barbé define una empresa transnacional basadas en 3 elementos a) expansión más allá de las fronteras unidad de Gestión, y c) maximización de beneficios.

Consideramos que los monopolios u oligopolios, corresponden a esta categorización dada por Esther Barbe, sin embargo consideramos al mismo tiempo que definir un monopolio como “empresa transnacional” oscurece las connotaciones políticas de estos actores internacionales, ya que no explican su relación directa con el imperialismo, o más bien la creación de este, porque a pesar de hablarse de imperio o imperialismo desde los tiempos de Roma es recién en la fase del capitalismo monopolista que se puede hablar de verdadero imperialismo mundial, ya que Roma; el imperio formado pro Alejandro Magno o el Francés de los tiempos de Napoleón o cualquier otro imperio de esta naturaleza, estuvieron circunscritos simplemente a la parte del mundo que pudieron geográficamente conquistar por las armas. Lo que no ocurre con el imperialismo actual que domina el mundo (capitalista) a través de los monopolios o “empresas transnacionales” en regiones que no están legal o formalmente hablando bajo su ocupación militar. Por ello en este trabajo rescataremos el término Monopolio con el cual fue definido por los estructuralistas para así rescatar la connotación política que acabamos de señalar.

DESARROLLO

El primero en estudiar el imperialismo científicamente fue V.I. Lenin, como el mismo lo declara sobre la base de la intuición visionaria de Marx que aunque no vivió el período del imperialismo, en ese entonces ya expresaba en el capital la idea de que la libre concurrencia engendra la concentración de la producción, y dicha concentración en un cierto grado de su desarrollo conduce al monopolio2.

Sin embargo la intuición más magistral no es suficiente. En tiempos de Marx y Engels no había aun Imperialismo, este surgió a fines del siglo pasado y se consolido en este siglo cuando Marx ya no existía, era necesario que alguien estudiara ese fenómeno y explicara científicamente en qué consiste. Esa tarea le cupo asumir a Lenin, quien estudiando la realidad y centenares de libros, folletos de la época y otros, demostró científicamente en qué consistía, y lo que es mejor aún lo hizo con las mismas conclusiones a que llegaron científicos declarados capitalistas, en lo que llamaba “las confesiones burguesas“esto era muy importante para que sus argumentos fueran irrefutables como la historia después lo confirmó. Irrefutables incluso para la misma ciencia capitalista.

Sus conclusiones se resumen en lo siguiente:

El capitalismo en su desarrollo concentra los capitales, crecen las industrias desplazan a la más pequeñas,

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