Cicatrices políticas Juan José Saer

Cicatrices políticas

En la Argentina, a fines de los años 60 principios de los 70, en el auge de la proscripción del peronismo, regia la presidencia de Juan Carlos Onganìa, donde se vivía un clima de tensión, preocupación obrera y sobre todo desigualdad de clases.

Juan José Saer publica “Cicatrices” en la misma época. Una novela donde encontraremos cuatro historias tomadas a cargo por cuatro narradores, que ponen en escena personajes y circunstancias casi totalmente independientes entre sí, asociadas por un crimen y, además, por una uniformidad espacio-temporal (la misma ciudad, la misma época). No hay, sin embargo, ninguna dinámica de enigma/revelación alrededor del crimen; ya que el punto central de la historia no pasa por el delito cometido, sino como cada uno de los personajes de las tres primeras historias, relatan el motivo por el que llegan a involucrarse.

 A mi manera de pensarlo se hace la representación de lo histórico del país a través del contexto de la novela. ¿Por qué digo esto? En cada una de las historias vamos a encontrar, además de diferentes personajes, distintas situaciones socio-políticas y económicas que influyen demasiado en la vida cotidiana de cada uno. En la primera historia tenemos a Ángel un joven periodista “sin rumbo” alguno en su vida, con varios indicios de un gran complejo de Edipo sin resolver, en segundo lugar, a Sergio Escalante un abogado viudo adicto al juego, que no ejerce su profesión, como tercer personaje tenemos al juez López Garay un obsesivo, de muy buen pasar, sin familia y amigos y en último lugar a Luis Fiore, un obrero ex sindicalista que asesina a su esposa un Día del Trabajador.

Presentados brevemente, observamos que sus situaciones son muy diferentes, pero a la vez, comparten la desestabilización psíquica y emocional causada, no solo por los distintos problemas que conllevan consigo mismos, explicitados en la novela, sino también, por huellas y brechas que generó el sistema económico y social impuesto en aquel momento. Hago hincapié en este tema, porque no es casualidad la aparición indirecta del método político de aquella época en la historia, como también de los aparatos gremiales durante el peronismo, o la represión y cárcel de los sindicalistas después de la Revolución Libertadora. El texto intenta situarse en la historia de nuestro país y al mismo tipo de acontecimientos causales de la época. Por ejemplo, la puesta en escena de gorilas fornicadores, pero también miembros de una sociedad jerarquizada y autoritaria, la constelación de referencias al período 1945-1955, como la palabra “gorila”, también el vehículo utilizado para la salida en matrimonio que Luis Fiore pide prestada al grupo sindicalista al que era parte, o de fechas, como el 1° de mayo, día del crimen, explica que se haya leído el título como una alusión al trasfondo histórico de los años sesenta (las “cicatrices del peronismo”), afirmación justificada si se completa ese juicio diciendo que el peronismo, por su proscripción, por las pasiones que pudo suscitar, y por su perduración subterránea en la vida política de esos años, es representado como un equivalente de contenidos psíquicos acallados por una represión consciente. La Revolución Libertadora y la represión antiperonista no “explican” los acontecimientos de la novela, sino que se presentan como causas difusas, incomprensibles pero indiscutibles, de dramas que uno podría contextualizarlos con la época referida a la novela.

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