Consumismo

Consumismo

POR: Abelardo Valdez Poot

"Fuera lo viejo y venga lo nuevo." El consumismo es uno de los mayores desafíos que enfrenta el mundo hoy en día. Puede parecer una forma de vida para muchos, pero las consecuencias de esta cultura son innumerables. Las costumbres sociales presionan a la gente a mantenerse al día con las últimas tendencias. Es lo que hace que sus vecinos quieran comprar coches, tener bebés, tirar la basura en algún lugar donde nadie está mirando, y luego ir a la iglesia y rezar por sus pecados. Es algo que está fijado en nuestras mentes, que si todo el mundo piensa que algo es correcto, debe estar en lo cierto, pero que todo el mundo crea que algo está bien, no lo hace menos enfermo, como la Alemania nazi. Las sociedades de consumo son éticas. Suben los combustibles fósiles, la contaminación, la escasez de alimentos son todas consecuencias de mentalidades consumistas. Los estadounidenses desechan alrededor de 2,5 millones de botellas de plástico cada hora y la gente en los países en desarrollo como el mío, México, no piensa en las consecuencias. A nadie le importa. "Nuestros residuos es problema del gobierno," es el pensamiento popular.

Yo vivo en un pueblo pequeño. Creo que la gente tiene una idea de que el consumismo es un problema de "primer mundo", pero no lo es. En el lugar que sea, la gente mide la riqueza por lo grande que sus coches son y cuántas cosas la gente posee. Cuanto más rico eres, más residuos generas. Sin embargo, en países como el mío, el reciclaje es un término que se utiliza raramente porque no hay infraestructura para eso. Las preocupaciones ambientales están en segundo plano para el desarrollo económico, pero el medio para lograr el desarrollo económico requiere la destrucción de los bosques, cultivos, ríos y otros activos que damos por sentado. Los ríos que alguna vez fueron limpios, ahora son ríos contaminados. Alrededor de 2 millones de litros de desechos humanos e industriales se vierten en ellos cada día. Esa es la costumbre y no va a cambiar.

Nadie se preocupa por las consecuencias de sus acciones, sino sólo de la momentánea satisfacción que obtienen al comprar cosas. Las empresas tratan de mejorar sus productos, envolviéndolos en más plástico y crear anuncios para que la gente piense que no podrán vivir sin ellos. Cuando se trata de productos innecesarios, el ciclo de la oferta y la demanda es como la supervivencia del más apto. La persona promedio aplica el 'usar y tirar' cosa que está destruyendo la tierra. No es porque las personas no sean conscientes, sino que debido a que su definición de lo que es un lujo y algo necesario para vivir ha cambiado.

La gente tiene justificaciones poco lógicas para todas sus acciones, ya sea el terrorismo, la guerra, la destrucción del medio ambiente, etcétera.

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