Corrupción: causas, consecuencias

Causas endógenas (las que tiene que ver con los individuos)

• Falta de valores humanistas
• Carencia de una conciencia social
• Falta de educación
• Desconocimiento legal
• Baja autoestima
• Paradigmas distorsionados y negativos

Exógenas (se relacionan con la sociedad)

• La impunidad de los actos de corrupción
• Los modelos sociales que transmiten anti-valores
• Un excesivo poder discrecional del funcionario público
• La concentración de poderes y decisión en ciertas actividades del gobierno
• El soborno internacional
• El control económico o legal sobre los medios de comunicación que impiden que se exponga a luz pública casos de corrupción
• Salarios demasiado bajos
• Falta de transparencia en la información concerniente a la utilización de los fondos públicos y de los procesos de decisión
• Poca eficiencia de la administración publica
• Extrema complejidad del sistema

Consecuencias

• Destrucción de los organismos de control
• Deterioro de la infraestructura nacional
• Se destruye el profesionalismo
• Desprotección total de los ciudadanos
• El sistema político pierde legitimidad
• Se realiza una mala distribución de recursos

Conclusión

La corrupción es uno de los problemas más comunes que tienen los países alrededor del mundo. Latinoamérica es el continente en donde la corrupción es el mayor problema a tratar. En el caso de Perú,  es una historia que se repite. En el libro “Historia de la corrupción en el Perú”, escrito por el historiador Alfonso Quiroz, este distribuye la corrupción en el Perú en varias etapas o períodos. Algunas de estas son las décadas de 1990, en el período de Alberto Fujimori; de 1920, durante el mandato de Augusto Leguía; y de 1850, época de la consolidación y conversión de la deuda interna y de la manumisión de los esclavos. Quiroz también determinó que, después de ciclos de muy alta corrupción, lapsos de unos 10 años en los que el dinero desviado a la corrupción oscilaba entre 4% y 7% del PBI, se daba una reacción ciudadana de rechazo, aunque pasajera. La última etapa sobre la cual el historiador habla es el gobierno de Fujimori. Luego de lo ocurrido con el expresidente Fujimori, los partidos  que eran de oposición y defendieron la democracia juraron trabajar contra la corrupción, pero todos decepcionaron. Entonces se puede concluir que le peruano no aprende de sus errores.

Actualmente para el sociólogo Gonzalo Portocarrero, estamos ante una nueva crisis por escándalos como el de Odebrecht o Lava Jato, en la que están implicados los ex presidentes Alejandro Toledo y Ollanta Humala. Pero también cree que estamos frente a una nueva oportunidad en la que “se puede tomar en serio a la corrupción como problema”. Pero la mayoría cree que la corrupción está en manos de los políticos y que solo el Estado puede solucionar este problema que evita que el Perú progrese. Pero no es así, según el presidente ejecutivo de Proética, Walter Albán, y Gonzalo Portocarrero no todo puede quedar en el campo de los políticos. “Creo que mucho depende de la opinión pública, de los medios de comunicación y del Poder Judicial”, dijo Portocarrero. “Pretender que esto lo resuelvan quienes están en el aparato del Estado es una pretensión que no va a buen puerto”, afirmó Albán, quien recalcó que es necesaria una sociedad con un rol más protagónico.

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