DEMOCRACIA

LAS POSIBILIDADES DE LA DEMOCRACIA

Partiendo de la opinión común de que la etimología de democracia proviene de la conjunción de las dos palabras griegas demos, pueblo, y kratos, poder, podemos reflexionar acerca de las posibilidades de sentido que pueden tener estos dos sustantivos para la definición de nuestro sistema político. Porque aquello del gobierno (poder) ejercido por el pueblo y para el pueblo es solo una posibilidad en entre varias de delimitación del ámbito de comprensión de esos dos sustantivos.

Pueblo y poder. En efecto, la relación entre pueblo y poder no está determinada por el término, por ello la dificultad que tenemos para dirimir nuestros conflictos en el régimen gubernativo moderno. Ambos conceptos parecen encontrarse en una relación neutral, pero la realidad nos demuestra que eso no es así. Es más, podríamos interrogarnos cuál es más importante. No hay duda que hoy en día el acceso al poder se ha constituido en la finalidad de los sistemas de elección popular occidentales. Pero ¿sobre qué base se busca el poder? La respuesta puede ser múltiple: por intereses de grupo (económicos, políticos, culturales), por ideologías acerca del sentido de la vida y la ordenación social, por mecanismos de producción y distribución de la riqueza, y (¿por qué no?) por capricho personal o afán de dominación. Estas cosas, sin embargo, pueden no estar separadas, sino ser parte de un collage político-ideológico-ególatra impresionante.

Situación de sumisión. Buscar obtener el poder como primacía del ordenamiento democrático, pone en segundo lugar al pueblo, entendido como nación o como colectivo mayor (una sociedad diversificada y plural, llena de interrelaciones personales o grupales). Y, por ello, lo coloca en una situación de sumisión con respecto a las razones por las cuales se pretende el poder. En resumidas cuentas lo que tenemos ante nosotros no es más que la primacía de las motivaciones que inducen a la búsqueda del poder sobre las personas que son los receptáculos de las decisiones de quienes lo ejercen. Nada raro en nuestro mundo que las ideas o los intereses particulares obvien al prójimo, porque su existencia y realidad exigen una continua ponderación de lo que se hace y se decide, y una permanente puesta en cuestión de cualquier constructor teórico que se pretenda ideal social.

Cuando buscamos el poder, cualquiera sea su motivación, como principio básico de la democracia, comenzamos a hacer de esta una fachada ideológica. El poder limita la participación de otros, por desconocerlos. Así, quien obtiene menos votos en la contienda política se define ipso facto como oposición. La lucha por el poder genera antagonismo y falta de objetividad, puesto que se hacen invisibles los sujetos que conforman la sociedad, aunque en su nombre se reclame el derecho a actuar, a hablar y a decidir.

Definición de democracia. En este caso, la democracia podría ser mejor definida como la utilización ideológica del concepto de “pueblo” por parte de los grupos sociales que luchan por el poder en un sistema de elección popular, en miras a tener el reconocimiento social necesario para hacer efectivas políticas públicas

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