DESARROLLO SOCIAL CONTEMPORANEO.

La indiferencia social

Se podría decir que la indiferencia es uno de los males más abundantes dentro de la esfera social, sus causas y motivos son variadas pero en síntesis la indiferencia es considerada como la Falta de interés, atracción o repulsión hacia una persona o cosa, es un estado de ánimo en el que una persona no siente inclinación ni rechazo hacia otro sujeto, un objeto o asunto determinado. Se está en indiferencia cuando no hay creencias, cuando nada atrae y nada llama a asumir la defensa de lo que, alguna vez, se encuentra justo y bueno. Existen distintos modos de indiferencia: se puede ser indiferente por convicción o por pereza.

La indiferente por convicción supone estar en la idea de aislamiento de la realidad, separarse de los demás, no tomar ningún compromiso con nadie y con nada, quedarse paralizado ante el hacer, no se actúa.

Al contrario de lo que muchos acuerdan con respecto de la indiferencia diciendo que la esta hace parte de las actitudes de la condición humana (que es natural en los seres humanos) la posición tomada para el desarrollo de este tema difiere de este asunto o idea y plantea que la indiferencia es una DECISIÓN y no una característica en las personas.

En la sociedad la indiferencia se ve marcada por el hecho de que la conducta, de la persona se vuelve apática al respecto, situándose en ese punto intermedio entre el aprecio y el desprecio. Quien es indiferente no siente ni actúa, se mantiene al margen. Dejando de hacer, permaneciendo en estado inactivo, muere. Según SIGMUND FREUD: lo contrario del amor no es el odio sino la indiferencia.

La indiferencia social al ser una elección encuentra entonces una razón histórica en los intereses institucionales que tienen ciertas personas que no quieren inmiscuirse dentro de una problemática que por uno u otro motivo requiere de su intervención. En la sociedad actual los índices de indiferencia son alarmantes y escandalosos y si hablamos de Colombia veremos que la indiferencia social es la sangre que fluye por las venas de un país que quiere mostrarse ciego ante su propia situación, la pobreza generalizada y sectorizada, el abandono de la institución familiar, la falta de apoyo para con sectores como el campo y las manifestaciones públicas-socialistas, sin mencionar el abandono de las culturas y el aislamiento de población en condiciones vulnerables, el silencio por parte de las instituciones educativas privadas, la falta de renombre y recuerdo de los eventos históricos que marcaron la sociedad colombiana entre otros, todos estos puntos de desinterés muestran una marcada tendencia que solo puede mejorar cuando por parte de los entes de gobierno la imagen de un país egoísta e interesado en el beneficio económico se borre de la conciencia social negativa y muerta que muchos en el país poseen. El mayor problema que puede enfrentar cualquier sociedad es a que a sus habitantes no les duela lo que dentro de su ente social sucede, dado que esto se presta para que los que a través de la corrupción buscan beneficios propios se establezcan y expriman las sociedades como a un limón hasta no dejar nada en ella.

Las personas que muestran indiferencia están con una actitud de insensibilidad, lo que en un estado extremo puede conducir a la paralización de las más hermosas potencias de crecimiento interior y autorrealización, por mantenerse sin reaccionar, aun así, aunque parezca que la indiferencia social sea difícil de erradicar sus efectos se pueden minimizar por medio de: conciencia social, apoyo a los procesos de reconstrucción estatal, reconocimiento del patrimonio histórico y cultural, crear programas que legitimisen y establezcan a la familia como pilar fundamental de la sociedad, entre otras muchas alternativas que si bien no lograrían detener el problema de la indiferencia ya que esta se da por libre elección, si lograrían menguar el problema y hacer

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