Descentralización

El deseo de la descentralización en el país ha tenido varias fases durante la vida republicana del Perú, con idas y venidas desde la redacción de la primera Constitución; lamentablemente, lo cambios de orientación política y tipos de gobierno han hecho, que muchas veces retrocedamos con lo avanzado. Una característica constante de la sociedad peruana en las últimas décadas ha sido la concentración del poder político y económico en Lima, la capital. Gobiernos totalitarios, que se implantaron durante nuestra vida republicana, vieron una ventaja en el centralismo, por la concentración del poder y domino de los recursos; y por tal motivo se encargaron de debilitar todo intento de distribución del poder del estado en las regiones; el debilitamiento de partidos y diversas formas de organización social, por estos gobiernos autoritarios, han truncado este proceso a beneficio propio; siendo uno de los más importantes gobiernos, en la época de los 90’s, el de Alberto Fujimori; luego del cual con un gobierno de transición, liderado por Valentín Paniagua y el inicio del gobierno de Alejando Toledo, se dio un nuevo impulso a este proceso, orientado a superar nuestra heterogeneidad geográfica, cultural y económica; este proceso tuvo falencias desde su inicio, al no entender que se requerían mas que solo definiciones territoriales y elecciones de representantes; sino también, una reforma fiscal del estado, que permita la transferencia de capacidades de decisión presupuestales, decisiones sobre las grandes inversiones como las mineras, petroleras y de infraestructura interna.

El debilitamiento de las instituciones políticas y sociales, del mismo modo, no han permitido la legitimidad de empoderamiento de los gobernantes regionales y la toma de conciencia del ciudadano que la autoridad regional debiera ser la primera responsable en el desarrollo de la región; caudillos regionales con promesas incapaces de cumplir han sido en su mayoría lo mas cercano a líderes políticos regionales en los últimos años. Es evidente que hay mucho por hacer aún para lograr una descentralización real en el país. El gobierno y congreso, como principales actores, deben impulsar el desarrollo integral del país y tomar acción a mediano plazo si no queremos quedarnos más aletargados en la región.

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