Deseos de la maternidad

Deseos de la maternidad

    Me interesaría señalar un tema que causa mucha polémica hoy en día, me refiero a la llamada maternidad subrogada, la cual ha sido abierta a varios debates sobre su aprobación en la sociedad. Ésta ha sido establecida dado que hay personas, ya sea hombres o mujeres, que son incapaces de concebir por distintas razones; donde una mujer se compromete a llevar adelante un embarazo  y entregar al niño o niña fruto de ese proceso. Por lo que se puede decir que el deseo de tener hijos no quedaría sin cumplir, ya que con dicha práctica la esperanza sigue en pie. Ahora bien, quisiera detallar brevemente un caso publicado por el diario La Nación el 17 de mayo del 2017, el cual ha ocurrido recientemente y que me ha llamado la atención; en éste una mujer era incapaz de concebir, razón por la cual su madre ha aceptado ayudar a gestar objetando que haría lo necesario para ver crecer a su nieto. De este modo, se le implantaron dos embriones con gametos de la pareja, donde uno de ellos se escindió llevando a que de luz a trillizos. Pero luego, lo que ocurrió fue que nombraron progenitora a la madre fundamentando que madre es quien da a luz, razón por la cual dicha madre fue ante la justicia a explicar que nunca tuvo la intención de crear un hijo propio sino solo la de ayudar a su hija y yerno. Y teniendo en cuenta la finalidad por la que se realizó la implantación, el poder judicial sentó un firme precedente diciendo que en la gestación por sustitución se debe disociar entre la maternidad genética y la gestacional por lo que ordenó una nueva inscripción filiatoria y que se nombre como progenitores a la respectiva pareja. A lo que quiero llegar con esto, es que la maternidad subrogada a veces se realiza con fines altruistas, asimismo que con la existencia de la misma se ha dado un incremento de satisfacción en las sociedades, ya sea por parte de quienes finalmente pudieron tener hijos o de aquellas personas que han podido ayudar en la causa. Y es por esto que me encuentro totalmente de acuerdo con que se lleve a cabo.

    Ahora bien, cabe mencionar que se entiende por maternidad subrogada, también denominada maternidad sustituta o alquiler de vientre. Esta permite tener hijos biológicos aun cuando sea físicamente imposible para quien lo desee. Lo que ocurre en la misma es que una mujer carga el embarazo y da a luz a un bebe que le pertenece a otros padres genéticamente y legalmente, debido a que en ciertas ocasiones la pareja no puede concebir por si misma o llevar un embarazo a término, ya sea por infertilidad, enfermedades, traumas que afecten el sistema reproductor femenino, homosexualidad o riesgo para la mujer o el bebé.  A su vez, también se debe distinguir en un principio los distintos tipos de reproducción asistida para así poder comprender mejor los tipos de maternidad sustituta. Por un lado se encuentra la fecundación in vitro, que consiste en la unión del espermatozoide y el óvulo para formar un embrión en un laboratorio que luego es transferido al útero para dar lugar a la gestación; y por otro la inseminación artificial que es la introducción de esperma en el cuello del útero o en la vagina de la mujer mediante un método instrumental. Aclarado esto, prosigamos nuestro análisis en los tipos de maternidad sustituta. La misma se divide en dos, una tradicional que se basa en la aportación de un óvulo por la madre gestacional, pero el espermatozoide proviene del padre que solicita la subrogación o de un donante; en este caso el bebé es concebido por medio de inseminación artificial o fecundación in vitro y la madre subrogada también será la madre biológica. Y por otra parte una gestacional, que se da cuando el óvulo y el espermatozoide son aportados por la pareja que solicita la subrogación. En este caso la mujer embarazada no tiene ninguna relación genética con el bebé y se la conoce como madre portadora o gestacional; este tipo se alcanza únicamente mediante la fecundación in vitro.

A continuación, ya determinada cómo y en que consiste esta práctica se pueden mencionar ciertas controversias entre los que se encuentran a favor y los que no. Principalmente aquellos que no están de acuerdo sostienen que la maternidad es un proceso natural que no debe desnaturalizarse incorporando otras variables y que utilizar el cuerpo de una mujer para obtener un hijo es inmoral porque conlleva a una forma de control y explotación de la misma. Además que en la maternidad sustituta se pacta una remuneración entre las partes lo que materializa a los seres humanos, agregando que no es factible la utilización de un niño para la obtención de una cosa ya que luego también podría ocasionarle consecuencias psicológicas y sociales. Ahora bien, en primer lugar ante esto se puede citar al autor Robertson, el cual sostiene que: “la maternidad sustituta es una modalidad más para ejercer la paternidad y se equipara a las otras formas de acceder a la misma sin transmisión de linaje genético”^[1], por lo que no cabría lugar aquí para que se produzca una desnaturalización de la maternidad. Incluso también que las mujeres que deciden ser madres sustitutas lo hacen de manera consciente, nadie las obliga a realizarlo, ellas pueden usar su cuerpo para lo que consideren adecuado siempre y cuando posean total discernimiento para elegir y asumir las responsabilidades de sus actos. Tal como dice la autora Silvia Cuevas Morales:” tener el control de la capacidad reproductiva y de nuestra sexualidad sigue siendo funcional a las necesidades de nuestros cuerpos autónomos”^[2]. El derecho a la reproducción tiene su fundamento en la libertad y dignidad de la persona, en el derecho a la intimidad entendido como respeto a la vida privada y en la capacidad de la persona de decidir de forma autónoma; de modo que se debe respetar la posición de una persona que quiere disponer de su cuerpo ya sea desde prestar su vientre porque le gusta estar embarazada, porque desea cobrar dinero por ello o simplemente porque quiere brindar la posibilidad de ser madres o padres a otras personas. Por otra parte, también debe aclararse que no solo se debe ver a dicha práctica como un intercambio de dinero ya que a veces lo hacen por un fin altruista, como es en el caso explicado al principio de este ensayo. Y si en determinadas situaciones media una remuneración de por medio, para la mujer gestante el dinero si podría ser una motivación legitima pero es importante señalar que, esperar que la madre obtenga un beneficio económico por prestar su cuerpo durante tantos meses en una práctica compleja con una carga emocional intensa significa una clara evidencia de justificación. Puesto que no hay una mercantilización de seres humanos, sino solamente costos en todos los sentidos que los interesados deben retribuir de alguna manera a la madre sustituta debido a que el valor monetario del intercambio viene relacionado con diferentes riesgos, tiempos, dedicación, controles, cuidados, lucro cesante e implicaciones afectivas del proceso. A su vez, por lo que se refiere a las consecuencias en el niño se sabe que hay al menos una persona y generalmente dos que han deseado con demasiada fuerza a ese hijo hasta mucho antes de que fuera concebido, durante la gestación y casi con seguridad después del alumbramiento. Estos le brindaran amor y cuidados suficientes para que se desarrolle como una persona psicológicamente sana con buenos vínculos de apego y una adecuada autoestima. Y si lo preocupante son las posibles discriminaciones que pueda sufrir el niño o niña, lo que se debe hacer es que la sociedad se comprometa a respetar las diferencias y a educar a las personas para lograr que sean más tolerantes y comprensivas, evitando o disminuyendo aquellas conductas que puedan percibirse de discriminatorias. No obstante, en referencia a todo lo objetado no debe dejarse pasar un fundamento esencial, que la maternidad subrogada no afecta a terceros. Como dice la autora Arteta Acosta Cindy:

...