Discurso Para Bodas Depadres

Amados padres:

Me causa una enorme felicidad el poder estar con ustedes para la celebración de sus bodas de oro. Les admiro mucho y ustedes son un ejemplo vivo que todos debemos emular. Al ver a los dos juntos y felices, celebrando su amor, me invaden unos enormes deseos de que mi matrimonio también pueda llegar a celebrar las bodas de oro.

En este momento tan especial para nuestra familia, me gustaría compartir con todos ustedes algunas reflexiones de esta celebración de las bodas de oro de mis papás.

El estar ahora, frente a dos personas que hace 50 años atrás iniciaron una historia común y optaron por estar juntos para toda la vida, no hace más que hacernos sentir un tremendo orgullo, tanto como hijos y como un ejemplo a seguir de vida matrimonial.

El tiempo que representa 50 años en la vida de cualquier ser humano es considerable, es casi una vida entera, pero el recorrerlo, mano a mano, junto a la persona que uno elige es un desafío aún mayor. Y con esto, quiero decir que lo que estamos celebrando hoy, lo que mis papás han construido durante este tiempo ha sido producto de un sacrificio diario de entrega mutua, respeto, paciencia, y por sobre todas las cosas ha sido producto del amor.

Cuando se inicia la vida matrimonial se sabe que estos valores son la clave para lograr la felicidad, y lo que en ese instante parece obvio, al poco andar uno se da cuenta de la tremenda responsabilidad que ese compromiso significa, sobre todo con la llegada de los hijos .Pero el estar aquí celebrando las bodas de oro de mis papás, nos hace palpar la realización del misterio del sacramento del matrimonio, y nos hace creer en la presencia de Dios en ésta y cada unión.

Es una bendición poder conmemorar nuevamente lo que hace tanto tiempo ellos aventuraron como su proyecto de vida. Que satisfacción deben sentir el mirar hacia atrás y comprender que los sueños ya son una realidad, y que están rodeados de hijos, nietos, bisnietos, familiares y amigos que los quieren y admiran profundamente, lo que en definitiva es lo que alimenta el alma y alegra el corazón.

El camino no fue nada fácil, sé que ustedes pasaron por muchas dificultades pero aun así siempre estuvieron juntos, supieron apoyarse y unir fuerzas para encontrar una solución. Cada problema y dificultad fortaleció más su amor y su relación.

Hoy celebramos 50 décadas en las cuales ha reinado el cariño, la comprensión, el respeto y sobre todo el amor. En estos días es común que las parejas se dejen vencer por la rutina, por falsas expectativas o por pequeñas dificultades y por eso ustedes son motivo de orgullo para mí y un gran ejemplo de vida.

:: “Son 50 años de momentos malos y momentos buenos en los que debieron superar muchas pruebas para seguir juntos, me siento feliz de tener unos padres que se aman de verdad y por eso les deseo

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