Discurso quiero agradecer

Compañeros diputados

Compañeras diputadas

Autoridades que nos acompañan

Con su venia

Quiero agradecer, antes que nada, la oportunidad que se me brinda para tomar la palabra en esta sede que se arregló para del Congreso Mexiquense.

Pero quiero hacerlo, de una manera en la que pocos lo han hecho, con un mensaje, que se siente desde adentro de mí ser, sin palabras huecas, o mentiras políticas como dice la gente de mi pueblo.

Son muchos los temas que aquejan a la sociedad, los medios de comunicación, dan noticias día a día nada agradables a mis ojos, siempre se habla de muertes, de asaltos, del crimen organizado, de la crisis, y creó al día de hoy, de una posible guerra entre naciones o por lo que escucho a los adultos y por lo que leo en redes sociales.

Para serles honesto, poco se de estos temas, papá y mamá, siempre me dicen que aun estoy muy pequeño para entender y comprender los actos de los mayores… a mi corta edad, si se lo que es la vida y lo que es la muerte, creo entender lo que es el bien, y lo que es el mal, aunque, hoy rebasen estos temas, mi madurez y mi experiencia, no necesito ser un hombre de edad, para ver lo que sucede a mi alrededor.

Me di a la tarea,  de investigar, cual es la función primordial de un Legislador, y entendí que es la creación de leyes, leyes bajo las cuales convivan lo seres humanos con otros seres humanos.

El derecho que tenemos como niños y niñas a un pleno desarrollo, libre de violencia, el derecho a la vida, a la libertad, a una familia, a una casa digna, a jugar y tener un medio ambiente sano, y también como se castigan conductas con el derecho penal, como el robo, el secuestro, una violación, entre muchos otros.

Me hablaron del derecho a la propiedad, el derecho a un trabajo digno y bien pagado, a la educación, y todos aquellos actos humanos que atentan contra esos derechos, que por cierto, no me los aprendí para poderlos describir, simplemente, entramos de nuevo en el tema del bien y el mal.

Yo me pregunto, habrá alguna ley, que toque el tema de la indiferencia, que castigue a los hombres y mujeres que sean indiferentes con otro hombre o mujer.

Habrá alguna ley, que castigue la falta de amor, o la falta de amor no puede castigarse…

La indiferencia la vemos a diario, en el mercado, en las calles, en la escuela, compañeritos que no aprenden igual que nosotros, no son burros, ni lentos de aprendizaje como escucho que les llaman, quizás no se alimentaron bien, o no duermen bien para rendir su día, o quizás sus papas tengan diferencias.

Niño y abuelitos trabajando por propina en los centros comerciales, en los semáforos, la policía pasa los ve, y no hace nada.

La gente pasa y los ve y no hace nada, solo escucho decir pobrecitos, quizás gente importante como le llaman los adultos, como un secretario o un diputado, pasa… y no hace nada. A donde están pues esas leyes de los derechos de los niños y de las niñas o adolecentes, a donde esas leyes que protegen a los ancianos, a donde esos derechos humanos de la educación, de una alimentación, de una casa digna.

Poco entiendo, o nada entiendo de esto que investigue, pero no de estos temas en si… poco entiendo la conducta del hombre, doy gracias a Dios por tener a mis padres que me protegen y me cobijan a diario.

Ellos me han criado y les puedo decir que no me falta nada, soy feliz, porque vivo con amor, no sé si un iPhone o una Tablet me hagan feliz, pero sí sé que un beso de mama y un abrazo de papa, me hacen inmensamente feliz.

La biblia dice, que todos somos hermanos y que somos hijos de Dios,  uno de los mandamientos es, ama a tu prójimo como a ti mismo.

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