EL ESTADO COLOMBIANO Y LA BRECHA EN LA ECONOMÍA

El estado colombiano, la economía y la gran brecha existente con la sociedad colombiana.

¿Cree que realmente Colombia es un estado social de derecho de acuerdo a nuestra constitución colombiana, vivimos de acuerdo a las promesas de nuestros antecesores con igualdad de derechos?

La economía ha sido por siglos la base del desarrollo de las sociedades, sin duda alguna, todo ser humano requiere del recurso económico para poder llevar una vida bajo los parámetros establecidos por la ley y la constitución. Todos los gobiernos deben propender por brindar un sostenimiento económico sin mirar las condiciones sociales, su obligación está por encima de sus intereses personales o colectivos.

Colombia es un país que genera un sin fin de ganancias en todos los aspectos económicos, somos un país mega diverso, contamos con las mayores riquezas en minerales, fauna, flora, fuentes hídricas, grandes yacimientos de hidrocarburos y empresas de toda índole, somos una comunidad con la visión para generar riqueza y productividad, de acuerdo a estos aspectos positivos, se creería que nuestro gobierno nacional apoya, direcciona e inyecta recursos a todo este emprendimiento y empoderamiento con el cual cuenta la mayor parte de los colombianos para sacar sus ideas y negocios adelante; sin embargo, todo esto es una utopía, un sueño, una idea alejada de la realidad, Colombia es un país en dónde la intervención del gobierno frente a las necesidades económicas se ha centrado en el apoyo a las empresas multinacionales, la empresa privada y un sin número de interesados de otros países por explotar y aprovechar las riquezas de nuestro país, explotación que genera grandes sumas de dinero que al final terminan extraviadas o en las cuentas personales de poderosos políticos que sólo buscan su bienestar económico.

Es difícil entender cómo, los emprendedores colombianos que trabajan bajo condiciones difíciles, con bajo apoyo por parte del estado, con intereses altos al solicitar préstamos y ganancias deprimentes al momento de vender sus productos, puedan sobrellevar las inclementes condiciones de mercadeo en las cuales deben nadar para no ahogarse y poder sostener sus familias y en ocasiones grupos de empleados. Y frente a estas condiciones, nuestro gobierno inclemente importando productos que tenemos la capacidad de producir simplemente para poder pagar las deudas establecidas con terceros (multinacionales) que les ayudaron a llegar al poder y evadiendo a su vez el pago de aranceles e importes que serán dirigidos a las obligaciones que nuestros productores ya llevan a sus espaldas, es difícil creer que en Colombia la idea de economía para nuestros legisladores no está orientada al mejoramiento de la calidad de vida sino que por el contrario el pueblo debe ser el responsable de todo el déficit en impuestos que generan esos negocios con extraños a nuestro país.

La falencia de oportunidades e igualdad para las pequeñas y grandes empresas nacionales, es evidente, el abandono y el cinismo con el que son tratados con cada nuevo impuesto, alzas en los precios de las materias primas, la opresión al campesinado colombiano ha llevado a que cada nuevo día cada nuevo compatriota busque satisfacer sus necesidades bajo la premisa de no importa pasar por encima del otro para poder llevar un plato de comida digno de su esposa y sus hijos.

La economía en nuestro país es tan pobre que el concepto de ganancia ya es una ilusión lejana, si deseamos generar empresa propia, nuestro gobierno se encarga de hundirla con su listado de obligaciones e impuestos que a grandes voces proclaman serán invertidas para mejorar las condiciones de vida de los menos favorecidos, inversiones de amplios programas sociales, educación, alimentación y vivienda digna porque es obligación del estado entregar a su pueblo las condiciones escritas en nuestra constitución, grandes mentiras con las cuales se han mantenido en el poder y que jamás se han cumplido, pero que a pesar de las desilusiones gobierno tras gobierno, guardamos la esperanza que en algún momento tanta corrupción acabe y Colombia reciba lo que por derecho se le ha negado. Un gobierno limpio y con el ideal que la economía debe ser aplicada con equidad e igualdad para cada uno de nosotros, sin importar nuestra condición social, religión o raza, sin duda alguna que toda idea de emprendimiento sea escuchada y apoyada sin importar la ganancia generada, de pequeñas cosas surgen grandes ideas y grandes oportunidades.

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