El Abuelo Sabio

El abuelo sabio

Había una vez un pueblo muy lejano a la ciudad, llamado Huancayo. Aquí junto a otros habitaba un anciano que burlonamente tenía la fama de ´´sabio´´ porque siempre advertía que muy pronto el agua se acabaría y el mundo moriría de sed y hambre. Para los istainos jamás eso ocurrió, tanto había cansado el tema que los lugareños le encerraron en un manicomio bajo el pretexto de haber causado un caos.

Pasaron pocos meses y salió por su buena conducta. Jamás volvió a predicar el asunto. En el pueblo, el agua ya escaseaba, las siembras no producían, el ganado moría y grandes chicos tenían mucha, mucha sed.

Las primeras preguntas fueron ¿De dónde sacamos agua? ¿Y nuestros hijos que van a comer? El agua se secó por completo en el pueblo y lugares lejanos los vecinos buscaban de pueblo en pueblo en busca de agua; aunque sea un poquito; pero nada. La naturaleza castigaba a todos.

Con la preocupación el pueblo al abuelo le pidió perdón y ayuda para encontrar agua.

Este que no era resentido pero si sabio les llamo, seriamente la atención por no creer en la experiencia y sabiduría de los ancianos.

Después de ver que habían aprendido y han demostrado su lamento el anciano llevo a los hombres mayores a la laguna de huaytapallana y en un lugarcito muy escondido abrieron un puquial que salía abundante agua tomaron hasta llenarse y llevaron para sus familias. No fue permitido instalarse en rededor de la laguna sino llevar lo necesaria hasta el pueblo. También para regar el sembrado aprendieron la lección y obedecieron al abuelito, que pena a los pocos años murió el viejecito y su memoria los vecinos rindieron homenaje a su nombre el pueblo.

Fin

El abuelo sabio

Autor: Jhoan Guido Cárdenas Ventura

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