El Crepúsculo Del Macho

Páginas 59-112

Gabeira, Fernando (1980) “El Crepúsculo del Macho”

La lectura empieza con el autor mirando a sus compañeros de autobús, todos bailando riendo, y cantando y puso especial atención en Louis un haitiano que tenía la sonrisa enorme con los dientes muy blancos. Y también recordando que en los primeros días de entrenamiento se ponían a discutir sobre problemas en cada uno de los países de los que eran provenientes sus compañeros y también hace mención sobre una conferencia que él había dado con la ayuda de su amigo Roberto que tenía estudios muy avanzados, la conferencia trataba de la “la desconfianza minera” en Brasil.

Después de un fin de semana de paseo con Marcia, llega el lunes y se da cuenta de la ausencia de Louis pero parece que en el entrenamiento es normal que las personas aparezcan y desaparezcan, pero el tiene la sensación de que el grupo de haitianos tienen una cara muy particular, una cara como de tristeza profunda, pero el no debe preguntar tan directamente, y un compañero le dijo que Louis había muerto descuartizado por su propia mujer, ella lo asesino al enterarse que Louis tenía otra mujer.

En el campo de entrenamiento las mujeres sufrían un poco más que los hombres ya que las caminatas eran por más de siete horas, también los intelectuales eran vistos como débiles, y el autor comenta que él siempre fue un alumno ejemplar aunque siempre moría en los combates, posiblemente rectificando lo que se pensaba.

Menciona que había clases también de política y la corriente que más se veía era la marxista y a él le encantaban las clases supersimplificadas con los argumentos de los cubanos y así mismo dándose cuenta que para ganar una batalla o derribar una sangrienta dictadura no se puede solamente siendo intelectual también tiene que haber un ejército bien armado y planificado de tras, tal y como lo hicieron los cubanos.

Regresando al tema de las mujeres en el curso, ellas eran admitidas y tratadas igualmente que los hombres y con las ideas socialistas que tenían no se podía discriminarlas.

Pero las mujeres siempre fueron vistas como una demora cuando se trataba de elegir grupos y el mismo deseo muchas veces que Marcia no estuviese en su equipo ya que ella vivía en la zona al sur de rio de janeiro y jamás había hecho ningún ejercicio físico y su rendimiento era menor pero el parecía que si la necesitaba cuando le faltaba un poco de aliento.

Los intelectuales siempre vistos como debiles y aquel curso fue planeado para campesinos que sabían moverse en los matorrales y conocían sus secretos si no para los militares de organizaciones de izquierda y siempre escogían a los más atléticos.

El autor recordaba como acostado en su hamaca pensaba en las cosas que podían pasar a futuro en

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