El Dicurso
Bomichi9620 de Octubre de 2013
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Queridos alumnos:
Llegó el momento que veíamos tan lejano; cuando les decía “este año es muy
corto y pasa rápido…”, “no se relajen”… y aquí estamos, no nos dimos cuenta de
que hoy ya comenzamos a decir ADIÓS o, mejor dicho, hasta pronto.
Es difícil comenzar a expresarles todo lo que vivimos, son tantas cosas, tantos
sentimientos y emociones, que con el solo hecho de dedicarles estas palabras ya
comienzo a extrañarlos y empieza a surgir un sinfín de pensamientos y
emociones. No será fácil estar acá, llegar y no ver o sentir aquellas muestras de
cariño que recibía cada mañana de parte de ustedes, ese saludo afectuoso y
sincero, esos silencios eternos antes de saludar, el “buenos días” que lo repetía un
par de veces, con la intención de desarrollar y fortalecer algunos hábitos, aquellas
oraciones y peticiones a nuestro estilo; los infaltables, simpáticos y numerosos
“grandes pensadores”, aquellas sesiones de póker; por otra parte, no puedo dejar
de revivir nuestros consejos de curso, donde las mujeres siempre tomaron las
decisiones y la palabra, nuestras horas en orientación que fueron momentos de
conversación y análisis bastantes profundos, con un alto grado de madurez y
sinceridad.
Fueron cinco años, que no sé cómo pasaron, cinco años en que ayudé y fui parte
en su formación, junto a todos sus Profesores, piezas importantes en nuestro rol
de enseñar, en que los traté de guiar de la mejor forma y de acuerdo a mis
posibilidades a terminar este ciclo en sus vidas. Y aquí estamos hoy, llegando al
final de esta hermosa etapa que todos ansiábamos culminar y después, no sé por
qué razón, deseábamos volver. Será porque nos dimos cuenta de que hay cosas
que NO hicimos y nos hubiese gustado hacer, porque debimos haber aprovechado
más el tiempo en estudiar, hacer deportes, haber compartido más con mis
compañeros, haber aprovechado la experiencia y conocimientos de nuestros
Profesores, haber escuchado a un compañero o amigo, arrepentirme de aquello
que pude haber hecho y no lo hice, arrepentirme de aquello que hice mal, en fin,
tantas cosas… Eso pasa, seguramente a ustedes les ocurrirá, uno lo reflexiona a
medida que crece o una vez que ya no está acá. Pero creo y puedo dar FE de que ustedes lo aprovecharon al máximo, vivieron y gozaron cada minuto en su colegio;
donde también las penas y alegrías, fracasos y triunfos, confusiones y
descubrimientos, desencantos y amores fueron parte de esos maravillosos días
vividos en el colegio.
Pensar que fue ayer cuando estábamos rumbo a Rancagua, nuestro primer viaje
de estudios de varios, la primera vez de muchas más que escuchaban en el bus la
expresión tan delicada ¡Aquí nadie duerme! Y hoy les debo confesar, a pesar de
que la escucharon reiteradamente camino a Rancagua en Octavo Básico, camino
al sur, en Tercero Medio, camino a Brasil, Paraguay y Brasil también en Tercero,
que dicha expresión era por su bien, ya que tenía un sentido educativo y cultural,
con el fin de aprovechar al máximo el viaje y creo que el objetivo fue cumplido,
dado que varios fueron los que ayudaron y no se durmieron, manteniendo a todo
el curso atentos a lo que los guías decían y a conocer los bellos paisajes
recorridos.
Llegó el momento de despedirnos y ver cómo cada uno de ustedes comenzará su
peregrinaje por nuevos rumbos, que sin duda serán caminos que los guiarán al
éxito, pero no se olviden que para recorrer esos caminos deben “tener sueños y
saber transformarlos
...