El ESTADO, CLASES Y PROPIEDAD PRIVADA

EL ESTADO

     Dice Marx en El Manifiesto Comunista: “El gobierno del Estado no es más que la junta que administra los negocios comunes de la clase burguesa” y si ampliamos más en lo que esto significa, podemos inferir que el Estado no es una institución que responde a la voluntad general (como dice Rousseau) sino que, únicamente está al servicio del interés de una clase dominante.

     Es el Estado el que garantiza la existencia de la propiedad privada, cosa que a simple razonamiento no tiene nada de malo: todos podemos ser dueños de una casa, de aparatos tecnológicos y cuantas más cosas sea posible comprar. ¿Pero qué pasa cuando algunos son dueños de fábricas, tierras y recursos naturales? Es aquí donde se ve reflejada la división de clases, donde pocos son los dueños de los medios de producción y otros solo tienen su fuerza de trabajo, la cual venden a oligarquía.

     Para ejemplificar lo que se acaba de decir, basta ver como en la historia de El Salvador, las leyes que el Estado promulgó fueron favor de los grandes propietarios, como con la Ley Agraria, decretada el 11 de abril de 1907, donde los terratenientes obtuvieron el instrumento jurídico para garantizar el combate contra la delincuencia en el campo, y también, para reprimir y negar los derechos civiles a la población rural, esta ley dice lo siguiente: “El Poder Ejecutivo velará por la constante tranquilidad y seguridad de las personas y bienes de los agricultores, amparándolos inmediatamente contra toda violencia, perturbación, de despojo o usurpación y por la armonía entre éstos y sus trabajadores." En un plano analítico, se observa claramente como El Estado sirve a una clase y va en contra de la otra.

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