El Estado De Guerrero Visto Por Mis Ojos

Como joven es muy triste crear un enfoque político, social y económico de mi querido estado de guerrero, cuando se encuentra avasallado por la impunidad, la corrupción, el tráfico de influencias, la delincuencia organizada y sin fin de males que degeneran los valores, principios y la ética en la población en general, pero es más triste cuando los jóvenes están siendo el soporte de esta malaria que parece estacionada en nuestro territorio.

Con un estado tan maravilloso, tan enormemente rico en recursos naturales, en cultura, y en historia resulta impresionantemente estrafalario que la situación actual este en decadencia y que esta por el contrario de ir cambiando en pro de la población guerrerense parece haber caído en un hoyo que parece no tener fin. Así que no resulta descabellado preguntarse; ¿En qué momento este bello Estado se ha convertido en un lugar de guerra?; Donde se libran las peores batallas entre el Ejército Mexicano y las policías federales, estatales y municipales, que se han visto torpes e incapaces y ni se diga ineficientes contra sicarios armados de pies a cabeza entrenados como máquinas para matar, sin importar a quien ni su condición, desde niños y mujeres, hasta personas de la tercera edad, a ellos no les importa, solo cumplir su misión de intimidar a la autoridad y a la población civil para seguir delinquiendo y tener el territorio a su merced. Ese territorio que ni les pertenece que es NUESTRO, es del guerrerense que humildemente pero de forma honesta todos los días se levanta temprano para llevar alimento a su hogar, educa con valores a sus hijos y les enseña principios para ser una mejor persona y principalmente un mejor guerrerense, les pertenece a esos jóvenes con hambre de conocimientos que día a día van a la escuela a empaparse de la sabiduría de sus maestros, nos pertenece a nosotros no a esos asesinos.

Parece irrisorio cuando nuestros gobernantes y políticos salen a dar la cara por manifestando el gran compromiso para el Estado y mientras lo saquean por detrás como bandidos o malandrines en traje y corbata; y mientras nosotros con un toque de ingenuidad y esperanza les aplaudimos y sonreímos, pensando que este es el cambio que Guerrero necesitaba

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