El Iluminismo

El iluminismo también conocido como ilustración, fue una corriente de ideas que tuvo su auge en Europa en el Siglo XVIII, fundamentalmente en Francia, Inglaterra y Alemania.

El mismo confiaba en la razón humana como agente de conocimiento de la realidad natural y transformación de la historia. Según los ilustrados, el único camino para alcanzar la felicidad de los pueblos era la razón.

La obra más relevante de este movimiento fue la enciclopedia, que se encargaba de poner al día los conocimientos de la época. Se caracterizaba por ser una obra colectiva, por la participación de una considerable cantidad de autores. Además, se presentaba como un texto que abarcaba una gran cantidad de conocimientos cuya particularidad es la de presentar esos conocimientos en orden alfabético.

Los ilustrados cuestionaron dos principios de autoridad, la tradición y dios. Consideraban que solo a través de la razón, se podían descubrir las leyes que rigen el mundo natural y social.

Ser ilustrado no implicaba ser ateo pero si cuestionar la teoría que sostiene que dios además de crear el mundo, es la causa de todos los cambios que se producen en el.

Además, criticaban la teología como aquella disciplina mediante la cual a partir de la fe el pensamiento justificaba el orden divino. También cuestionaban a la filosofía cuando pretendía conciliar sus conclusiones con las sagradas escrituras.

Los ilustrados hicieron hincapié en el valor de la educación, ligada al conocimiento de las ciencias y técnicas que permitían adentrarse mejor en el dominio de la naturaleza. El saber era un concepto clave. Para ellos el saber libera al hombre.

A partir de allí, introdujeron otro concepto que les era también imprescindible, el progreso. Y con este la idea de novedad y de cambio.

Las ideas ilustradas de Europa llegaron al Río de la Plata a fines del Siglo XVIII cuando los reyes de España impulsaban una serie de reformas para aumentar el control sobre sus colonias. Estas ideas se difundieron a partir de un conjunto de publicaciones. Además las nuevas ideas iluministas, se propagaron en la principal institución educativa de Buenos Aires, el colegio San Carlos, por cuyas aulas pasaron Manuel Belgrano, Mariano Moreno, quienes conformaron por primera vez un grupo intelectual criollo.

Los intelectuales criollos vinculados al iluminismo, fueron figuras decisivas de la revolución de mayo. A pesar de eso en sus escritos previos a 1810, aun no se revelaba una vocación revolucionaria. Lo que había era una propuesta de cambios siguiendo los lineamientos del liberalismo económico.

La teoría económica más influyente para los ilustrados rioplatenses era la llamada fisiocracia. Esta teoría, postulaba que la fuente de toda riqueza provenía de la naturaleza, fundamentalmente de la agricultura de modo tal que cualquier región que aspirara a la prosperidad general debía privilegiar el desarrollo de esa actividad.

En los escritos de Belgrano se combinaban las ideas del liberalismo económico con la teoría fisiocrática. Tanto la naturaleza de la fisiocracia como la economía propuesta por el liberalismo tenían sus propias reglas, la preocupación central de los iluministas del Rio de la Plata era que las autoridades no pusieran obstáculos a esas reglas y así permitieran el progreso.

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