El Renacer Del Feminismo

Se dice que de muchas revoluciones se crea el camino de “la revolución”. La historia nos ha evidenciado que el término de la explotación capitalista no necesariamente traería consigo el fin de todas las formas de opresión. Dentro de las múltiples dominaciones que permiten la perduración del capitalismo, el patriarcado contribuye eficazmente al reforzamiento del sometimiento de una inmensa parte de la humanidad, que son, las mujeres. La imposición de los mandatos culturales únicos, se manejan sobre una cultura capitalista guerrera, machista, homofóbica y racista, que ataca con mayor fuerza a la mujer, en donde todo lo masculino, es aquello que posiciona y asienta como superior, universal, valiente e inapelable.

El patriarcado se posiciona como una forma de organización política, económica, religiosa y social basada en la idea de autoridad y liderazgo del hombre, en la cual se da el predominio sobre la mujer.

La opresión a la que las mujeres son sometidas trasciende a todos los espacios, ya sea en lo económico, social, político y cultural. Siendo la resistencia feminista su única respuesta histórica de organización, hacia una lucha permanente contra la cultura opresora del patriarcado.

A pesar de que esta historia de resistencia ha sido silenciada y censurada, no debemos pensar que el feminismo nace con las sufragistas o en Europa. Han existido y existen prácticas feministas en todo el mundo, que no se convierten meramente como producto del dominio de occidente, sino que han sido resultado de todas las formas de levantamiento a nivel global de las mujeres frente a los mandatos patriarcales.

Por tanto, si repensamos bien el feminismo, necesariamente hay que hacerlo desde una perspectiva feminista que esté situada histórica y geográficamente, que no solamente se comprenda como un marco teórico dogmático, sino como las diferentes respuestas de cada mujer frente a la dominación patriarcal.

Es por esto que he pensado que el feminismo es una lucha que no puede ser desvinculada de otras luchas y otras injusticias, tampoco ser llevado como una lucha de género, sino que más bien, como una lucha de clases y de etnias. Mi idea es que hay que potenciar la política de alianzas a base de valores, sueños, utopías de justicias en un marco mucho más amplio que de género.

Esta perspectiva feminista, no tiene que enredarse en interpretaciones que admitan dudas o errores, ni tampoco ser ligada sólo al ámbito de sexo o género. Y creo que estamos en tiempos de saber que el feminismo no alude al mujerismo, me explico, que no se posiciona solamente en relación a los derechos de las mujeres, sino que es un posicionamiento en contra de todas las formas de explotación y opresión de las personas y pueblos. La lucha feminista debe ser anticapitalista y antiimperialista (ya que nos situamos desde el Tercer Mundo), e indudablemente inserta en las luchas

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