El consumo de alcohol en la cultura de los pueblos indígenas prehispánicas

Antecedentes

Se han encontrado resquicios de estos utensilios en las cercanías de San Pedro, los cuales están acompañados junto a los cuerpos de varones, en sus respectivas tumbas. Estos datan del 250 d.C. – 1050 d.C., alcanzando su máximo desarrollo bajo la influencia de la cultura Tiwanaku (500 – 900 d.C.).

El uso de una tabla como parte integral del ajuar inhalatorio tiene una amplia distribución geográfica en Sudamérica. Se han encontrado tablas tan al norte como en la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia, y por el sur su distribución se extiende hasta Guandacol, en La Rioja, Argentina. En las laderas orientales de los Andes y Coquimbo, Chile, en la costa del Pacifico.

El consumo de alucinógenos era una práctica común dentro de las culturas indígenas prehispánicas. Con anterioridad al uso de las tablas, las sustancias alucinógenas se consumían a través de una pipa; lo que nos demuestra que esta práctica fue evolucionando con el tiempo.

Utilización

La tabla no era de uso cotidiano, sino que se utilizaba en ocasiones especiales: rituales religiosos y políticos.

Uno de los componentes principales de los alucinógenos era extraído de un árbol proveniente de Argentina, llamado ‘cebil’, el cual fue muy cotizado por las poblaciones circundantes, durante el primer milenio de nuestra era.

En rituales, eran los chamanes los destinados a inhalar los alucinógenos, ya que se creía que de esta manera tendrían acceso al mundo sobrenatural. Los polvos alucinógenos eran introducidos en la cavidad de la tabla, inhalándolos a través de un tubo que se colocaba en la nariz.

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