El contador público tiene una responsabilidad tanto a nivel empresarial como a nivel social

El contador público tiene una responsabilidad tanto a nivel empresarial como a nivel social, por ende su actuación en el ámbito profesional debe ser integra, teniendo en consideración que existen unas normas que lo rigen, dichas normas pueden ser coercitivas o no, como es el caso de las normas morales. Partiendo de este punto, se puede establecer la relevancia de la deontología o teoría del deber en el desarrollo profesional de cualquier individuo, etimológicamente hablando la deontología se deriva del griego “déon”, “óntos”, que significa “lo que es necesario”, “el deber”, y “logía”, que indica “tratado” o “ciencia”, es decir, es la ciencia del deber.

En este sentido, la deontología se encarga de analizar todo lo que se supone es el deber ser de cada individuo, lo que dicta su conciencia, el concepto ha ido reduciendo su campo de aplicación, por lo que se puede afirmar que actualmente la deontología remite fundamentalmente a los deberes y obligaciones morales que tienen los profesionales.

En este orden de ideas, Lega señala que se trata del conjunto de reglas y principios que rigen determinadas conductas del profesional de carácter no técnico ejercidas o vinculadas de cualquier manera al ejercicio de la profesión y a la pertenencia al grupo profesional. Por otra parte Bentham, indica que la deontología se aplica fundamentalmente al ámbito de la moral; es decir, a aquellas conductas del hombre que no forman parte de las hipótesis normativas del derecho vigente, aquellas acciones que no están sometidas al control de la legislación pública.

De igual forma, Montera expone que, la deontología es tanto un arte (un estilo de vida) como una ciencia, la podríamos considerar un arte porque requiere el ejercicio de unas cualidades y unas virtudes; se evidencia de nuevo la trilogía: virtud, valor y deber. Es decir lo que caracteriza a cada individuo en cotidianidad.

Es evidente entonces, que la deontología profesional determina los deberes mínimamente exigibles a los profesionales en el desempeño de su actividad; por este motivo, suele ser el propio colectivo profesional quién determina dichas normas y, a su vez, se encarga de recogerlas por escrito en los códigos deontológicos. Actualmente, todas las profesiones han desarrollado sus propios códigos, en el caso de los contadores públicos es aquel sobre el cual se establecen los criterios mínimos de ética y moral, en el cual deben basar su actuación con el fin de no ocasionar daños a sus usuarios o clientes que son ante quienes debe cumplir una serie de obligaciones fiscales y financieras.

En efecto, en el ejercicio de la profesión contable, las actividades ordinarias están relacionadas con la información pública que se certifica y de la cual por ley son garantes públicos, aparte de la relación directa con entidades económicas sean naturales o jurídicas que requieren para su funcionamiento un

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