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El estudio de las verdaderas necesidades y carencias de la población del estado

bahiabasDocumentos de Investigación8 de Abril de 2013

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INDICE

NESESIDADES …………………………

PAIS ………………………… 3

ESTADO …………………………4

MUNICIPIO …………………………11

ESCASES DE RECURSOS ……………14

NATURALES ……………………………. 22

HUMANOS … ……………………………..22

FINANCIEROS ……………………………22

SECTOR AGROPECUARIO …………….23

POBLACION ECONIMICMENTE ACTIVA ……………. 34

EMPLEO …………………….. ………….38

DESEMPLEO ……………………………….39

SUBEMPLEO ……………………………….43

SATISFACTORE …………………………. 44

CALAIFICACION DE BIENES Y SERVICIOS …….. 45

CONCEPTO E IMPORTANCIA DE ECONOMIA …….49

IMPORTANCIA PARA EL GOBIERNO Y LAS EMPRESAS … 52

CONSEPTOS DE ECONIMIA ………………………………… 52

CAMPO DE LA ECONOMIA ………………………………….. 58

SECTOR PUBLIO …………………………………. 61

SECTOR PRIVADO ……………………………………63

FINANZAS FEDERALES ……………………………………. 66

ECONOMIA AGRICOLA ……………………………………. 67

ECONOMIA INDUSTRIAL ……………………………………..69

COMERCIO EXTERIOR …………………………………… 71

COMPETENCIA ECONOMICA …………………………………72

BIBLIOGRAFIA …………………………………..74

NECESIDADES DEL PAIS

El Doctorado en Estudios Sociales le apuesta al desarrollo de investigaciones que aborden problemáticas contemporáneas en el ámbito latinoamericano y colombiano, en el contexto de las profundas transformaciones y cambios que ha vivido la humanidad desde la segunda mitad del siglo XX a la fecha, en el ámbito político, económico, social y cultural. Los siguientes son algunos de los problemas.

Estas problemáticas se desarrollan más extensamente en el documento maestro del Doctorado.

a) El ámbito de fenómenos que han sido puestos en evidencia con la nueva fase de la mundialización representada por la globalización.

b) La necesidad de re-dimensionar la crítica a la condición colonial. Las consecuencias de los procesos de dominación de carácter colonial y de la implantación de los modos de producción capitalista impuestos con la colonización europea originaria de los países de América Latina, Asia y África.

c) El replanteamiento de la dimensión de la cultura y de las subjetividades. En ese ámbito se proponen los nuevos problemas de los sujetos y de las subjetividades, y de los circuitos de producción de subjetividades colectivas.

d) Las transformaciones de los movimientos sociales y los nuevos problemas de la ciudadanía iniciados hacia finales de los años setentas del siglo XX y aquí nos planteamos con relevancia la pregunta sobre la existencia de unas ciudadanías pacíficas en resistencia.

e) Los cambios en las formas- Estado, en las estrategias de la guerra y en los modos de resistencia pacíficos. La guerra como expresión de soberanías en disputa que tienden a imponer formas totalitarias del poder sobre la vida, cuya expresión más recurrida es la de los estados de excepción

f) Crisis y emergencia de nuevas formas de ser de lo público. La noción de lo público en la modernidad está puesta en cuestión.

g) Necesidad de estudiar las nuevas relaciones entre lo urbano y lo rural; lo local y lo global. h) La necesidad de pensar la diferencia y trascender el pensamiento binario.

i) La necesidad de pensar la diferencia y trascender el pensamiento binario.

j) Necesidad de indagar por las nuevas formas de constitución socialde la infancia, la juventud y la familia, en el escenario intercultural.

k) La necesidad de indagar por las estructuras sociales y culturales que median la construcción de lo nacional en Colombia y de las nuevas preguntas por lo Latinoamericano.

ESTADO

Algunas de las necesidades y carencias más apremiantes de los habitantes del Estado se relacionan con las inadecuadas condiciones materiales que prevalecen en las viviendas que habitan, entre otras, las que se derivan de la utilización de materiales de construcción inapropiados como las láminas de cartón, fibra de vidrio y asbesto, y de madera y materiales de desecho. Entre la población de más bajos ingresos una cantidad considerable de necesidades se relacionan con el mejoramiento de sus viviendas.

Las reparaciones, el reemplazo y la reposición de materiales endebles por otros más firmes y seguros en pisos, paredes, techos e impermeabilización, se encuentran entre las más inmediatas. Aparte, las necesidades de ampliación de un gran número de viviendas de uno y dos cuartos que se registran en la entidad, demanda mayor atención hacia las familias que viven en condiciones de hacinamiento grave.

En las comunidades urbanas y rurales más excluidas y con menores oportunidades de empleo e ingresos, la autoconstrucción, mantenimiento, reparación y ampliación de sus viviendas constituye un conjunto de acciones que inciden directamente en la mejora de los niveles de bienestar de las personas y las familias, porque brindan mayor seguridad contra los efectos de la intemperie y los fenómenos climáticos como las temperaturas extremas y la lluvia, entre otros. Por su parte, la ampliación del espacio doméstico habitable a través de la construcción de más cuartos independientes, mejora las condiciones del entorno familiar en la medida en que sus integrantes pueden disponer de mayor espacio vital, más tranquilidad y privacidad para el descanso y el estudio individual, mayor intimidad para la vida de pareja y espacios más amplios para la convivencia familiar.

El Censo de Población y Vivienda 2000 registró 559 mil 402 viviendas particulares habitadas en el Estado. El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), institución encargada de realizar el censo, reportó que no se logró obtener información en poco más de 50 mil viviendas que se presumía estaban habitadas en ese momento.

Las estimaciones del INEGI indican que en el año 2000, Baja California contaba con 609 mil 667 viviendas particulares y un promedio de 4.06 habitantes por vivienda.

Para ese mismo año se estima que 52 mil familias no contaban con una vivienda independiente. Cabe señalar que el rezago habitacional que señala el Plan Estatal de Vivienda 2001-2007 incluye el déficit de vivienda nueva y de mejoramiento habitacional, de tal manera que su estimación considera el total de viviendas que requieren sustituirse y las que necesitan repararse o ampliarse.

Según los datos del citado Plan Estatal de Vivienda 2001-2007 cada año se requerirán 16 mil viviendas para alojar a los nuevos matrimonios de la entidad; 5 mil más para parejas en unión libre y alrededor de 16 mil 200 para alojar a la población migrante, además de las casi 12 mil viviendas que se suman por autoconstrucción. Para esta demanda, las inmobiliarias públicas y las asociaciones privadas ofertan, en promedio, 3 mil 500 lotes sin servicios anualmente.

Uno de los principales problemas para la edificación de vivienda formal en la entidad lo constituye la insuficiente e inadecuada oferta de suelo urbano. Un alto porcentaje de las operaciones del mercado inmobiliario se realiza al margen de las disposiciones jurídicas, perjudicando principalmente a la población de menores recursos. Los ciclos de invasión-regularización han superado las posibilidades de planificación y la creación de nuevas reservas territoriales, así como la escasa certeza jurídica sobre la tenencia de la tierra y el ritmo poco dinámico de los procesos de desincorporación del territorio federal y del régimen de propiedad ejidal. La situación demanda estrategias integrales de ordenamiento espacial y una visión clara del desarrollo urbano que requiere el Estado que considere las especificidades de la problemática que enfrenta cada municipio y las zonas conurbanas de Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito.

En lo que respecta a la tenencia, en el año 2000 se registró que cerca de 4 de cada 5 viviendas particulares habitadas son propiedad de quien las ocupa. Otro más de los puntos que impiden un mejor avance en la construcción de vivienda es el excesivo conjunto de trámites que solicitan las autoridades competentes para obtener los permisos, licencias y las autorizaciones necesarias para la construcción. Esta situación inhibe la inversión, dificulta que los recursos económicos fluyan correctamente, incrementa los costos financieros por los retrasos que ocasiona, dificulta que los proyectos logren llegar a su fin.

Entre las viviendas con piso de tierra, 8 de cada 10 tienen techo de palma, tejamanil o madera; 1 de lámina de cartón, asbesto o metálica; y una más cuenta con techos construidos de material de desecho o con materiales firmes.

De acuerdo con las estimaciones del Plan Estatal de Vivienda 2001-2007, en el año 2000 las viviendas que registraron algún nivel de hacinamiento llegaron a 123 mil 100. Tijuana registró 63 mil 400 viviendas con ocupantes en esta condición, Mexicali, 32 mil 500; Ensenada,

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