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El individuo es el culpable de sus pobrezas

manu208Ensayo29 de Marzo de 2016

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Obs.1.Calle del tomate

FECHA: 10-08-15

LUGAR: Cra 23 – Cra 24

HORA: 8:00 AM

OBSERVADOR: Manuela Hincapié.

Aproximadamente a las 8:00 am llego a la Calle del tomate, me siento allí y observo como los vendedores ambulantes van llegando. Quedan expuestos a la inclemencia de la naturaleza; los cambios de clima son impredecibles y hace de esta actividad un problema más con el cual deben lidiar

El tráfico aumenta, los transeúntes parecen ir apurados, los pitos de los carros, el humo de los mismos, el murmullo de la gente hacen que el ambiente cada vez esté más tenso. Entre tanto los vendedores tienen clara su misión y la necesidad de sus familias. Como pueden, acomodan sus puestos unos cerca de otros y empiezan a  ordenar sus productos buscando cautivar clientela.

Puedo ver desde naranjas, manzanas, guayabas, piñas, mangos, tomates, cebolla, habichuela, papas, zanahoria, criollas y pepinos frescos, hasta la reventa del minuto buscando así una entradita más.

Desde mi punto de vista, pude observar que las ventas ambulantes debido  a  su  calidad  de  informalidad  y  expansión,  es  observada   por  ciertos  sectores  de  la  sociedad  no como un problema, más bien como una molestia, se  trata  de la  incomodidad  que  causan  algunas  personas  que  ejercen  esta  labor,  puesto  que  aparte  de ocupar el espacio público,  quieren  o  pretenden  que los transeúntes se interesen en  lo  que  ellos  venden  a  como  dé  lugar.

Sin dejar a un lado los oportunistas que se aprovechan de esta informalidad para regodear los precios, acabando con la probabilidad de estas personas de tener una ganancia justa por sus productos, cosa que no se atreverían hacer en almacenes de cadena.

A la distancia dos jóvenes se acercan a paso lento y al ver la frescura de los productos compran 2 manzanas y uno de ellos en un gesto de nobleza y agradecimiento por el producto obtenido da un apretón de manos al vendedor. Se puede ver en sus miradas un gesto de satisfacción por la compra realizada.

El día sigue avanzando de prisa, el calor se torna insoportable, el sudor baña los rostros de los vendedores quienes siguen tratando de atraer clientela. De pronto una señora con muchos paquetes pasa caminando y se regresa rápidamente. Se acerca a un vendedor y compra varios productos: cebolla, tomates, papas, zanahorias, habichuela y el infaltable cilantro. Con cara de tranquilidad por la compra realizada  sigue su camino casi corriendo. El vendedor termina de ordenar los billetes se echa la bendición, mira hacia el cielo como dando las gracias por la venta.

 Después de ver esto puedo   mirarlo  con  otra  perspectiva  me doy     cuenta  de  que  genera  empleo  fácil,  especialmente  para  aquellas  personas  que  se  encuentran  en estado  de  vulnerabilidad   y   se  convierte  para  muchas  familias  en  una manera  de  subsistir,  de  salir  adelante,  de  tener  el  pan  diario,  sin  olvidar tampoco,  que  le  brinda   a  la  comunidad  una  manera  rápida  de obtener lo que  necesitan  gracias  a  los  bajos  precios  y  el  fácil  acceso  a  distintos  productos.

Obs.2.Carrera 23

Carrera 23

Hora: 4:15

Fecha: 24 de agosto del 2015

Observador: Manuela Marín B.

Me encontraba en la carrera 23  el día lunes 24 de agosto a las 4:15 de la tarde para la cual me disponía para empezar a observar a los vendedores estacionarios.

Al ir observando me encontré con tres puestos de vendedores estacionarios. El primer vendedor de frutas al que observe se encontraba sentado en su puesto cuando se le acerco una pareja la cual le preguntaron a el sobre su producto y el muy formalmente los atendió y cada uno compro un  vasito de papaya, al pagarle al vendedor estos compradores se fueron satisfechos por la atención brindada por el vendedor.

Al segundo vendedor  que observe se encontraba atendiendo a una señora con  dos niños, los niños tomaron algunos pantalones y aquella la señora escogió una de los pantalones que un niño había cogido  pregunto el precio de este al vendedor mientras él sonreía le dijo el precio del pantalón y se pudo notar que el precio era un poco barato por los gestos que hizo ella fueron agradables, por tal razón ella saco su dinero y se los pago al señor y  continuaron su camino. El vendedor se dispuso a contar el dinero que había ganado de las ventas que llevaba realizadas y  después lo guardo en su bolsillo y sonrió

Al pasar 15 minutos el vendedor se sentó y observaba pasar a las personas y desde allí ofrecía su producto y en eso momento paso una persona  y el le ofreció su producto pero esta persona  no estaba interesada en este entonces ella siguió su camino.

El tercer vendedor ambulante se encontraba de pie al lado del puesto donde el vendía  cuando se le acercó un caballero el cual le pregunto a este por una cobija este vendedor  se dispuso a colaborarle mostrándole varios estilos de cobijas  y se pudo observar que el comprador escogió una cobija térmica la negocio con el vendedor y  se observó que el comprador saco de su bolsillo el dinero y se lo entrego a este muy satisfactoriamente.

- Como pude observar a los vendedores estacionarios que eran unas personas muy atentas con los clientes  en las cuales ellos eran muy respetuosos con todas las personas que se acercaban a este local, se puede ver  que en esta tarde fue un “un día excelente para estas personas” se pudo observar que estas personas al ver que le estaba yendo bien ponía unos gestos de satisfacción, felicidad y carisma realizando su trabajo, durante en este intervalo de tiempo.

Obs.3. Carrera 22

Lugar: Car 22

Fecha: 24/08/2015

Hora: 3:36 Pm

Observador: Giselle Rodríguez P.

Me encontraba en la carrera 23 a las 3:36 de la tarde; por la cual me puse a observar.

Se encontraban cuatro locales de vendedores estacionarios, estuve cuarenta minutos, en los cuales se acercaron 5 personas durante este intervalo de tiempo.

La primera persona preguntaba por artículos y prendas de vestir, el  vendedor muy amablemente le enseño gran variedad de artículos y la persona no hizo ninguna compra, continuando su camino, lo cual ocasiono que el vendedor agacho su cabeza y con gesto de desagrado guardo los artículos.

La segunda persona pregunto sobre gorros e inmediatamente el vendedor se dispuso a enseñarle los diferentes estilos, la persona escogió uno y se dispuso a pagarlo, el vendedor recibió el dinero y estableció conversación con el cliente, durante 10 minutos  en los cuales se notaron risas y por último se cogieron su mano con un apretón.

La tercera persona nuevamente cogió uno de los guantes y pidió el precio al vendedor, el muy amablemente se lo dio, para lo cual la persona le pidió descuento y el vendedor respondió con un giro de su cabeza manifestando  que

No, la persona se “molesto” y se fue, el vendedor se sentó con la mano en su cabeza suspira y se hecha la bendición.

La cuarta persona llego 10 minutos después del anterior cliente, pregunto por bufandas y se puso una de ellas en su cuello con algo de desagrado, la deja y el vendedor continúa con su labor, susurro suavemente una serie de palabras y con algo de enojo guardo las bufandas  y se sentó hablar con un compañero.

Al observar los demás locales, se encontraban solos y estos vendedores organizando  y doblando algunas prendas, luego de un tiempo se sentaron al esperar más clientes.

Después de un buen rato, aproximadamente unos 15 minutos note que era un día de poca suerte para los vendedor, pues en la mayoría de locales las prendas que venden son para clima frio y  por esta temporada nos están acompañando fuertes olas de calor, lo cual lleva a que la comunidad no compre cosas gruesas, peludas, etc.

Al finalizar ya la tarde espere un buen ratico a ver qué pasaba, el vendedor todavía sigue sentado con su compañero del otro local, no ha ocurrido nada de ventas para el señor. En este instante se levanta de la silla, han pasado dos señoras, les dijo “en que les puedo colaborar” las señoras observan pero no compran. Yo me retiro de dicho lugar pero de todos modos me voy con interrogantes y conclusiones.

- Como lo pude notar el vendedor es una persona para admirar ya que fue muy atento y respetuoso con los clientes que se acercaban, sin importar cuantas veces tenga que desorganizar y organizar. Es de entender que muchas veces se noten gestos de  “ señor ayúdame”, gestos de angustias, de no haber podido venderles artículos a las personas que se acercaron, tal vez me imagino que hoy no era el día para vender estos artículos también podría ser por la fecha porque ya le gente

No tiene plata para hacer gastos como estos, pero creo que a este señor por tener tanta paciencia, amabilidad y por ser tan gentil sé que Dios ayuda a este tipo de personas para que día a día se ganen su bien y sustento para sacar adelante este negocio.

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