El rescate de los valores de la familia

EL  NIÑO

Autor flores lázaro

Libro Albert Schweitzer

PRIMER CAPITULO

Un día de invierno de 1875, día 14 de enero, los vecinos de la ciudad alsaciana de kayserbarg escucharon las campanas de su iglesia. El pastor Luis schweitzer muy contento por el nacimiento de su segundo hijo, su esposa Adela muy satisfecha de que fuera varón ya que en su primer matrimonio con el vicario de kayserberg,  tuvo una linda chiquilla que empezó a preguntarles cómo se llamara su hermanito.

Luis shweitzer dejo la decisión a su esposa y la madre, lo cual comunico le pondremos Alberto, en instantes la buena Adela imagino que su hijo Alberto schweizer eclipsaría la fama y la bondad de su hermanastro cuyo honor se le puso al pequeño su nombre de pila, desde los primeros días comprobaron q los aires de kayserberg no le sentaban bien al chiquillo apenas comía, y sus padres se desesperaban.

Al vicario Luis schweitzer se le pensó a oscurecer el samblaje, si la Cigüeña les había traído el esperado hijo, también parecía que les había traído el anuncio de su muerte. Paso la primavera, llevo el verano y el niño se encontraba más enfermo y débil cada día, fue entonces que un día le dijo Adela a su esposo,  es posible cambio de aire su esposo respondió tienes razón hay que probarlo todo, dieron los pasos necesarios para cambiar de parroquia consiguiendo el traslado a Gunshbach situado en el sonriente y florido valle de Muster.

Se hizo cargo de la parroquia el 18 de agosto de 1875 cuando su hijo tenía 6 meses lo cual comprobó que el clima le sentaba muy bien a Albertito y la familia schweizer empezó hacer completamente feliz la nueva parroquia de Luis schweizer estaba mucho mejor acondicionada que la que había dejado en kayserberg, en gushbach podía disponer de casa parroquial y un hermoso jardín donde antes de cumplir los 2 años y ya recuperado el pequeño Albertito podía jugar con su hermano, cuando su madre les llevaba a la iglesia donde su padre oficiaba la atención del niño se centraba en la música que producía el órgano, como aquellos sonidos le produjeron hondas y agradables sensaciones un buen día empezó a cantar tal como hacia todos los mayores lo cual la mano suave de su madre le cerraba la boca y diciéndole los niños tan pequeños como tú no deben cantar aun Alberto pero no se conformaba y el próximo domingo se descuidaba de su madre la voz del niño volvía a sonar entre los graves vozarrones de los lugareños, algunos vecinos sonreían ante aquellos impulsos musicales del niño, Pero otros también protestaban pero la madre recorría la severidad del padre, Luis reñia suavemente a su hijo procurando no cortar de raíz aquella afición, lo que más descartaba en aquel chiquillo era su propencion a la bondad.

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