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Embarazos Prematuros


Enviado por   •  9 de Diciembre de 2013  •  2.316 Palabras (10 Páginas)  •  508 Visitas

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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SINALOA

PREPARATORIA NAVOLATO

PROFORDEMS GENERACION 7

ACTIVIDAD 7. PROBLEMATICAS SOCIALES EN EL CONTEXTO DE LOS ESTUDIANTES DE LA EMS.

ALUMNOS:

ASESOR:

CODIGO DE LA PLATAFORMA

GRUPO:

UAS-A12-NAVOLATO

NOVIEMBRE 2013

INTRODUCCION

En los últimos años el tema embarazos en adolescentes ocupa un espacio importante en la agenda pública y mediática del país. Debido a que su incidencia desde el 2006 va en aumento, no obstante, los esfuerzos hechos, por las instituciones educativas y de salud del país, además en los sectores rurales, sobre todo en poblaciones indígenas y en los espacios de alta densidad migratoria del país constituye un problema de salud pública y social, por las múltiples consecuencias que ello implica, en la atención del adolescente y del infante.

Por lo tanto, el embarazo adolescente debe ser un tema de atención prioritaria en la agenda pública. A la fecha, existen en el país diversas estrategias de prevención y proyectos focalizados para el apoyo de las mujeres que son madres adolescentes. Este tema tiene efectos multifactoriales en la salud, educación y en la construcción de un proyecto de vida. Es fundamental fortalecer las acciones de construcción de capital humano que permitan generar mejores condiciones para una vida digna. El programa nacional de becas de apoyo para la educación básica de madres jóvenes y jóvenes embarazadas (Promajoven), instrumento una estrategia necesaria, oportuna y eficaz, que permite a las jóvenes embarazadas o madres adolescentes contar con un apoyo económico para continuar con sus estudios básicos y en consecuencia poder aspirar a un proyecto de vida funcional.

En México el embarazo adolescente ya forma parte de la agenda pública en materia de salud y educación; sin embargo, algunas veces se aprecia que los resultados no son como se esperaban, de acuerdo a las cifras del banco mundial, la reducción en los últimos años fue marginal. En el año 2009, en el país se tenían 69 embarazos por cada mil mujeres. Esta cifra es superior a los otros países latinoamericanos como Costa Rica, Uruguay, Chile o Perú. Desde hace años, el sistema educativo mexicano incluye en sus programas de estudio temas de educación sexual; no obstante los embarazos no han disminuido, y se manifiesta una preocupante, los adolescentes conocen métodos anticonceptivos, no les da vergüenza hablar de temas de sexualidad y un número importante no se cohíbe a la hora de solicitar anticonceptivos en los centros de salud y las farmacias, sin embargo, un número considerable no los usa. La información es fundamental pero también la sensibilización para que el mensaje sea funcional, así como la apertura en los mecanismos de comunicación, que permiten que el adolescente pregunte y busque apoyos asertivos.

Una posible consecuencia del embarazo en la adolescencia es la deserción escolar, la cual ocurre por varios motivos, entre ellos: la vergüenza y el temor al rechazo y, el segundo, la experiencia de un ambiente hostil y algunas veces violento que sanciona y juzga sus actos. Por tal motivo, para las estudiantes adolescentes que experimentan un embarazo. La deserción se puede presentar como un paso obligado.

DESARROLLO

El embarazo adolescente en México es un fenómeno que tiene una alta incidencia y múltiples consecuencias. Una de ellas es la deserción escolar, es común que las adolescentes que estudian y resultan embarazadas interrumpan sus estudios y, con posterioridad al nacimiento, solamente algunas regresan a la escuela.

La encuesta nacional de salud y nutrición (ENSAUT) en el 2006 reporto que la tasa de embarazo en niñas y adolescentes de entre 12 y 19 años fue de 79 por cada mil mujeres entre estas edades. Por su parte, el censo de 2010 del instituto nacional de estadística y geografía (INEGI) estimo que uno de cada 6 nacimientos acontece en jóvenes de 15 a 19 años, siendo el estado de México, Chiapas, Veracruz, Jalisco y puebla, las entidades con mayor concentración de adolescentes en condiciones de maternidad, asi mismo, los datos que el banco mundial dio a conocer en el año 2009, señalan que para ese año, por cada mil mujeres adolescentes en el país, existían 69 embarazadas o que habían tenido un hijo. En este sentido como lo indica el esquema 1.

Existen varios aspectos sociales, culturales, económicos laborales, psicológicos y de salud que inciden en distintos niveles de la problemática. Asimismo, existen supuestos asociados a la modificación de proyectos de vida de las jóvenes que afectan sus expectativas de formar una familia.

Por otra parte, el hecho de asumir responsabilidades en momentos inadecuados, así como actitudes propias de la adolescencia frente a la maternidad, pueden provocar desequilibrios y crisis físicas, emocionales o sociales. Entre las consecuencias psicológicas del comportamiento sexual de las jóvenes se encuentran: represión, restricciones, sensación de aprisionamiento y disfuncionalidad en el seno familiar.

Esquema 1: factores que afectan el embarazo en jóvenes

Aspectos sociales y económicos

El embarazo adolescente y sus consecuencias implican un ejercicio de análisis del comportamiento sexual, en las adolescentes mujeres y hombres. Es evidente que las mujeres tienen la capacidad de procrear, pero los hombres deben ser consientes que ellos son parte fundamental de la responsabilidad en la concepción. En síntesis el entorno tiene un claro desbalance, a la mujer se le responsabiliza de manera particular de procrear a la edad joven y sin la preparación o planeación respectiva. Pero el hombre que participa tiene la misma responsabilidad. Aunque las mujeres poseen la capacidad de procrear, los hombres tienen la responsabilidad de ejercer su sexualidad con educación y respeto. Por lo anterior la información sobre métodos anticonceptivos debe ser para ambos. Sin embargo las dificultades de la comunicación familiar sobre cuestiones relacionadas con la sexualidad especialmente con las hijas, en las que prevalece la vergüenza, la restricción o el silencio son evidentes.

Diversos estudios indican que más del 50% de las y los jóvenes menores de 17 años son sexualmente activos. Este fenómeno es denominado sexualidad temprana e implica riesgos de un embarazo, deseado e indeseado, con consecuencias negativas a corto y largo plazo para las mujeres adolescentes. De esta forma, las adolescentes que deciden ser madres tienen que hacer frente a la resistencia del entorno social, la cual puede traducirse en el rechazo de la familia, la expulsión de la escuela y la pérdida o disminución de su red social de amistades.

Grafica 1. Tasa de maternidad en adolescentes en mexico

Los efectos sociales en las jóvenes madres son importantes, sobre todo si se considera que en la mayoría de los embarazos adolescentes se gestan en jóvenes en situación de pobreza y de escasa escolaridad, quienes tienen que asumir la responsabilidad de la crianza de la hija o el hijo. Muchas de ellas se convierten en jefas de un hogar con bajos ingresos.

Para aquellas que desean poner término al embarazo, las posibilidades de hacerlo son frenadas por las leyes que penalizan el aborto, el temor de una intervención insegura, el sentimiento de culpabilidad y el alto costo de la cirugía, entre otros factores.

El inicio de la actividad sexual constituye una transición social crucial en la vida de las mujeres jóvenes, quienes no siguen la secuencia tradicional de tener relaciones hasta después del matrimonio. Los patrones de curso de vida se encuentran profundamente vinculados al lugar que ocupan las mujeres en la estructura social.

Aspectos psicológicos

El mayor riesgo observado en el embarazo precoz depende más de las variables socioculturales que de las fisiológicas, si bien se condicionan entre sí.

Frecuentemente es un embarazo no deseado o no planificado, con una relación débil de pareja y en muchos casos fortuita u ocasional, lo cual determina una actitud de rechazo y ocultamiento de su condición por temor a la reacción del grupo familiar, amigos y maestros; comportamiento que generalmente conduce a la detección y el control prenatal tardío o insuficiente, con sus consecuencias negativas antes y después del nacimiento.

Este embarazo se produce cuando la maduración biosocial, física y psicológica no se ha logrado aún, de manera que en muchos casos por incomprensiones, problemas socioeconómicos, carencias nutricionales y un medio familiar poco receptivo y cooperativo, incapaz de aceptarlo y protegerlo, termina en parto distócico. La futura madre adolescente se enfrenta a las inquietudes propias de la gravidez; se preocupa por la transformación de su cuerpo en una etapa en que asume su nueva imagen corporal; teme a las molestias del parto, se angustia por la actitud del padre, en muchos casos también adolescente. A ello se suma tener que abandonar a su grupo de iguales, interrumpir los estudios y quizás no poder continuarlos; dejar de divertirse, atender a su bebé y amamantarlo cada vez que llore, entre otros aspectos, que pueden provocar estrés, fatigas, desinterés y trastornos de la personalidad. “La madre adolescente no tiene un orden de valores que le permita priorizar problemas o soluciones, por lo cual, si logra cuidar bien a su hijo se sentirá satisfecha como madre, pero en lo más individual tendrá añoranza de hacer lo mismo que una adolescente sin hijos.

Esta falta de organización de valores es típico de la etapa, pues la adolescente se encuentra en un proceso de cambio y desarrollo, durante el cual va incorporando una nueva concepción del mundo, pero aún se guía por criterios valorativos externos y convicciones inestables, estereotipadas y variables. Se ha comprobado que un buen tratamiento y la debida comunicación social disminuyen las consecuencias biológicas adversas para la gestación, pues la magnitud del dilema puede resultar tan insoportable para la muchacha, que a veces conduce al intento de suicidio o, en el peor de los casos, a su consumación, particularmente cuando existe una reacción familiar de indiferencia, que impide analizar abiertamente el problema y genera conflictos e inseguridades en la grávida.

Esta despreocupación por parte de la familia no solo afecta a los futuros padres en la esfera emocional, sino también en el contexto económico, pues el nuevo estado de la adolescente demanda una alimentación adecuada y la satisfacción de otras necesidades no gratuitas, que deben ser resueltas por los suyos, toda vez que no está vinculada laboral.

Aspecto biológico

Desde el punto de vista fisiológico, la mujer no alcanza su madurez reproductiva hasta después de 5 años de haber aparecido su primera menstruación; por tanto, hay mayores riesgos maternos, fetales y perinatales cuando concibe un embarazo antes de tiempo.

La adolescente embarazada tiene un sistema inmune inmaduro, lo cual puede estar relacionado con una deficiente nutrición materna en gestantes muy jóvenes.

Los diámetros pelvianos de la adolescente promedio no alcanzan el tamaño necesario para el recorrido saludable del feto por el canal del parto y un alumbramiento feliz, lo que origina lesiones traumáticas en el tracto vaginal. Además, de forma casi general, la mayoría de las muchachas son primigestas, lo cual constituye un riesgo por sí solo.

Por estas y otras razones, el embarazo precoz puede provocar, entre muchas consecuencias adversas:

Preeclampsia o hipertensión inducida por la gestación, frecuentemente en primigestas de bajo nivel socioeconómico.

Insuficiencia del mecanismo inmunológico adaptativo, lo cual permite la estrecha relación entre el organismo materno y el feto, que tiene 50 % de estructura antigénica de origen paterno y puede ser a su vez causa de hipertensión y otras graves alteraciones inmunológicas, capaces de provocar abortos.

“síndrome de mala adaptación circulatoria” por inadecuado funcionamiento de los mecanismos fisiológicos de adaptación circulatoria durante el embarazo, que tiende a ocasionar:

- Hipertensión arterial materna

- Prematuridad

- Retardo del crecimiento intrauterino (CIUR)

- Desprendimiento prematuro de la placenta

En la primera mitad del embarazo son comunes la anemia, las infecciones urinarias y los abortos espontáneos; en la segunda: la hipertensión arterial, las hemorragias, la insuficiente ganancia de peso, asociada a una deficiente nutrición; síntomas de parto anticipado, rotura prematura de membranas y otros.

Durante el período del parto predominan las malas posiciones y presentaciones fetales por la desproporción cefalopélvica; distocias que provocan mayor uso de fórceps y ejecución de cesáreas que predisponen a sepsis y otras complicaciones, desgarros, hemorragias e infecciones secundarias por la difícil manipulación, debido a la estrechez de su “canal blando” y de la pelvis.

En el producto de la concepción prevalecen el bajo peso al nacer, tanto por prematuridad como por deficiente desarrollo para la edad gestacional; por ende, es un recién nacido propenso a presentar sepsis y otras enfermedades, que constituyen un alto riesgo y se convierten en un problema biológico y social. Se ha confirmado que la mortalidad infantil en este grupo duplica o triplica la de los neonatos de madres mayores de 20 años.

Promajoven

El programa becas de apoyo a la educación básica de madres jóvenes y jóvenes embarazadas (promajoven), tiene como propósito contribuir a que las adolescentes en condiciones de vulnerabilidad puedan contar con la posibilidad de iniciar, continuar o concluir sus estudios de educación básica a pesar de las condiciones que viven de embarazo prematuro maternidad temprana. Por tal motivo será necesario identificar bajo que perspectiva entenderemos la vulnerabilidad que enfrentan, así como su contraparte en la seguridad y protección recibida para favorecer no solo la inclusión y cobertura de atención óptima del programa, si no la obtención de resultados esperados en el ámbito educativo y social relacionado con el rezago educativo y el embarazo.

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