Ensayo argumentativo La Sensibilidad en los hombres

La sociedad ha acogido diversos mitos en torno a la masculinidad, de forma tal, que el hombre es visto como un ser dedicado a reprimir sus sentimientos para imponerse con autoridad y alejarse de toda posibilidad de practicar con ternura y dedicación su interacción con el resto de los individuos e incluso, con su propia prole. Son todas estas condiciones psicosociales las que han marcado los obstaculizantes límites que muy pocos se atreven a romper, ya sea por el temor de ser acusados como débiles y afeminados, o bien, para evitar la carga negativa con la que serían saturados al hacerlo. Todo esto, encierra el marco de la masculinidad en un constante combate entre sentimientos, amor, sensibilidad y la cara fuerte y feroz que se espera obtener de todo hombre bien formado. ¿Se ha preguntado la sociedad qué sienten ellos en realidad?

A pesar de que “el arte de amar” no ha podido ser desarrollado de forma tranquila por los hombres, estos viven en la constante disputa de pronunciarse como seres hábiles y totalmente interesados en dicha práctica. (Parafrasear hacer más mia esa frase) Muestra esencial de ello, es la Paternidad. No existe padre varón que no haya dicho “mis hijos son mi orgullo”, sin embargo, no falta esa persona que también afirme: “los hombres no se preocupan por ellos mismos, mucho menos lo hacen por sus propios hijos”, pero en respuesta a este tipo de afirmaciones, la nueva masculinidad busca levantar la llamada paternidad-maternal, una práctica que pretende instaurar las responsabilidades y necesidades afectivas masculinas, las cuales no difieren ni en número, ni en forma de las femeninas, y sobre todo resaltar el hecho de que lo único verdaderamente importante en la crianza es la presencia afectiva, en la que el hombre es libre de mostrarse como un padre tierno, cariñoso, sensible y compasivo que interviene activamente en la formación de su criatura.

En base a esto, es necesario mencionar también las limitaciones establecidas ideológicamente frente a las actividades asociativas llevadas a cabo por los Caballeros. (Quitar el primer pedazo)

Un hombre sensible, capaz de mostrar y compartir sus sentimientos, problemas e ideales con otro de su mismo sexo, puede ser objeto de acusaciones referentes a su fortaleza e incluso su preferencia sexual. Si bien es cierto que existe entre hombres la costumbre de realizar reuniones entre amigos, sentarse juntos a mirar un partido, jugar algún juego de mesa e incluso salidas de fin de semana, no menos cierto es, que existen quienes piensan que solo las mujeres pueden aprovechar estos momentos de compartir, para mostrarse sensibles y transparentar sus sentimientos y problemáticas con sus amigas. Sin embargo, las características estudiadas y comprobadas del nuevo hombre, concilian la necesidad de que este pueda exteriorizar sus emociones sin temor alguno a ser señalado o tachado de homosexual.

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