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Especulación Histórica


Enviado por   •  25 de Septiembre de 2013  •  6.494 Palabras (26 Páginas)  •  349 Visitas

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I.- Los Peruzzi y Bardi, Eduardo III y la Peste Negra. (SigloXIV, año 1345)

Uno de los primeros casos de especulación financiera y con consecuencias devastadoras lo hallamos en la quiebra en el siglo XIV de las casas bancarias florentinas de los Bardi y los Peruzzi. Quienes llegaron a tener monopolio en Europa no sólo bancario (su origen como empresarios) sino que como los más grandes proveedores de textiles. El capital de los Peruzzi se amasó a partir de los negocios textiles que eran el prinicipal motor de la economía florentina. Las confecciones de lana inglesa y la vestimenta de alta calidad enBrujas eran vendidas por las fábricas de Peruzzi y distribuidas en las lujosas cortes de París, Aviñón, Nápoles o Londres. Las conexiones de Peruzzi con los caballeros templarios les significaron importantes ventajas en Rodas, la capital económica del Egeo que a su vez era el puerto de transferencia para las sedas, drogas, especies y artículos de lujo provenientes de Oriente. El comercio a través de Italia requería agentes e instrumentos de crédito, lo que extendió los negocios familiares a una red internacional. En Italia se desarrolló el libro contable de doble entrada (contabilidad de partida doble), que permitió registrar las transacciones más complicadas. Papas, nobles, burgueses, ciudades y abadías tomaron crédito de los Peruzzi, pero grandes clientes significa grandes riesgos (Russel, Ephraim. 1918). Dentro de su monopolio se habían ido apoderando de las exportaciones de lana británica y el monopolio de sus importaciones hasta provocar la ruina del reino, de modo que el rey Eduardo III de Inglaterra rechazó finalmente sus deudas provocando el colapso financiero. Su bancarrota en 1345 generó las condiciones de escasez, hambruna, insalubridad y caos socioeconómico en las que se propagó rápidamente la pandemia conocida como la ‘peste negra’, que en varias oleadas, comenzando por la de 1347-1350, acabó con la vida de más de un tercio de la población Europea (ver, García Neumann, 2009).

II.- TULIPOMANÍA (SigloXVI, año 1637)

Tulipomanía, la fiebre del tulipán que casi llevó a Holanda a la quiebra.

Siempre hemos visto imágenes de los amplios y coloridos campos de tulipanes que pueblan las tierras holandesas, pero muchos desconocen que hace unos siglos, un único y simple tulipán podía valer una inmensa fortuna. A este curioso fenómeno se le llamó “Tulipomanía”.

En 1593, un profesor de botánica, que cuidaba los jardines del emperador Maximiliano I, llamado Carolus Clusius, cuyo verdadero nombre era Charles de l’Ecluse, introdujo en Holanda los primeros tulipanes que el mismo trajo desde Turquía, donde tenían gran simbolismo y adornaban los trajes de los sultanes, para aportar un toque exótico al recién creado jardín botánico de Holanda. Siendo las clases sociales pudientes las que mayormente visitaban su jardín, y se le deleitaban con la belleza de éstos. Clusius comenzó a cultivar tulipanes de variedades exóticas: sin embargo, celoso de su colección, los mantenía guardados. Pero una noche alguien penetró en su jardín y robó sus bulbos. El suelo arenoso holandés, ganado al mar, resultó ser el idóneo para el cultivo de la planta, y el tulipán se extendió por todo el territorio. Los jardineros de los nobles comenzaron a plantarlas por su exotismo y los pintores a pintarlas por su belleza, pasando a ser un símbolo de status social que rápidamente se convirtió en objeto de ostentación y símbolo de riqueza.

Las causas que pueden explicar la Tulipomanía se pueden dividir principalmente en dos: El éxito de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales y la prosperidad comercial de los Países Bajos, y por otro, el gusto por las flores, especialmente las exóticas.A su vez, y por razones que en aquel tiempo se desconocían, los tulipanes cultivados en Holanda sufrían variaciones en su apariencia, naciendo así los tulipanes multicolores, irrepetibles, lo que aumentaba su exotismo y por tanto su precio. Hoy se sabe que la causa de ese fenómeno era un parásito de la flor, el pulgón, que transmite un virus a la planta conocido como Tulip Breaking Potyvirus

La “Tulipomanía” que afectó a los Países Bajos en los años 20 y 30 del siglo XVII, cuando los precios de los bulbos de tulipán alcanzaron niveles desorbitados en una espiral de ofertas y demandas que hizo que muchos productores y comerciantes se endeudaran e hipotecaran para dedicarse a su cultivo y comercialización, incluyendo notas de crédito, apalancamientos, introducción en la bolsa y hasta mercados de futuros. Cuando la burbuja se rompió en 1637 dejó tras de sí una ola de bancarrotas y miseria, la agricultura devastada, una oleada de peste bubónica que diezmó a la población y la quiebra en general de la economía holandesa, de la que tardó décadas en recuperarse. Los hechos fueron recogidos sobre todo por el escocés Charles Mackay en una obra titulada de forma significativa: Memorias de extraordinarias ilusiones y de la locura de las multitudes (1841).

Desde 1620 hasta 1635 la escalada de precios de los tulipanes parecía no tener freno y era de carácter exponencial, llevando a que en 1630 el país invirtió cuanto tenía en el comercio especulativo de tulipanes con ganancias por sobre 500%. (Ej: 40 bulbos por 100.000 florines cuando 1tonelada de mantequilla valía 100 florines).

Con la peste bubónica de 1636 la falta de mano de obra multiplicó aún más los precios, y se generó un irresistible mercado alcista. Tal fue la fiebre, que se creó un mercado de futuros, a partir de bulbos aún no recolectados. Ese fenómeno fue conocido como windhandel, "negocio de aire", y se popularizó sobre todo en las tabernas de las pequeñas ciudades. Los negocios de este tipo continuaron entre particulares. Los compradores se endeudaban y se hipotecaban para adquirir las flores, y llegó un momento en que ya no se intercambiaban bulbos sino que se efectuaba una auténtica especulación financiera mediante notas de crédito. Se publicaron extensos y bellos catálogos de ventas, y los tulipanes entraron en la bolsa de valores. Todas las clases sociales, desde la alta burguesía hasta los artesanos, se vieron implicados en el fenómeno.

En 1637, De nuevo primaron las leyes que rigen el proceso. Los perspicaces y los inquietos empezaron a abandonar, nadie sabe por qué razón; otros vieron a aquéllos retirarse, la carrera para vender se transformó en pánico, y los precios cayeron como por un precipicio el 5 de febrero, un lote de 99 tulipanes de gran rareza se vendió por 90.000 florines: fue la última gran venta de tulipanes. Al día siguiente se puso a la venta un lote de medio kilo por 1.250 florines sin encontrarse comprador. Entonces la

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