Garantías Que Ofrece Nuestra Constitución Mexicana

Como se había mencionado en actividades previas, nuestro país se rige por una jerarquía jurídica constitucional.

La supremacía jurídica mexicana se plasma en el artículo 133 de la constitución política de México el cual cita:

“Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la ley suprema de toda la Unión (...)”

La constitución política sufre cambios periódicamente. Como había mencionado anteriormente, esto depende del momento histórico y político en el que vive el país. Esto quiere decir que depende de la armonía y los intereses de los partidos políticos que en ese momento conforman los poderes públicos del Estado.

Los facultados para hacer estos cambios son los diputados y senadores que conforman las cámaras anteriormente citadas. Muchos de estos cambios son sugeridos o solicitados por el poder ejecutivo en turno, y esto depende de las necesidades de la vida política en un determinado momento histórico que se vive en el país.

Para poder efectuar cambios en la constitución, el fundamento se encuentra en el artículo 135 constitucional:

“ARTICULO 135. LA PRESENTE CONSTITUCION PUEDE SER ADICIONADA O REFORMADA. PARA QUE LAS ADICIONES O REFORMAS LLEGUEN A SER PARTE DE LA MISMA, SE REQUIERE QUE EL CONGRESO DE LA UNION, POR EL VOTO DE LAS DOS TERCERAS PARTES DE LOS INDIVIDUOS PRESENTES, ACUERDE LAS REFORMAS O ADICIONES, Y QUE ESTAS SEAN APROBADAS POR LA MAYORIA DE LAS LEGISLATURAS DE LOS ESTADOS.”

Para reformar la Constitución hay que iniciar un procedimiento rígido y escrupuloso, puesto que establece un sistema especial, diferente del proceso legislativo para reformarla, aunque parece flexible por las constantes modificaciones a la misma. Para aprobar la reforma se necesitan el voto de las dos terceras partes de los individuos presentes, y que estas reformas o adiciones sean aprobadas por la mayoría de las legislaturas estatales. El procedimiento es una vez que se tiene la iniciativa esta es discutida por separado en las cámaras y deben de tener dos terceras partes de los votos tanto de los diputados y senadores presentes, una vez aprobada por estos, la propuesta de adición o reforma es enviada a las legislaturas locales, mismas que deciden por mayoría si se aprueba o no la reforma, para lograr la reforma se necesitan mínimo que 16 legislaturas aprueben la reforma. Una vez que regresen las decisiones de todas las legislaturas y en algunos casos solo esperan que regresen las decisiones de las 16 legislaturas, el congreso de la Unión se reúne y declaran aprobada la reforma constitucional.

En el caso de Florence Cassez, la

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