Guatemala 1944: Crisis y revolución. Ocaso y quiebre de una formal estatal

Nombre y Apellido: Ana Lilian Macario Cruz           No. de carnet: 2005616

Facultad: Humanidades                 Curso: Historia Contemporánea de Guatemala.

Guatemala 19 de febrero del 2019[pic 1]

Lectura No.1

Guatemala 1944: Crisis y revolución.

Ocaso y quiebre de una formal estatal.

Introducción y capitulo No. 1.

1. ¿Cómo erradicar el pensamiento, concepto y concepción de “capital” en una estructura política, legal y social que por años la ha comprendido y manifestado como un bien material y no como un bien social?  
2. ¿Por qué ocultar la verdad social esclavista bajo el término “peonaje”? ¿por la sociedad, la política o las relaciones internacionales, ambas, o por el contexto histórico en el que se vivía?
3. Guatemala era y posiblemente sigue siendo un país con riquezas, gracias a la intervención e intervención económica (inversiones)  internacionales, gracias a la concentración de poder, concentración de riquezas y a la explotación psicológica, física y humana de mayas, pueblos indígenas. No queda duda que a pesar de los años, la revolución de 1944, las manifestaciones, y crecimiento social que piensa por sí y ya no se permite manipular; Guatemala vive con el espíritu de las vegas, nevada, Estados Unidos. excedentes por doquier pero solo a quienes les conviene y satisface, ya que la ignorancia del más pobre es conveniente y el desarrollo de elites  la solución.
4. ¿La servidumbre fue un elemento constitutivo  o destructivo de la identidad?
5. El estado de Guatemala sigue afrontando la economía y a la sociedad como una finca  por extranjeros, y no precisamente por la intervención internacional de países en cuanto a la economía, política o cultura, puesto que es un bien, hasta cierto punto, para no vivir en la ignorancia; sin embrago, quedó arraigado en la cultura del poder lo establecido por las fincas ya que le abuso de la ignorancia y de la pobreza de la mayoría de guatemalteco sigue siendo conservada y en crecimiento por los investidos en poder por esa misma población. No cabe duda que el poder territorial, social y económico es más preciso y presente que la ley, el bienestar común y el desarrollo.  

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