Guion de ceremonia

GUIÓN DE CEREMONIA

1. Buenos días maestros, compañeros que nos acompañan. Hoy lunes ---------------- le corresponde al grupo de ------------- dirigir la ceremonia, por lo cual les pedimos a todos los presentes guardar el debido respeto a este acto cívico.

Como primer número recibiremos a nuestra enseña patria con la solemnidad y el respeto que se merece.

ATENCIÓN ESCUELA     ¡FIRMES,           YA!

¡SALUDAR,           YA!

2. ¡FIRMES,       YA!

3. Mi compañero                         dirigirá el juramento a la Bandera.

4. En posición de firmes entonaremos las gloriosas notas de nuestro himno nacional mexicano al compás de la banda de guerra.

5. Siguiendo con el programa despediremos a nuestro enseña tricolor.

¡SALUDAR,        YA!

6. ¡FIRMES,      YA!

7. Enseguida mis compañeros                                           nos darán a conocer las efemérides más importantes de esta semana.

8.Como siguiente número mi  __________________compartirá unas adivinanzas que ellos mismos elaboraron.

9. Finalmente __________nos leerá una narración dedicada a los alumnos de 6º, titulada “cuento de despedida” .

10. Por nuestra parte es todo, el grupo de ______ y la maestra ___________ les agradecen su atención. Y recuerden: lo que importa verdaderamente en la vida no son los objetivos que nos marcamos, sino los caminos que seguimos para lograrlo. Cedemos el micrófono al director de este plantel el maestro ______________.

Bandera de México,

 legado de nuestros héroes,

símbolo de la unidad

 de nuestros padres y de nuestros hermanos,

te prometemos

ser siempre fieles

a los principios de libertad y de justicia

que hacen de nuestra Patria la

la nación independiente,

humana y generosa

 a la que entregamos nuestra existencia.

CUENTO DE DESPEDIDA

Había una vez un arbolito feliz. Entre sus ramas había pichones traviesos que jugaban y piaban todo el día. El árbol conocía muy bien a todos y los quería, los quería tanto...

Cuando hacía frío los pichones se acurrucaban entre sus hojas y si el sol estaba tibiecito, el árbol, moviendo sus ramas, les hacía dar saltitos invitándolos a jugar.

Pero un día, entre saltito y saltito, los pichones subieron la rama más alta del árbol y vieron un azul hermoso y un bosque lleno de otros árboles que no conocían.

Se dieron cuenta entonces que sus alitas habían crecido lo suficiente como para intentar volar. Un aleteo...y otro más... y por fin el cielo no pareció tan lejano. Uno a uno, los pichones se fueron volando. El árbol los miró partir con orgullo, porque entre sus ramas los había cuidado durante mucho tiempo. Él sabía que en una tarde de lluvia los volvería a ver acurrucándose entre sus ramas, los recordaría siempre a cada uno de sus pichones.

Esa noche el árbol quedó sólo y vacío. A la mañana siguiente no sólo el rocío mojaba sus hojas....nadie se había dado cuenta que había llorado.

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